Es posible salir de la caverna
“La República, dice, Jaeger, se basa en la premisa sistemáticamente desarrollada en la obra de que la meta de la comunidad es lograr el máximo desarrollo del alma del individuo, es decir, educarlo, para convertirlo en una personalidad humana completa” (Cruz Vélez Danilo, El mito del rey filósofo).
“Idénticos a nosotros mismo”, le dice Sócrates a Glaucón (obra citada), ante el asombro de éste por la insólita vida de los hombres de la caverna. Se trata de unos prisioneros cuya morada durante toda su vida ha sido una caverna a espaldas de la luz del sol, atados a las cadenas y obligados a mirar sólo hacia el fondo no pueden ver la luz, únicamente la sombra proyectada a través de un muro en forma de tablado entre ellos y un fuego que ilumina a sus espaldas, por ese muro transitan otros hombres, de los cuales tiene información gracias a sus sombras. También es lenguaje de sombras lo que oyen. Su mundo es un mundo de sombras.
Poder ver la luz y conocer el sol mediante la salida de la caverna es la base de la transformación y la liberación. Asemeja Platón la luz con la idea, el sol con la noción del bien y el proceso de salir de la caverna, ascensión del mundo sensible al mundo del conocimiento, el del intelecto, esto lo asimila al reino del más allá, el metafísico, el filosófico, el de la libertad.
El mundo de la caverna es el mundo de las sombras, las cosas físicas, éstas necesitan el complemento de las ideas, el de la justicia y la libertad, expresados en los conceptos filosóficos, actitud natural surgida de la misma existencia. Sumergidos en la caverna los hombres no pueden ver más que un mundo de apariencias, de espaldas al espíritu verdadero iluminado por la luz de la idea concebida en la libertad, que le permite ver el sol, asimilado al supremo bien en la teoría platónica.
Liberar a un esclavo de sus cadenas pero dejarlo continuar su vida en la caverna no representa la libertad porque sigue viendo sombras nada más. La realidad está afuera, en el mundo de la luz, el cual no resisten estos seres habituados a la oscuridad. Sólo dejando esa vieja morada y enfrentando al sol, al mundo de la luz, es posible liberarse de las ataduras de la vida anterior y ascender a un plano superior de la existencia que le permite realmente ser libre. Esta es la misión de la fuerza educadora y liberadora de la filosofía.
*Ingeniero civil, Escritor