Hacinamiento, que galicado, ministerio-ministro, sintaxis
Quisquillas de alguna importancia
El ‘que galicado’ sólo se da cuando la partícula ‘que’ se contrapone al verbo ‘ser’ en cualquiera de sus inflexiones.
Un periodista de las noticias de la noche de Caracol Radio, me sopló don Cecilio Rojas, dijo (¿leyó?) lo siguiente: “El sindicato del Inpec no recibe más delincuentes en la cárcel, porque los patios están completamente hacinados” (Medellín, 6/11/2017). ¿Podrá tomarse en esta oración el continente por el contenido? No me parece, porque ‘hacinado’ es el participio pasivo de ‘hacinar’, verbo transitivo, que, en su segunda acepción, significa, “amontonar, acumular, juntar sin orden”, acciones que no se pueden ejecutar con ‘patios’. ¿Como figura retórica? Podría alegarlo en su defensa el periodista. Esa figura –tomar el continente por el contenido– se llama ‘sinécdoque’, por ejemplo, cuando pedimos ‘una caja de fósforos’ o ‘un vaso de agua’. Pero, creo, en una nota periodística está fuera de lugar. Para apreciar mejor la imprecisión en el empleo del participio ‘hacinados’ en esa información, sustituyámoslo por uno de sus sinónimos ‘amontonados’ o ‘acumulados’. “…porque en los patios hay hacinamiento de reclusos”, es uno de los muchos giros que se le pueden dar a dicho informe. Nota: ‘Hacinar’ y, por descontado, ‘hacinamiento’, vienen del sustantivo masculino ‘haz’ (“porción atada de mieses, lino, hierbas, leña u otras cosas semejantes”). ‘Hacinar’, en su primera acepción, es “poner los haces unos sobre otros formando hacina”. También, “vivir mucha gente en un lugar, con estrechez y de mala manera”, el significado en la frase citada. ***
El ‘que galicado’ sólo se da cuando la partícula ‘que’ se contrapone al verbo ‘ser’ en cualquiera de sus inflexiones. El escritor José Miguel Alzate, en su artículo de Papel Salmón (12/11/2017) sobre la novela “El Sargento Buenaventura”, de Rodrigo Zuluaga Gómez, cita la siguiente frase de la novela: “En la tarea de hacer un pueblo que todos estuvieran felices de vivir”, y anota: “Aquí el que galicado suena horrible”. Este ‘que’, don José Miguel, no es ‘galicado’, porque en la frase es un pronombre relativo. El error está en la omisión de la preposición ‘en’, que introduce ese complemento de lugar, y que el narrador debió expresar de las siguientes maneras: ‘en que’, ‘en el que’ o ‘en el cual’. Ejemplos simbólicos del ‘que galicado’ son las oraciones en las cuales la partícula ‘que’ remplaza a los adverbios de modo, tiempo y lugar, ‘como’, ‘cuando’ y ‘donde’, así: “así es que se escribe” (por ‘así es como se escribe’, correcto): “fue en 1950 que nos conocimos” (por ‘fue en 1950 cuando nos conocimos”, castizo), y “era en La Cigarra que nos reuníamos” (por ‘era en La Cigarra donde nos reuníamos’, y elegante). Otros ‘detalles’, don José Miguel: Cuando en una oración hay un vocativo, no se usan los ‘dos puntos’ sino la ‘coma’, así: “Francisca, ¿subió al morro a ver cómo va la fundación?”. Y no olvide que los diccionarios le dan al verbo ‘hacer’ cincuenta y dos sinónimos, entre ellos ‘fundar’. Aunque, ¡cómo no!, para la ‘hechura’ de un pueblo es más empleado este verbo. ***
Otra muestra de imprecisión en una información periodística: “Ayer, el Ministerio del Interior viajó a la zona para atender los reclamos de los indígenas” (El Tiempo, Primera página, pie de foto, 9/11/20217). Evidentemente, el Ministerio no viaja. Viaja el señor ministro con su séquito, y con todos los gastos pagados por los contribuyentes. ***
Redacción de Supimos que…: “…visitaron el municipio para capacitar a funcionarios públicos en las acciones preventivas encaminadas al fortalecimiento de la gerencia jurídica pública, prevención del daño antijurídico y revisar los comités de conciliación de las entidades públicas” (LA PATRIA, 8/11/2017). Es notoria la falta de sintaxis en esta frase, porque en la enumeración de las ‘acciones preventivas’ comienza el redactor con dos sustantivos, ‘fortalecimiento’ y ‘prevención’, y termina con un verbo, ‘revisar’, que debió ser cambiado por el sustantivo ‘revisión’. O, también, pudo sustituir los dos sustantivos por ‘fortalecer’ y ‘prevenir’. Así, la frase queda construida como mandan los cánones.