1 de mayo de 2024

Descachadas idiomáticas

10 de junio de 2023
Por Jairo Cala Otero
Por Jairo Cala Otero
10 de junio de 2023

1.- «En un principio los médicos señalaron que serían necesario al menos otras seis semanas de gestación…». El diario Vanguardia informaba que una madre falleció luego de permanecer conectada durante varias semanas a un respirador artificial, en una clínica de Bucaramanga. El desconocimiento del idioma español entre los nuevos periodistas «formados» en universidades es fatal. Para escribir noticias (y otros textos) lo básico es saber gramática, pero ellos sólo se sienten orgullosos del cartón que colgaron de una puntilla en una pared; la gramática no les interesa, por lo que se deduce de las repetitivas metidas de pata en la redacción de las informaciones. En esta cita se mezcló un verbo en plural (serían) con un adjetivo en singular (necesario) frente al sustantivo semanas (plural). ¡Horrorosa y agramatical mezcla! Corrección: «En un principio los médicos señalaron que serían necesarias, al menos, otras seis semanas de gestación…».

2.- «A seis años de la muerte de joven universitario el expediente sigue –a paso de tortuga– su trámite». Cuando la aprestigiada revista Semana publicó esta frase, a un estudiante universitario (muerto en extrañas circunstancias) todavía no lo habían matado, según dice esta errónea redacción. Sin embargo, la cruda realidad era que el homicidio había ocurrido hacía seis años. Lo que dice la locución «a seis años de la muerte» es que faltaban seis años para que lo mataran. ¡Periodistas profetas! Además, el inciso («a paso de tortuga») no era indispensable. Corrección: «Seis años después de la muerte de joven universitario, el expediente sigue su trámite a paso de tortuga»; o también: «Tras seis años de la muerte de joven universitario, el expediente sigue su trámite a paso de tortuga».

3.- «Regresaron a su hogar indígenas Yukpa que se habían asentado de Bucaramanga». Título en publicación del diario Vanguardia. Veamos: 1.- Los indígenas no retornaron a su hogar, sino a su lugar de origen. Eran 37 personas, no formaban un único núcleo familiar; luego pertenecen a varios hogares. 2.- Los nombres de las etnias indígenas no llevan mayúscula inicial, como lo escribieron para yukpa. 3. Por el uso de la preposición ‘de’ entre el participio asentado (del verbo asentar) y el sustantivo propio Bucaramanga, se colige que el redactor confunde el verbo apoderar con el verbo asentar. La preposición ‘en’ era la indicada. Los indígenas no se habían apoderado de Bucaramanga, se habían asentado en un pequeño territorio de ella. De asentar dice el diccionario: «Establecerse en un pueblo o lugar». Recomposición del título: «Regresaron a su tierra indígenas yukpa que se habían asentado en Bucaramanga».

4.- «Hasta el momento era un vespertino que aparecía en las tardes…». Descubrimiento que hizo el diario El Tiempo en referencia a su colega El Espectador, cuando este volvió a ser matutino tras una época en que fue vespertino. Quienes culpan enteramente a la tecnología de los desastres en la escritura y la ortografía no están «tibios» siquiera. Ese es un mal de todos los tiempos, no de ahora. Hasta la Biblia aparece con muchos desaciertos en esos aspectos, seguramente por malas traducciones. Esta cita es de una redundancia mayúscula, puesto que, si El Espectador era un vespertino, ¡por Dios bendito!, tenía que circular por las tardes; eso es obvio. Es tanto como «aclarar» que los periódicos matinales circulan por las mañanas. En el otrora periódico de las familias Santos Calderón y Santos Castillo debieron escribir: «Hasta el momento era un vespertino…»; o también: «Hasta el momento era un periódico que circulaba por las tardes…».

5.- «No había palabras para describir el dolor que se sentía ayer en la tarde en el aeropuerto Palonegro en Lebrija tras el arribo del féretro del cuerpo sin vida del subintendente de la Policía Nacional Ángelo Raúl Martínez Arévalo, asesinado en el atentado terrorista del Eln en Tibú, Norte de Santander». La muletilla «no había palabras para describir…» y su similar «no tengo palabras para expresar…» son una confesión de que la persona no tiene suficiente vocabulario, o que no consulta un diccionario a la hora de escribir. ¡Palabras sí hay! En español podemos encontrar más de cien mil vocablos para comunicarnos bien. Expresiones como la usada por un periodista del diario Vanguardia (Bucaramanga), les restan fuerza a las oraciones gramaticales y le aportan pobreza a la presentación de las noticias. Segundo error: las siglas se escriben en mayúsculas, si no sobrepasan cuatro letras, como ELN. La terquedad de algunos no los deja aprender. Error tres: si trasladaban un féretro, obviamente contenía un muerto («cuerpo sin vida» es expresión maquillada, o eufemismo). Pudieron haber escrito: «Intenso dolor se sintió ayer en la tarde en el aeropuerto Palonegro, en Lebrija, al llegar el féretro del subintendente de la Policía Nacional Ángelo Raúl Martínez Arévalo, asesinado en el atentado terrorista del ELN en Tibú, Norte de Santander».

6.- «Consenso entre Biden y republicanos por la deuda, Estados Unidos evita el default». Los anglicismos (vocablos del inglés) son tan inútiles como las tetillas en los hombres. Cuando esas palabras se usan mezcladas con frases en español, como lo hicieron en esta oración gramatical en el periódico El Espectador, se afea la expresión y se deja en nebulosas a quienes no saben nada del inglés. Mientras tengan traducción al español, tales vocablos deben ser castellanizados, como lo recomiendan las autoridades idiomáticas. Un default es un impago, o un incumplimiento de las obligaciones económicas legales o condiciones de un préstamo. Luego en el diario bogotano debieron escribir en español completo: «Consenso entre Biden y republicanos por la deuda, Estados Unidos evita el impago». (O evita atrasarse en los pagos; o evita incumplir los pagos).

7.- «Descarado cuenta que se cola en Transmilenio así tenga dinero». En una noticia firmada por Camilo Andrés Jaimes Osorio en la página de Internet de RCN Radio, se le coló mal el verbo irregular colar. No se dice ni se escribe «se cola», sino se cuela. Es la tercera persona del modo indicativo en tiempo presente del verbo colar. El colado también anda perdido, pues, según decía la noticia, declaró: «Aquí se les cola hasta un elefante». Corrección para el redactor y para el colado al sistema de Transmilenio: «Descarado cuenta que se cuela en Transmilenio, aunque tenga dinero».

8.- «Lina Tejeiro confesó el motivo de su separación con Juan Duque». Título en la página de Internet de Los 40. Nadie se separa con alguien, lo que sí hace es que se casa o se vincula con alguien. Una persona que ya no desea vivir más con otra lo que hace es separarse de ella. En este caso, como en tantos otros que suceden a diario en los medios periodísticos, la preposición está mal empleada; no era con sino de. Así: «Lina Tejeiro confesó el motivo de su separación de Juan Duque».

9.- «Vivo súper agradecida con Dios. Yo doy gracias por todo, todo el día». Afirmación de Diva Jessurum, presentadora colombiana de televisión, a raíz de un cáncer de seno, que ya superó. El vocablo súper (con tilde) tiene dos significados: 1. «Dicho de la gasolina: de octanaje superior al considerado normal». 2. Es acortamiento del sustantivo supermercado. La gratitud ni es gasolina, ni es supermercado, como lo insinúa Diva. Por tales razones lo aconsejable es escribir tal palabra como elemento compositivo de otra, es decir, unida: superagradecida (sin tile).

10.- «La querían robar, pero era experta en artes marciales y le dio una paliza al ladrón». Título noticioso en la página de Internet de Blu Radio. El primer verbo (querían) está en plural, mientras que el sustantivo ladrón está en singular. ¿Cuántos ladrones querían robar a la experta en karate? Si era más de uno, cabe el plural del verbo; si apenas era uno, cabe el singular. Ese solecismo se llama discordancia de número gramatical. Entonces: «La quería robar, pero era experta en artes marciales y le dio una paliza al ladrón». Más corto: «Ladrón falló y recibió golpiza de una karateca».

11.- «La periodista señaló que Jordi Martin, paparazi que viene haciendo la vida de Shakira hace 12 años, fue quien dio a conocer lo que haría la cantante barranquillera». Cita de la página en Internet de Noticias Caracol Televisión. Según se lee, la vida de Shakira no ha sido terminada todavía, está incompleta; pero un periodista «superpoderoso» remplazó a Dios para terminarla. Hace 12 años que ese paparazzi (así se escribe), intenta ejecutar lo que al Todopoderoso le faltó en la cantante colombiana. Corrección: «La periodista señaló que Jordi Martin, paparazzi que sigue a Shakira hace 12 años, fue quien reveló lo que haría la cantante barranquillera».

12.- «Nicolás Alcocer Petro, hijo del presidente Gustavo Petro y de la primera dama Verónica Alcocer…». ¿En qué andaría pensando el redactor de esta frase en una nota de la revista Semana? El mundo le funciona al revés, por lo que refleja su desacertada combinación de los apellidos del diputado Nicolás. Si Gustavo Petro y Verónica Alcocer son los padres de Nicolás, es obvio que el «juicioso muchacho» se llama Nicolás Petro Alcocer. Aunque no lo haya criado el excombatiente del M-19, como aclaró él mismo; lo que importa es que sí aportó sus espermatozoides para que Nicolás hoy exista. Dos: el título que la prensa le regaló (hace varios lustros) a quien es esposa del presidente de turno en Colombia, es una expresión adulona o servil; además, ese cargo no existe en el organigrama gubernamental. Entonces, Semana debió publicar: «Nicolás Petro Alcocer, hijo del presidente Gustavo Petro y de Verónica Alcocer…».