27 de abril de 2024

El ELN y las Bacrim seguirán «el ecocidio».

18 de mayo de 2016
Por Arturo Yepes Alzate
Por Arturo Yepes Alzate
18 de mayo de 2016

ARTURO YEPES ALZATE

Arturo Yepes reducidaAunque el Presidente Juan Manuel Santos sugirió que » paz le dará a Colombia los mayores dividendos ambientales y frenará el ecocidio», la realidad es más compleja.

El medio ambiente ha sido otra víctima de la violencia que hemos padecido durante más de medio siglo, pero, a diferencia de otros afectados, ha recibido daños de múltiples sectores y seguirá sufriéndolos, aunque se firme La Paz con las FARC.

Para revertir el daño a nuestro territorio y restablecer esa riqueza natural inmensa que tenemos, se necesitaría, además, erradicar la minería ilegal, acabar el narcotrafico, encarcelar a los invasores de tierras, procesar a los terratenientes que ordenan quemas indiscriminadas y otras acciones que son presupuestal y operativamente imposibles en el tiempo presente.

También, la degradación ambiental seguirá por cuenta del terrorismo del ELN, que ya adoptó la estrategia de atentar contra la infraestructura y el transporte de petróleo y sus derivados.

Aunque el Presidente de la República ha ordenado acciones para proteger el medio ambiente, la insuficiencia de recursos para ejecutarlas conspira contra sus buenas intenciones.

La deforestación solo podrá reducirse cuando creemos un modelo de «negocio» que haga rentable para los propietarios rurales la existencia de bosque nativo en sus tierras. Hoy, no hay con qué financiarlo.

El aumento de las áreas protegidas necesita una policía ambiental numerosa, bien dotada e implacable. La policía estará muy ocupada combatiendo a las Bacrim, la delincuencia emergente de los guerrilleros rebeldes al proceso y la minería criminal organizada. Pretender que se concentre en defender paramos, humedales y bosques, es ilusorio. El gobierno podrá decretar –de aquí a 2018– 2 millones y medio de nuevas hectáreas a las áreas protegidas que ya hay en todo el país, pero esa declaratoria no pasará de ser letra muerta.

Colombia podrá tener más de 19 millones de hectáreas de territorio protegido por decreto, pero no una fuerza que haga cumplir ese mandato.

La restauración de las tierras afectadas solo será posible en la Amazonía, por el Plan Visión Amazonía, con la que se va a reducir a cero la deforestación neta de esta región para el año 2020, por cuenta del importante apoyo internacional. En el resto del país, ni las FARC quieren invertir un peso, ni el gobierno tiene de donde sacarlo.

Para tener aire limpio, páramos preservados, agua limpia, un país verde y una conciencia de conservación, primero habría que derrotar a las múltiples organizaciones criminales que son ajenas al proceso de La Habana. Por eso, estamos bien lejos de lograrlo.

Representante a la Cámara