Mambrú se fue a la guerra
Recordemos como de las haciendas de Tirofijo no salían los comisionados a quienes les celebraban religiosamente los cumpleaños. Me parece ver a Valencia Cossio bailar con una muchacha de fusil al hombro y de cola de caballo, con el movimiento de brazos y caderas que caracteriza a los bailarines paisas.
Ahora se ha cambiado el paisaje
Por el momento no se ha visto a De la Calle ni al General Mora bailando con «la holandesa», por ejemplo, que está de lo más bonita. Mi padre, que es como medio contemporáneo del negociador paisa , recuerda que vio a De la Calle por televisión bailando mapalé en Barranquilla y que fue un desastre. Eso fue como en l.992, cuando fué vicepresidente de Samper. Y el general Mora debe tener bailado de militar. Otro desastre. A los paisas , a los bogotanos y a los militares nos favoreció mucho la música que se baila en las discotecas del 2.000 para acá, en la que solo hay que mover la cabeza con una Red Bull o una botella de agua en la mano. Y a Camilo Gómez fumándose un habano de La Habana, en el Caguán. ¡ Ah !. Y a Víctor G. Ricardo, a quien también le gustaban los habanos, recostado sobre una talanquera, mirando el atardecer llanero. Ahora se ha cambiado el paisaje. Sentados en una larga mesa aparecen las víctimas de la violencia colombiana, víctimas indiscriminadas, compartiendo con Márquez y sus victimarios. Esta foto ya se había tomado. Al Caguán fueron miles y miles de parientes de secuestrados, teatreros que por lo general son izquierdosos, nadaístas, obispos y cardenales, trapecistas, miembros del directorio nacional conservador y de la democracia cristiana, liberales , que son adictos a los procesos de paz, Marbel , banqueros, gentes de la bolsa, ha hablar y a tomarse el retrato con Tirofijo y el Mono Jojoy , con el viejito de barba que mataron en el Ecuador y con otros guerrilleros que deben estar en el infierno con Gabo, a la espera de Fidel Castro, si esto fuera escrito por la Senadora Cabal, que todos los días se parece mas a la madrastra de la Cenicienta.
Que siga la balacera
Víctimas y victimarios fueron capaces de verse las caras. Con los paramilitares y los militares autores de masacres y falsos positivos debe organizarse una mesa paralela que también puede ser en La Habana. Con las madres de Soacha y los parientes de los muertos por los hermanos Castaño y por Don Berna y los Doce Apóstoles. Y la presencia del Presidente Santos y del Presidente Uribe, Ministro de Defensa y Jefe de Estado por esas calendas, para que se vean las caras. Porque es que en Colombia todos somos responsables, como en Fuenteovejuna, todos a una. Y no faltarán socios de El Nogal, que también querrán ir a La Habana. No los olviden. Y a todas estas. ¿Quien paga los desplazamientos y los viáticos de las víctimas?. ¿Se atreverá Julito Sánchez Cristo a preguntarle a María Isabel y al Doctor Casas o a Camila en su programa mañanero? ¿Que estará diciendo María Isabel?. Y mientras van y vienen, que siga la balacera. Nada de treguas. Ni unilateral ni bilateral.
