26 de abril de 2024

La euforia de Carlos Maya

26 de mayo de 2019
Por Álvaro Rodríguez Hernández
Por Álvaro Rodríguez Hernández
26 de mayo de 2019

Carlos Alberto Maya López, sorprende como candidato a la alcaldía de Pereira, que  ha venido de menos a más.

El tío gruñón, seco, petulante, sobrador,  lo ven hoy “más querido” y eso es mucho decir. El “empaque” de su producto ha mejorado. Está, sin dudas, más amable con la gente, más cercano a ella,  tolerante y “más saludador” y con un notorio empeño por mejorar su discurso. Sus malquerientes han cedido porque lo han visto trabajando, “moliendo”.

Ha ayudado mucho que  ese viejo partido liberal “infumable” en Risaralda, se haya unido y  lo esté respaldando hoy.  Le da un plus especial, es cierto.

Digamos que el reflejo de sus 64.820 votos para la Cámara que le representó dos curules  (Patiño Diego,  27.094  y Reinales Juan Carlos, 24.014) los catapultó como los primeros en esta franja. El senado quemó sus naves con el vocero seccional, Carlos Humberto Isaza, con 22 mil sufragios en la región.

Los tres diputados y un puñado de concejales en Risaralda, entre ellos fuertes en Pereira, los ha “valorado” en el poderío que suman con nuevos nombres para armar sus listas. Será sin lugar a dudas, una de las más votadas. Hasta les da para “tirar” plan B.

A ello, agréguele, el buen momento en la robusta imagen que arrastra el alcalde liberal JP Gallo. Eso marca y desequilibra. Ayuda y de qué manera.

Las nuevas encuestas marcarán un recorrido de lo que se vislumbra.

Espera pareja para el baile en la competida gobernación, en este desbarate político existente. Partidos fuertes no existen para cantar victoria.

Revisemos: el Centro Democrático, se mueve en la incertidumbre y debe corregir  las embarradas repetidas en esa selección ideal que buscó y cuyo proceso ha tenido cuestionamientos. Debe salir de la encrucijada. Igual, el partido Conservador, que es una vergüenza subida de tono. Debe sacudirse del lastre que arrastra.  Ambos partidos, si quieren emerger, deben mover las cortinas. Cuanto antes.   Nadie puede decir  con certeza qué puede pasar. Falta camino, trecho, por recorrer. Nada está escrito. El descuaderne político crece para la gobernación, lo repito.

De allí, que sin esa coordinación, muchas cosas pueden pasar y dañar lo actuado.

Respiro no hay. Hay sentencias que confunden y enredan sino actúan rápido.

La política no siempre puede ser un péndulo con una trayectoria equivocada.

El partido liberal quiere pareja para el baile. Será que el PC  y el CD, ¿solos dan garantías? Hay nuevos escenarios por construir. Ojo.