26 de abril de 2024

Responsabilidad social del periodismo

10 de junio de 2018
Por Jorge Emilio Sierra
Por Jorge Emilio Sierra
10 de junio de 2018

Por: Jorge Emilio Sierra Montoya (*)

Los medios de comunicación, que son empresas periodísticas, tienen -o deben tener- una gran responsabilidad social, enmarcada en la moderna concepción de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).

Esa responsabilidad surge de la propia naturaleza de las empresas, como medios de comunicación “social”, y por la misión que cumplen en la formación de opinión pública, la cual encarna la voluntad popular, poder supremo en el sistema democrático.

Derecho a la información:

Más aún, la prensa, la radio y la televisión, así como la información que hoy se envía a través de medios electrónicos (internet, por ejemplo), son la cabal expresión del derecho a la información, consagrado en la Constitución Nacional como derecho fundamental.

Dicho de otra forma, ese derecho forma parte integral de los derechos humanos en que insiste el Pacto Global de Naciones Unidas en uno de sus diez principios básicos, al tiempo que revela también la responsabilidad social con la comunidad (uno de sus principales grupos de interés o stakeholders), de la que los medios informativos son voceros.

Prensa libre, pero responsable:

¿Y cómo no ser responsables socialmente las empresas periodísticas en tales circunstancias, con mayor razón ante los graves problemas sociales del país, a cuya pronta solución están en la obligación de contribuir a través de programas y proyectos específicos? ¿Cómo se puede concebir a la prensa sin responsabilidad social?

La prensa es libre, sí, pero debe ser responsable y, sobre todo, socialmente responsable.

La ética periodística:

La ética es esencial al ejercicio periodístico, el cual debe anteponer los intereses generales -o sea, el bien común- sobre los intereses particulares.

Por ello, una de sus tareas prioritarias es luchar contra la corrupción, sea del sector público o del privado, pues recordemos los orígenes del periodismo en el mundo moderno al atacar los regímenes absolutistas y convertirse en “el cuarto poder” para fiscalizar a los tres poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial).

Luchar contra la corrupción es igualmente esencial al periodismo, en definitiva.

Códigos de ética:

En tal sentido, los códigos de ética son indispensables en los medios periodísticos, naturalmente para prevenir y enfrentar la corrupción a la que ni siquiera ellos son ajenos al igual que las demás instituciones sociales (de educación, justicia, etc.).

Dichos códigos constituyen una verdadera barrera moral, si bien no pueden quedarse en letra muerta, en buenas intenciones, sino que deben aplicarse a partir de la ética de los mismos periodistas, sin cuya autoridad moral de nada sirven.

Autorregulación, no censura:

Sin embargo, es necesario que tales normas sean promulgadas por los medios, con plena autonomía, no que respondan a una legislación que en ocasiones impone la censura de prensa, quedando ésta al servicio del Estado, en especial de los gobiernos, los congresos y los jueces de turno.

Que haya, pues, autorregulación. Como debe haberla incluso con relación a la RSE, según lo sugiere la iniciativa de la ISO-Icontec sobre una guía, no una norma de certificación como la de calidad, para permitir la voluntariedad de quienes la adoptan.

Normas a la vista:

No obstante, en los diferentes países se establecen cada día más normas de RSE o sostenibilidad, como son las de tipo ambiental y sobre gobierno corporativo, ante las cuales las empresas periodísticas no pueden permanecer al margen.

(Próxima entrega: Responsabilidad social del Estado).

(*) Asesor en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y Universitaria (RSU) – [email protected]