29 de abril de 2024

El Cambio de Nombre de la Familia Real Británica: El Origen del Apellido Windsor»

14 de marzo de 2024
14 de marzo de 2024

En un giro histórico marcado por el fervor nacionalista y la necesidad de solidaridad durante la Primera Guerra Mundial, la familia real británica se vio compelida a renunciar a sus lazos dinásticos alemanes y abrazar el apellido Windsor en 1917.

Crédito: Luke Fildes | Wikipedia Commons.

Esta decisión trascendental fue tomada por el rey Jorge V, quien optó por desvincular a la monarquía inglesa de sus raíces germanas. Anteriormente conocida como Casa Sachsen-Coburg und Gotha, una rama de la Casa Wettin de ascendencia alemana, la familia real británica adoptó el nombre dinástico de Windsor en respuesta al creciente sentimiento antialemán que prevalecía en el Reino Unido y su imperio durante aquellos turbulentos años de guerra.

El linaje de la Casa Sachsen-Coburg und Gotha se remonta al príncipe Alberto, consorte de la reina Victoria, quien legó el título a sus descendientes. Antes de esta transición, la familia real británica llevaba el apellido Hannover, derivado de su afiliación con la Casa de Hannover, también de origen alemán, que había reinado en Gran Bretaña desde 1714. Sin embargo, fue durante la Primera Guerra Mundial cuando la necesidad de distanciarse de cualquier asociación alemana se volvió imperativa.

El rey Jorge V inspeccionando a los nuevos reclutas destinados al frente occidental de Francia durante la Primera Guerra Mundial. La guerra, que cobró más de 10 millones de vidas, influyó enormemente en la decisión de cambiar el apellido de la familia real británica.

El contexto de la guerra contribuyó a esta transformación. La Primera Guerra Mundial fue mucho más que un conflicto entre naciones; también fue una confrontación entre familias reales europeas. A pesar de estar unidos por lazos de parentesco, líderes como el káiser Guillermo II, el rey Jorge V de Inglaterra y el zar Nicolás II de Rusia se encontraron en lados opuestos del conflicto. Esta intrincada red de relaciones familiares entre los líderes de las naciones beligerantes añadió una capa adicional de complejidad al conflicto.

El sentimiento antialemán se exacerbó durante la guerra, alimentado por una intensa propaganda que buscaba deshumanizar al enemigo y exaltar la propia causa. En un clima de creciente hostilidad hacia todo lo alemán, incluso en el Reino Unido, donde residían miles de alemanes, austrohúngaros y turcos, la necesidad de desvincularse de cualquier connotación alemana se volvió imperativa.

Consciente de la necesidad de preservar la estabilidad de la monarquía en medio de la agitación nacionalista, el rey Jorge V tomó una decisión audaz. El 17 de julio de 1917, proclamó la adopción del nombre Windsor para la familia real, en referencia a la histórica residencia de la monarquía británica, el castillo de Windsor. Esta medida no solo sirvió para distanciar a la familia real de sus raíces alemanas, sino que también envió un poderoso mensaje de unidad y patriotismo a la nación.

La adopción del apellido Windsor por parte de la familia real británica marcó un avance en su historia, simbolizando su compromiso con el pueblo británico y su determinación de mantenerse al margen de las divisiones internacionales.