5 de mayo de 2024

Che, Spitaletta

Fue director de Colprensa y ha sido corresponsal de Radio Francia Internacional y de la DW (Voz de Alemania).
20 de julio de 2017
Por Óscar Domínguez
Por Óscar Domínguez
Fue director de Colprensa y ha sido corresponsal de Radio Francia Internacional y de la DW (Voz de Alemania).
20 de julio de 2017

Óscar Domínguez Giraldo

Tiene cara, anteojos y sonrisa de quien perdió aritmética, álgebra y trigonometría en el bachillerato, pero ganó siempre literatura. Soñó con ser ingeniero eléctrico de la U. de Antioquia. Cambió de sueños y finalmente aterrizó en el periodismo por la vía de la literatura. O en la literatura por la vía del periodismo que hizo en la “invicta”  U. de Antioquia. Esta activista del signo cáncer, modelo 54, está de cumpleaños hoy.

Tiene ancestros italianos y cartageneros. Sus antepasados vinieron a lomo de mar desde un pueblito llamado Tocco Caudio, cerca de Nápoles. Por eso hay Spitalettas hasta en Bello donde nació de un big bang de amor entre mamá Romelia y papá Guillermo. Sergio, Richard y Rodolfo completan la banda. El día que nació no imaginó que sería el presidente del centro de historia de su pueblo ni egresado de la maestría de historia de la Universidad Nacional.

El che Reinaldo Spitaletta Hoyos, fue editor del Literario Dominical de El Colombiano, donde cargó ladrillo durante más de 20 años. Entró un primero de mayo para estar a tono con su talante de defensor de los humillados y ofendidos cuya vocería asume en sus columnas como Sombrero. Actualmente es columnista de El Espectador. Todos los días es leal al proletariado y al poetariado.

(Una vez escribí una columna para felicitarlo por su nombramiento como director del suplemento Generación. Del periódico me llamaron para informarme que hasta ese día Spitaletta había trabajado con ellos. Tocó improvisar otra nota. De retazos de la columna que finalmente no se publicó están hechas estas líneas).

Para copiarse de su paisano don Marco Fidel Suárez,  defendió a mordisco ventiao el idioma como corrector de estilo del periódico donde fue editor de Domingo, Educación y Cultura.

Su caso es el de un hombre para un oficio (la palabra) y el de un oficio para un hombre. Nacieron el uno para el otro, “antes de conocerse se adivinaron”, para decirlo en letra de bolero. O de algún tango, en los que el che Spitaletta es ducho, un hacha.

No tiene tiempo de ser chicanero. Se tiene confianza para el bajo perfil. Nunca se enfermará de su bien ganada importancia.