3 de diciembre de 2024
Víctor Hugo Vallejo
Sigo vendiendo carro
Cuando se logra la elaboración de un proyecto de vida, es común ponerse metas de todo orden, algunas de ellas materiales, como llegar a tener carro propio. Y conseguirlo es un ascenso en lo social que siempre ha generado satisfacción.
Vendo carro
En Colombia cuando alguien compra un vehículo automotor nuevo, una vez realiza la correspondiente matrícula inicial en un Organismo Territorial de Tránsito, le instalan las placas y lo pone a rodar.
¿Justicia?
Una sociedad en la que la solución de los conflictos en derecho se convierte en procesos interminables, está condenada a ser un núcleo humano en que las vías de hecho no se logren superar nunca.
Volverte a ver
La inteligencia emocional es construcción personal que nace en potencia con el ser humano, pero que se acrecienta según las relaciones sociales que cada quien logre establecer.
Cine caminante
Por primera vez en los más de cien años que ostenta la historia del cine, una película colombiana es nominada a los Premios Oscar como mejor filme en lengua diferente.
Marx humano
No es fácil para el biógrafo despojar a su personaje los aspectos míticos que se generan alrededor de quien llega a formar determinadas influencias en la sociedad.
Ausencia-presencia
Una de las grandes ausencias físicas del año que termina es la del Maestro Carlos Gaviria Díaz, quien a los 77 años se fue en silencio, sin aspavientos, sin largas estancias en centros de sanidad, de manera lúcida.
Contar los hechos
Es tradición que el Premio Nobel de literatura se otorgue a una gran figura de la narrativa de ficción y en unas contadas ocasiones a distinguidos poetas, pero no se tenían precedentes de que el galardón se le entregase a la obra de un periodista.
Merecida distinción
No es fácil, por no decir imposible, mantener la dignidad individual cuando se ejerce la política. A esta, en Colombia, se arriba como una manera de poner al servicio de los demás lo que se sabe, lo que se piensa.
Un quijote de hoy
Durante catorce años el escritor español Andrés Trapiello trabajó incansablemente en la realización del sueño de toda su vida: que Don Quijote de la Mancha, pudiese ser leído fácilmente por la gente de hoy.