25 de abril de 2024

Paisajes inexplorados de la historia caldense

Por José Miguel Alzate
23 de noviembre de 2015
Por José Miguel Alzate
23 de noviembre de 2015

Por JOSE MIGUEL ALZATE

jose miguel alzateEl historiador Angel María Ocampo Cardona acaba de publicar un nuevo libro, Paisajes inexplorados de la historia caldense, una obra donde el investigador que es este hijo de Marquetalia explora sobre aspectos conocidos de la historia de este departamento fundado mediante la ley 17 del 11 de abril de 1905. Aprovecho  la publicación de este libro para decir algo que hace mucho tiempo he querido expresar: que en el trabajo literario de Angel María Ocampo convergen dos géneros que el escritor maneja con maestría. Uno es el historiador que busca a través de la investigación hacer claridad sobre sucesos que marcaron una comunidad; otro es el ensayista de estilo aquilatado que hurga en el trabajo de los escritores para encontrar las claves de su producción literaria.

Paisajes inexplorados de la historia caldense confirma las grandes aptitudes de Angel María Ocampo Cardona para escribir historia. Los doce capítulos que conforman este libro están trabajados con disciplina intelectual, con rigorismo investigativo, con riqueza de datos comprobables. Cuando aborda el tema de los tiempos de la conquista para mostrarle al lector qué tribus habitaron la geografía caldense lo hace con rigor de científico, yendo a las fuentes para desentrañar el pasado indígena, las costumbres de los primeros pobladores de la región y el aporte que cada tribu hizo para la consolidación de sus espacios. Llama la atención en este punto su interés en descubrir el verdadero nombre de las tribus que habitaron el oriente del departamento.

Muchos tópicos importantes trata este libro. Por ejemplo, aclara que Núñez, el primer nombre que tuvo el Municipio de Marquetalia, se le puso como un homenaje a Rafael Núñez, el regenerador, no como un reconocimiento a Francisco Núñez de Pedrozo, el conquistador que persiguió a las tribus que se asentaron en su territorio. Sobre el proceso de fundación del poblado dice que fue una prolongación de la colonización antioqueña. Todo porque personas que llegaron al norte de Caldas emigraron después hacia estas tierras para consolidar la fundación de varios pueblos. Reconoce, sin embargo, el aporte tolimense y caucano en el proceso poblador de los municipios del oriente caldense. Señala que gentes de estas regiones contribuyeron en el proceso de colonización.

El aporte que en este libro hace Angel María Ocampo para el conocimiento de la historia de Caldas es importante. Los antecedentes indígenas, el proceso colonizador, la fundación de los pueblos, el fortalecimiento de la educación, la influencia religiosa, los movimientos culturales y el desarrollo económico son temas que el historiador aborda para mostrar cómo se hizo posible el surgimiento de estos municipios. También aborda los hechos violentos que han marcado a estas comunidades. Lo hace cuando habla sobre La masacre de la Italia, ocurrida el 5 de agosto de 1963, ejecutada por el temible bandolero Desquite, alias de José William Aranguren, en represalia por el asesinato de Manuel Salvador Castro, ocurrido el 16 de agosto de 1959. Ese día fueron asesinados 39 ciudadanos.

Paisajes inexplorados de la historia caldense abre nuevas interpretaciones sobre el devenir histórico del departamento, enseña lo que ha representado la región del oriente en su historia, aclara hechos que están grabados en la mente de los ciudadanos. Angel María Ocampo Cardona rescata del olvido sucesos que deben permanecer en el recuerdo de los pobladores de estos municipios por lo que representan como sucesos  que marcaron su pasado.  En este sentido, se inclina por llamar Patangoros a los indios que los historiadores denominaron Pantágoras. Coincide en este nombre con Albeiro Valencia Llano. Sobre los indios Marquetones sostiene la idea de que el nombre se enraizó por factores de pronunciación, señalando que fue un derivado de Mariquitíes.

Paisajes inexplorados de la historia caldense es un libro que responde a las expectativas que, como lector, en mi había despertado el autor oriundo de Marquetalia después de leer su libro Posiblemente ignorados. En el alma del nuevo presidente de la Academia caldense de historia habita un excelente escritor. Por la calidad de su prosa y su disciplina investigativa,  en Ocampo Cardona tiene Marquetalia una figura literaria de alto vuelo. Sus libros revelan a un ensayista con la profundidad filosófica de Ernesto Volkening y el dominio del contexto histórico de Otto Morales Benítez. Con razón escribió César Montoya Ocampo, después de leer su libro sobre Bernardo Arias Trujillo: “¡Qué estudio de tan extenuantes sondeos en los anaqueles, y qué estilo tan depurado!”