Anserma patrimonio histórico y cultural
Después de la decadencia de la región, hacia el año 1700, la villa se convirtió en aldea hasta que familias pobres de Antioquia la repoblaron, cuando terminaron las guerras de independencia.
Debido a la excelente ubicación geográfica se convirtió en un cruce de caminos hacia Manizales, Riosucio, Pereira, valle del Risaralda y Chocó; por esta razón se impulsó el comercio de arriería, la ganadería, el cultivo de café, brotaron fincas de pequeños y medianos campesinos y se convirtió en despensa agrícola, por la producción de maíz, fríjol, yuca y plátano.
Patrimonio cultural
La presencia de la colonización antioqueña dejó una herencia que se manifestó en los caminos de herradura, puentes de madera, fondas camineras, posadas, formación de arrieros, preparación de recuas de mulas y calles empedradas.
El pueblo fue evolucionando a partir de un parque central y de la Iglesia; las casas se construían de dos pisos utilizando la tapia y el bahareque, la abundante presencia de la guadua, el arboloco, la cañabrava y las maderas finas, favoreció la construcción de las viviendas. Hacia 1900 el comercio y el café permitieron la transformación urbana; se levantaron numerosas casas, con patio central, con zaguán y huerta, para cultivar plantas medicinales y de aliño, con espacio para el ordeño y para ensillar las bestias.
Los ansermeños se preocuparon por construir inmuebles con numerosas habitaciones, comunicadas por amplios corredores; la cocina, el comedor y la sala eran los principales espacios y hubo preocupación por diseñar hermosos balcones, portones y contraportones. El templo era una construcción monumental como lo evidencia la Iglesia de Santa Bárbara, que se empezó a levantar en 1870.
Paraíso turístico
El municipio de Anserma hace parte del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia por sus reconocidos atributos: pasado histórico y cultural, café de montaña, cultivo de ladera, patrimonio natural, riqueza urbanística, tradición histórica en producción de café y patrimonio arqueológico. Por todos estos aspectos se ha convertido en importante centro turístico, donde se asocian los atractivos naturales, con la arquitectura y la herencia cultural.
Propios y extraños disfrutan de su hermosa arquitectura urbana, del paisaje rural donde sobresalen la quebrada Caucayá y los parajes de Guayabales y La Bocana. Tienen gran poder de convocatoria las Fiestas del Regreso, la Feria Agroindustrial, las celebraciones en Semana Santa y los eventos religiosos de sus fiestas patronales.
