5 de mayo de 2024

¡El país en el que es muy difícil aburrirse!

Politóloga de la Universidad Autónoma de Manizales y Especialista en Contratación Pública de la Universidad de Manizales.
22 de abril de 2024
Por Natalia López Arboleda
Por Natalia López Arboleda
Politóloga de la Universidad Autónoma de Manizales y Especialista en Contratación Pública de la Universidad de Manizales.
22 de abril de 2024

El gobierno de Bogotá y el Ministerio de Minas y Energía de Colombia están tomando medidas drásticas para hacer frente a una crisis hídrica y energética que amenaza con paralizar la ciudad y el país. Los embalses están alcanzando niveles críticos debido a la falta de lluvias y al fenómeno de El Niño, lo que ha llevado a la implementación de racionamientos de agua y a la advertencia de posibles cortes de energía.

Las medidas drásticas tomadas por parte de la Alcaldía Mayor de Bogotá, como los racionamientos de agua en varios sectores, evidencian la gravedad de la situación, pero lo cierto es que estas acciones llegan tarde y reflejan la falta de previsión y acción anticipada por parte del gobierno nacional y local. Es evidente que no se han tomado las medidas adecuadas para enfrentar una crisis que se preveía desde hace al menos un año.

Lo preocupante de la situación es la aparente indiferencia y falta de respuesta por parte del gobierno frente a las advertencias y recomendaciones realizadas por expertos y congresistas. En las sesiones del Congreso, se han presentado en repetidas oportunidades análisis detallados sobre la situación hídrica y energética del país, así como propuestas para abordar estos desafíos de manera integral, pero estas anotaciones y observaciones parecen caer en oídos sordos, sin traducirse en acciones concretas por parte del gobierno.

Es fundamental que el gobierno asuma su responsabilidad para abordar esta crisis, no solo en la implementación de medidas inmediatas para enfrentar la escasez de agua y energía, sino también la formulación de políticas y estrategias a largo plazo para garantizar la seguridad hídrica y energética del país en el futuro.

Se requiere una mayor rendición de cuentas y transparencia por parte de las autoridades, así como una mayor atención a las voces de los expertos y legisladores que están trabajando incansablemente para encontrar soluciones. Es hora de que el gobierno deje de hacerse de la vista gorda y tome medidas concretas y efectivas para proteger nuestros recursos naturales y garantizar el bienestar de todos los colombianos.