21 de mayo de 2024

Primera Línea y Nuevas Ciudadanías

4 de julio de 2021
Por Álvaro Rodríguez Hernández
Por Álvaro Rodríguez Hernández
4 de julio de 2021

La Constitución no es participativa, ni representativa, hoy es deliberativa.

Tambalea ante los resortes estirados del país joven que no queremos sentir y que deje huella.

El régimen – como lo acuñaba siempre el inmolado conservador, Álvaro Gómez Hurtado- al referirse a las dinámicas sociales del Estado, que sigue bloqueado. Visto como “una red de compromisos en impunidad en torno al aprovechamiento de los gajes del Estado”.

Prima el silencio del gobierno en la entrega de respuestas concretas. Estas no  pueden ser sólo violencia.

La “olla comunitaria” sigue tirando humo y quema.

Desde Puerto Independencia a Puerto Resistencia en Pereira, dentro de las excusas y la ausencia hasta la muerte en las calles, el grito social no cesa en Colombia.

Hay rumor de nuevas ciudadanías por ejercitar. De mayores intervenciones en sus territorios El joven busca transformaciones urgentes del “ambiente de zozobra” en múltiples frentes. A muchos de ellos los vimos salir buscando nuevos caminos pensando a Colombia que nos les brinda futuro, mucho menos presente. “Con el viento en contra”,

Nos hicimos los locos de manera consciente. Hicimos parecer normal, los ninis. País del bloqueo social. De no progreso social.

Las primeras líneas de Colombia, es la consecuencia organizada del dolor y las ausencias, que no tienen salidas.

Los jóvenes nuestros son también primera línea de desempleo y falta de oportunidades. De Educación. Muchas generaciones nacidas de múltiples violencias. Ajenos a la politiquería ramplona y vergonzante que los asusta, le huyen y que no desean por la corruptela que iza. Hace rato la política se ensució.

Ojalá ese malestar toque las urnas y lleguen a plantear respuestas dentro de los intestinos de la Democracia. El algoritmo los conoce bien dentro de la “desinfección digital”.

Acaso, se nos olvidó que arrastramos una desigualdad, inequidad, que no para y ¿persiste en su desaforado crecimiento?

Seguimos en una espiral que bien la describió Ricardo Ávila Pinto (1): concentración del poder económico y político del cual se habla menos.

Un problema voraz del mercado.

 

Es claro pues, que “la insatisfacción entre la ciudadanía es la constante regional”. La primera línea no es la periferia. Es el centro y la avanzada. No cabe la polarización que destruye.

Colombia, hoy más que nunca, reclama Nuevas Ciudadanías.

1-. ¿Más de lo mismo? El Tiempo.27 de junio. Pág. 1.29.

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