27 de abril de 2024

El aquelarre

Por La Bruja sin Escoba
16 de abril de 2023
Por La Bruja sin Escoba
16 de abril de 2023

La base en la isla Gorgona. Llegó al celular del Aquelarre la publicación de una entrevista publicada el pasado 10 de abril, realizada por el programa Sigue la W de Julio Sánchez Cristo a la ministra de ambiente, Susana Muhamad, sobre las obras que planea desarrollar la Armada Nacional en la isla Gorgona.

El proyecto no es nuevo y no fue planteado por el gobierno actual. Ya desde el año 2015 se había expedido una licencia ambiental. Ahora se está estudiando nuevamente, y la ministra reconoce que, aunque la idea inicial sí contemplaba el aumento del área ocupada por las nuevas instalaciones, lo que se está estudiando actualmente por las autoridades ambientales solamente incluirá un muelle para uso de las lanchas que llegan a la isla, una ampliación de los alojamientos para personal de la Armada en terrenos ‒que resultará de la demolición de tres casas ya existentes‒, y unos equipos de comunicaciones. De modo que, según esas informaciones de la señora Muhamad, las actuales críticas al proyecto, que podrían ser válidas para el diseño anterior, tienen que analizarse ahora a la luz de las nuevas características de la obra que se pretende llevar a cabo. Y eso es lo que ofrece hacer la ministra, en coordinación con la Armada Nacional.

Si de verdad son esos los estudios que se están adelantando, y si realmente se van a tener en cuenta los impactos ambientales que podría recibir ese santuario natural y se van a evitar consciente y cuidadosamente, no debería haber razón para oponerse a ese desarrollo. Es cierto que algunos miembros del gabinete de Petro, como por ejemplo la señora Carolina Corcho, han dado muestras fehacientes de querer imponer sus concepciones ideológicas por encima del bienestar de los colombianos y de lo que recomiendan los análisis serios y las conclusiones técnicamente logradas. Pero también lo es que nada indica que la señora Susana Muhamad vaya a actuar movida por intereses distintos a su papel de guardiana del medio ambiente.

Según lo expresado por la ministra en esa conversación con La W, se está escuchando a todos los que tengan algo que decir con respecto al proyecto y se está estudiando toda la documentación que se ha aportado por los interesados  Las obras estaban programadas para empezarse en noviembre pasado, pero se decidió aplazar su iniciación hasta poder analizar todos los factores relacionados con este asunto; se está llevando a cabo una mesa de trabajo en Guapi para culminar con toda seriedad los estudios necesarios. Entre los aspectos que se están teniendo en cuenta se incluyen las inquietudes de la comunidad respecto a «la presencia de la Armada en la zona, las relaciones de gobernanza entre la Armada, la comunidad y Parque Nacionales y las oportunidades que tiene la comunidad frente al turismo que va a Gorgona”, etcétera. Por ejemplo, se debe definir si la isla pierde su naturaleza de parque nacional por tener un radar de la Armada.

De manera conjunta, el presidente de la República, la vicepresidenta Francia Márquez, el ministro de Defensa y la ministra de Ambiente, teniendo en cuenta todas las opiniones y la documentación recibida, van a decidir sobre el proyecto. Sobre el proyecto actual, con las características de lo que está planteado ahora. No sobre lo que se había presentado y aprobado antes, porque eso sería perder el tiempo. No se trata ya de construir una base militar en la que va a haber tropas extranjeras, ni de levantar grandes infraestructuras que van a ocupar nuevas áreas y a afectar por ende el ambiente del parque nacional. La ministra aclaró que esas ideas no las estaban inventando ahora quienes se oponen a la obra: estaban realmente incluidas en el proyecto original, el licenciado en 2015; pero esa licencia fue modificada en 2022, y la decisión se va a tomar sobre un proyecto actualizado que no contempla los desarrollos del anterior.

La necesidad de un muelle no tiene dudas. A la isla llegan cada año 835 o más embarcaciones, y quienes vienen en ellas tienen que saltar sobre la playa, o bajar por escalera hasta el mar cuando la marea está alta; y ese ejercicio tienen que hacerlo todos, adultos y niños, personas de la tercera edad y gentes de movilidad limitada. Además, allí hay que descargar víveres y suministros, porque en Gorgona viven miembros de la Armada, viven policías, y viven los encargados de la concesión que atiende a los turistas. Cuando se haya construido el muelle, las embarcaciones se van a detener a 132 metros de la orilla, por lo que no causarán impacto ambiental al sitio, como lo hacen actualmente por tener que arrimar hasta el propio borde del mar y amontonarse allí. La construcción de ese muelle garantiza la seguridad del embarque y el desembarque de pasajeros y carga. De ser cierto lo que dice la señora Muhamad, no hay razón para oponerse al proyecto. Hacerlo sería ejercer oposición porque sí, porque no nos gusta Petro, y por el deseo de que le salga mal todo lo que se propone.

Los aficionados están de catre. Como todos los manizaleños aficionados al fútbol, nuestro contertulio futbolero al que nos hemos referido otras veces, se encuentra al borde del infarto. Frente a La Equidad, el Once Caldas, enfundado en ese horroroso uniforme de luto que se le ve tan mal, que le trae tan mala suerte, y que quién sabe a quién se le ocurrió adoptarlo, se dejó golear cuatro a cero, como para confirmar el mal agüero que significa ese uniforme en el imaginario de muchos aficionados, con lo que dio un paso más hacia el temido descenso en el cual, conociendo las características del equipo, se podrá suponer sin mucho esfuerzo que su permanencia durará mucho, si es que finalmente termina.

Y es que parece que a nuestra querida Manizales le cayó la roya, al menos en el campo deportivo. Cuando el Once pareció recuperarse un poco bajo la dirección técnica de Elkin Soto y logró ganar tres partiditos y alejarse un poco del abismo, cambiaron ese entrenador por el veterano Pedro Sarmiento, quien fracasó estruendosamente, llevó al equipo a la penúltima casilla en la tabla de clasificación y lo acercó nuevamente al borde del descenso. Por supuesto, hay todo un semestre por delante para tatar de salvarse de ese castigo con el que nunca se había visto amenazado el Once, otrora campeón de la Copa Libertadores de América, ganándosela nada menos que al Boca Junior de Buenos Aires. ¡Felices tiempos aquellos!

Más decadencia. Pero no es solo en el fútbol masculino que nuestra ciudad anda de capa caída. Manizales es casi la única sede de un club de la Dimayor que no es capaz de patrocinar un equipo femenino. Es increíble que no haya en la ciudad unos buenos aficionados que puedan organizar un equipo femenino y conseguir, me imagino que en préstamo de los directivos del equipo de varones, la ficha que les permita participar en el campeonato de damas. Lástima.

Y no paran allí las malas noticias. En Colombia hay un campeonato de basquetbol que, aunque sin mucha fuerza, logra funcionar como torneo profesional. Ha tenido sus altos y sus bajos, y la pandemia perjudicó parcialmente su funcionamiento. Pero aún existe. Actor importante de esa aventura ha sido el equipo de Manizales, Sabios de Caldas. Pues ahora, según informan en Tiempo Extra de Telecafé, ese equipo cambiará de sede. Se lo llevan para Palmira (Valle). No alcancé a escuchar las razones para el traslado, pero, sea cual sea, no deja de ser un fracaso para nuestra ciudad. Posiblemente irrecuperable. Tarjeta amarilla para nuestros dirigentes deportivos.

Y otra mala noticia, aunque sin confirmar: la linda presentadora Paula Rodas del mismo programa Tiempo Extra, quien asistió en Cali como periodista del canal a la presentación que hicieron del trofeo de la próxima copa mundo femenina de fútbol en la cual participa Colombia, nos informa que en esa ciudad nadie duda de que parte importante de las competencias de los Juegos Deportivos Nacionales que se deben desarrollar en noviembre próximo en el llamado eje cafetero, será trasladada a la capital del Valle. Supongo que se trata de las que se programaban para Manizales, ciudad que fue incapaz de cumplir con las pocas instalaciones que tenía el deber de poner a punto para las justas.

Escasez de medicamentos. Difícil saber quién tiene la razón en estas acusaciones mutuas sobre la escasez de medicamentos que aparentemente está atravesando Colombia en estos tiempos. Inicialmente, se dijo que la ministra de Salud había dejado adrede de cumplir su función de lograr el abastecimiento de los medicamentos necesarios en ese sistema, con la intención de provocar una crisis que sirviera como apoyo para impulsar su reforma del sistema. Se basaron para ello en declaraciones efectivamente expuestas por la doctora Corcho en videos que fueron ampliamente difundidos en las redes sociales, donde hablaba claramente de la necesidad de provocar esa crisis para buscar apoyo de la ciudadanía. Nadie desmintió la veracidad de esas publicaciones.

Posteriormente, fue el propio presidente Petro quien acusó a algunas EPS, si dar nombres ni identificar específicamente a ninguna, de ser culpables de la mencionada falta de fármacos, ya que no los compraron, como una manera de sabotear la acción del gobierno en ese campo.

Siempre es posible hacer uso de las falsas noticias como arma política para atacar al adversario. En este caso, ¿quién dirá la verdad? ¿O ambos lados estarán diciendo mentiras?