Mal momento para el Ejército
Después de escuchar al comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro, respecto del abuso sexual a menores por parte de los soldados mal llamados «héroes de la patria», queda uno sin saber qué decir o qué pensar respecto de esta fuerza armada.
Obviamente que sabemos perfectamente que este tipo de acciones no hacen parte de la instrucción que se les imparte a los soldados, pero 118 unidades investigadas por esos casos de violencia sexual del año 2016 al 2020, no deja de ser una cifra escandalosa, cuando el ideal es que esta modalidad registre CERO incursiones.
Después de escuchar al oficial en su rueda de prensa queda uno desilusionado y desmoralizado.
El comandante del Ejército hizo la precisión al explicar lo ocurrido con una niña de la familia indígena Emberá menor de 14 años que fue secuestrada y violada por un grupo de soldados en zona de Pueblo Rico (Risaralda) quienes habían sido destinados para la protección de la región.
Dijo el general a los periodistas que desde 2016 a hoy, 45 fueron retirados del SERVICIO ACTIVO y los restantes están inmersos en investigaciones disciplinarias a que haya lugar. «Todos estos procesos están en manos de la Fiscalía y los organismos competentes», aseguró el oficial.
Disculpeme señor General Eduardo Zapateiro, pero así no haya estado usted en el Comando cuando ocurrieron los primeros casos, a mi manera de ver son sanciones muy leves para semejante delito. «Los retiro del servicio, entreguen prendas… y ya».
Aprovechando este momento tan delicado para la institución, se trajo a la memoria el caso de una niña violada por uniformados en el Guaviare.
Y para rematar el mal momento para el Ejército, apareció la periodista MANARY FIGUEROA, quien denunció que en un retén en Arauca, dos uniformados la violaron a ella cuando tenía 5 años y a su progenitora de 24 años de edad y en estado de embarazo. Nos alternaban.
La periodista en un reportaje a la Cadena radial Caracol, dijo que cuando ellas contaron lo sucedido en esa época, (años 90) fueron amenazadas de muerte. «Mi mamita ante la situación salió del país»