30 de abril de 2024

El atropello licencioso sigue su marcha

10 de septiembre de 2014

No han reparado mientes para ponerse de hinojos frente al capricho de una alcaldesa patibularia que ha sido copia idéntica de sus antecesores a quienes les ha importado una mierda  la ciudad anteponiendo sus intereses particulares arrasando lo que venga y al costo que venga así hayan tenido que parar en la cárcel, destituidos o en el infierno. Todo lo terrenal abusando del efímero poder, entre ello, el estiércol del diablo, que tanto les  apasiona.

La soberbia  ha sido una consejera mediocre con otros que han terminado muy mal porque cuando las advertencias cunden algo debe haber que no cuadra.

La pregunta que formulo es ¿Por  qué ha hecho carrera el estigma de que a los concejales les están pagando dinero para que prosigan con el atropello y más que los han puesto de acuerdo a su “importancia” en una lista para establecer los montos?

¿Si la necesidad de la valorización es legal por qué sale la especie de que los tienen qué comprar en la medida que el gran negocio será rentable para todos menos para el pobre pueblo?

No tengo pruebas para afirmar con nombres  propios esta vergüenza por lo tanto formulo unas  preguntas. Lo que pasa es que existen antecedentes nefastos      que cumplieron el objetivo de completar el hacinamiento en La Cuarenta de Pereira. Bandidos todos.

¿Será verdad que la mermelada para el concejo de Armenia es en Cash y de contado?

Espero que no vayan ahora a decir que este es un panfleto amenazante que será analizado  por la Sijín porque lo que aspiramos todos es que no vayan ellos a pasar por la fiscalía.

¿Cómo violan un requerimiento básico de modificación de un plan de desarrollo en el tercer año de gobierno para que el trámite lo den otras administraciones después de amarrar las contrataciones?

Cómo es de fácil con la anuencia de los aceitosos  conseguirse  123 mil  millones de pesos y dárselos a un subalterno mediocre para que los entregue en bandeja a los amigotes sin mediar licitaciones o veedurías públicas.

¿Dónde está el sesudo estudio socioeconómico para dar tan semejante paso en falso?

¿Las mismas 1800 encuestas chimbas del genio de Pereira?

¿Por dónde andan las licencias ambientales y dónde está el trazado técnico que nos compruebe que sí son prioritarias esas obras?

Insisto en que si el Plan de Desarrollo aprobado por este concejo a comienzos de gestión no ha sido ejecutado en la mayoría  de sus partes por qué  vienen a modificarlo a las diez de últimas para meternos el cuento de la necesidad que tiene Armenia de modernizarse.

Que cuenten una de vaqueros. Dónde está el Malecón de la 18, El Centro Metropolitano de la cultura, El Centro Comercial Popular que si están ahí incluidos en el Plan de Desarrollo. No han puesto un ladrillo después de tres años de carantoñas.

La modificación del Plan premia otros negocios abusadores como las zonas azules, las cámaras de las fotomultas y el regreso a Enelar del alumbrado público.

La alcaldesa y su cohorte coadministradora creen que la mayoría somos pendejos o que nos hemos olvidado de las historias recientes cargadas de latrocinio y vergüenza colectiva.

Este proceso al que ya le dieron trámite inicial, del que han hecho  uso indebido los concejales para declararse víctimas y generar toda suerte de notables rifirrafes no obedece jamás al amor por una ciudad sumida en la pobreza general y a  la que quieren seguir subyugando al coste que sea.

El tiempo es el mejor amigo y los que  hoy juegan a procurar réditos personales deben recordar que no hay nada más pasajero que la presunta “importancia” y la caja registradora operando de manera loca para beneficio de las cuentas personales.

Esta ciudad necesita un o una  gerente que se amarre los pantalones, que se olvide de eso que llaman “cuarto de hora” y una  junta directiva de notables que procuren sacarnos de los embrollos que por infortunio nos han metido  las anteriores administraciones e incluida la de hoy.

Aplasten con la aplanadora de su arrogancia que muy pronto los veremos en otros escenarios.