12 de mayo de 2025
José Ferney Paz Quintero


A propósito de las campañas que se adelantan para renovar en teoría el Congreso de la Republica y elegir nuevo presidente que lo reclama con urgencia la Nación, cobra importancia el instrumento del voto.


Durante lo corrido de este año hemos venido exponiendo una serie de ideas y conceptos respecto al panorama político, social y económico del estado colombiano, su justicia, así como la anhelada paz.


Al debate que se ha planteado respecto a las circunscripciones de paz, se le viene dando un tratamiento con trasfondo político, cuando en realidad su esencia es jurídica.


Acudo a este sustantivo propio de la ciencia médica que significa “flujo de la sangre por rotura de vasos sanguíneos”, para denotar la cantidad de reformas constituciones.


Si se pretende una catarsis colectiva, se debe partir de la premisa que dicha comisión no es un tribunal de justicia, no son jueces, ni están para juzgar a nadie.


En medio de las polémicas, debates y cuestionamientos por el ejercicio político electoral de los ex miembros de las Farc sin paso previo por la JEP como se había anunciado.


No nos llamemos a engaño. El país político, y el país nacional como lo denominara Gaitán, no van por buen sendero, aunque la gran prensa pretenda desconocer esa realidad.


Pretende este artículo llamar la atención sobre la cotidianidad del ciudadano del común que sufre los efectos de la ineficacia de la administración pública en todos los niveles.


No hay mejor forma de ejercitar la imaginación que estudiar bien la ley, era la afirmación del dramaturgo y diplomático francés Jean Gerandoux.


Se ha sostenido que el desencanto democrático se da por parte del electorado cuando se desconfía de los partidos, no se cree en la clase política.
