26 de abril de 2024

Caldas, cercada por los peajes

Abogado egresado de la Universidad de Caldas. Director del área jurídica de la ONG Manizales en Común.
5 de julio de 2018
Por Alexander Álvarez Giraldo
Por Alexander Álvarez Giraldo
Abogado egresado de la Universidad de Caldas. Director del área jurídica de la ONG Manizales en Común.
5 de julio de 2018

 

 

 

Alexander Álvarez Giraldo

 

 

 

 

Colombia tiene unos de los peajes más costosos de la región y del mundo: mientras en el país un tiquete de peaje en la categoría I[1] tiene un valor de 3,1 dólares [$9.015 pesos], en Ecuador es de 1 dólar [$2.908 pesos] y en Paraguay es de 0,9 dólares [$2.617 pesos][2]. Similar es la diferencia en el cobro de peajes en las otras categorías, eso sin mencionar que tanto Ecuador como Paraguay tienen un mejor índice de vías que el de Colombia. Esto permite afirmar que el esfuerzo realizado por los ciudadanos en el pago de peajes no ha tenido una repercusión directa en el mejoramiento de la red vial del país.

El exceso en el número y valor de los peajes se ha convertido en una verdadera carga para los colombianos, más aún cuando en el país la mayoría de carga y pasajeros se movilizan por tierra: de forma terrestre se transportan 220 millones de toneladas de carga al año mientras en otras modalidades[3] se movilizan 81 millones de toneladas, y, en el caso de pasajeros, 179 millones de personas se movilizan por las carreteras mientras 19 millones lo hacen por vía aérea. En el transporte de carga terrestre, del total de los costos de movilización, los costos de peajes y capital alcanzan el 44,8% en las principales vías del país.

En Caldas la situación no es distinta. Hay instalados nueve peajes en el departamento, a lo que se le suma que peajes ubicados en Risaralda, como el de Acapulco, tienen una incidencia directa en la vida de los habitantes del occidente de Caldas. En el proyecto Pacífico III se contempla la instalación de tres nuevos peajes, lo que generará que para ir de Manizales a Riosucio se deban pagar dos peajes y que para ir a Aguadas se deban pagar tres.

El proyecto Pacífico III es una vía contemplada para conectar a Medellín con el puerto de Buenaventura, en el cual los beneficios para los caldenses (“mejoramiento de vía” en 92 km entre La Manuela y La Pintada) se dará a costa de la economía de los ciudadanos que se verá afectada por la instalación y cobro de nuevos peajes. Ejemplo de lo anterior, es que en el peaje Acapulco, en la entrada a Viterbo, en lo corrido del año se han presentado incrementos del 40%.

El incremento en el número de peajes y la ubicación de los mismos se decidió sin la participación de la comunidad y las autoridades locales de las zonas afectadas, por lo que es necesario que INVIAS, la ANI y los concesionarios inicien un proceso de diálogo con los directamente afectados para buscar alternativas que incluyan: 1) Cobro diferenciado para habitantes y transportadores de la zona;2) Fortalecimiento de las vías secundarias como alternativa para la movilidad en la región; y 3) Políticas que mitiguen y compensen la afectación directa que sufrirá el Departamento. La Nación se encuentra en deuda también de establecer una política pública de transporte terrestre, que busque reducir costos, puesto que el coctel tóxico de gasolina costosa, exceso en valor y número de peajes y vías en malas condiciones genera sobrecostos que pagamos todos los ciudadanos.

El modelo peajes debe transformarse, puesto que en un país que anualmente pierde 50 billones de pesos a costa de la corrupción, no se debe golpear más a los ciudadanos de a pie sino buscar nuevos recursos para la malla vial a través de la persecución a los evasores de impuestos y a los corruptos, entre otras fórmulas, y no en nuevas tasas e impuestos.

[1 ] Automóviles.
[2] Boletín ANDI, número 02 – 286.
[3] Férreo, fluvial, Aéreo, Cabotaje.