¡Cadena Perpetua debe continuar como está!

Comunidad y Desarrollo

¿Hasta cuándo tendremos que seguir soportando los escándalos, por los abusos de menores de edad, cometidos muchas veces en el seno de sus  hogares; lo más grave: por sus  padres, abuelos, hermanos, tíos y padrastros?

Un País, empieza a perder su sensibilidad social, cuando admite hechos de tolerancia, que atentan contra la seguridad y la vida de las personas, pero, muy especialmente, de los menores de edad e indefensas.

El artículo 34 de la Constitución Política, – que prohíbe la cadena perpetua; ante la magnitud de una problemática social, que ya fue consultada a la opinión pública, no es lo suficientemente fuerte, para dirimir una problemática social, de la magnitud de los: abusadores, violadores y asesinos de menores.

Este tema es todo un lastre social, que tiene enlentecidos a cientos de hogares, que perdieron a sus hijos menores, por culpa de estas bestias humanas, que más les valdría no haber nacido, para el bien de la humanidad.

Es bastante preocupante, que la Ley de Cadena Perpetua, contra: abusadores, violadores y asesinos de niños y niñas, aprobada en buena hora, por el Congreso de la República y sancionada por el Presidente Duque – 2098 de julio 6 /2021; un grupo de abogados penalistas y psicólogos, pretendan tumbarla, con el pueril argumento, de que viola la Constitución Política.

Con el debido respeto por tan “prestigiosos profesionales”, pero, es que cuando la opinión pública se manifiesta masivamente, como en el caso de la Ley Gilma Jiménez, q.e.p.d.,  que en calidad de senadora de la República, promovió un plebiscito a favor de esta causa, la decisión ciudadana, se ubica por encima de las normas constitucionales.

Para preocupación del País, la mencionada Ley, ya fue demandada ante la Corte Constitucional y está lista para proferirse un fallo adverso, es decir, echando por tierra el anhelo y el querer de todos los Colombianos, pero muy especialmente de los padres de familia, que hoy lloran angustiados, la pérdida de uno de sus hijos menores de edad, a manos de este grupo de criminales.

Son varios los de menores de edad, que han caído en las redes de los: abusadores, violadores y asesinos de menores; con frecuencia, estos hechos están ocurriendo en nuestro País, cuando no en sus hogares, ocurren en los establecimientos educativos y las sacristías de las iglesias no se salvan  de semejante bochorno…

Pero, lo más grave es que esta problemática social tocó fondo, los pocos casos que se denuncian ocurren bajo el sigilo de sus propias familias, que no admiten que uno de sus hijos hubiese sido víctima de semejante ignominia sexual y social.

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