28 de marzo de 2024

Desesperanza, pérdida de la fe*

4 de noviembre de 2021
Por Jesús Helí Giraldo Giraldo
Por Jesús Helí Giraldo Giraldo
4 de noviembre de 2021

A veces las circunstancias difíciles y las adversidades nos hacen perder la esperanza y desilusionados abandonamos la lucha, los resultados negativos después de insistir una y otra vez con la mejor voluntad o esperar la buena nueva en la salud, el trabajo o los negocios nos defraudan al enfrentarnos con la gravedad, el caos y la pérdida.

Víctimas de una enfermedad que no termina, el especialista y el remedio no aciertan o el cuerpo no responde, el dolor aumenta y la curación no llega, los enfermos pierden la esperanza y deciden que no vale la pena continuar la lucha contra un enemigo imposible de vencer. El soldado que mira el campo de batalla lleno de cadáveres envueltos en cenizas de campamento destruido por el enemigo, o el gélido invierno que congela y desilusiona.

La incertidumbre extrema es el único cuadro posible cuando todo parece perdido, el mal es incurable y el enemigo se torna invencible, se cierran los caminos y se descartan las salidas. Un mes en cuarentena, dos meses, año y medio y todo sigue igual, los enfermos y muertos aumentan, la desilusión y la desdicha junto a la depresión adquieren grados cada vez mayores, ante la carencia de soluciones definitivas el virus oscurece todo el panorama.

Nunca darse por vencido ni dejar que el desaliento invada lo más profundo de nuestro sentimiento es la alternativa inteligente, no renunciar al ánimo proveniente de todas las direcciones que encierran nuestro ser superior, así encontramos el potencial positivo indicador del principio de la unidad que muestra en el otro extremo del problema la solución, siempre esperando que el horizonte cercano despeje el ánimo y el anhelo confiado de quien cree y no desmaya.

Mientras haya vida hay esperanza, es la mejor fórmula de salvación cuando el ser humano entiende que es más que un cuerpo, a la postre no es la materia lo que supera las dificultades, hay fuerzas superiores ligadas al propio ser personal que le permiten ver alternativas no experimentadas, soluciones que los ojos físicos no alcanzan a divisar, la gracia aparece, el milagro se realiza.

La creatividad surge cundo la personalidad trabaja unida a la sabiduría, la intuición y el instinto, la vida siempre encuentra una salida, aunque la percepción no la aprecie fácilmente, nunca debemos darnos por vencidos. Así aparecen las soluciones nunca experimentadas, aprendiendo, innovando y experimentados emprendimientos iluminados por una luz desconocida para el incrédulo, pero siempre esperada por la fuerza de la creencia y la convicción   de la existencia, poderes sobrenaturales para resolver problemas salidos de lo común de la cotidianidad, la fuerza del espíritu es invencible e inmortal.

Sólo la muerte podrá detener al espíritu consciente de la divinidad interior, reflejada en la actitud positiva convertida en luz que despeja el futuro, aún en la noche más oscura y la tormenta en medio del turbulento océano de los problemas de negocios, el trabajo, las relaciones, el estudio y la pandemia, por complicado que sea, lo importante es la manera de reaccionar, no el tamaño ni peligrosidad del fenómeno que obstaculiza nuestro caminar.

*Equilibrio y armonía, Giraldo Giraldo Jesús Helí, Amazon 2021