Diella – Toros
¿Podría una ministra virtual inspirar la lucha anticorrupción en Colombia?
El gobierno de Albania nombró a Diella como ministra virtual creada por inteligencia artificial (IA), para supervisar las licitaciones públicas y blindarlas contra la corrupción. El país balcánico, que es tan corrupto como Colombia, busca atacar uno de sus males endémicos: el desvío de recursos estatales mediante favoritismos y sobornos.
El caso abre un debate para nuestro país, donde la corrupción sigue siendo un obstáculo estructural para el desarrollo, pues este flagelo cada día se multiplica más y más. De acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción 2024 de Transparencia Internacional, el país obtuvo 39 puntos sobre 100, ubicándose en el puesto 92 de 180. Albania, con 42 puntos y el puesto 80, está un poco mejor, pero ha decidido apostar por la innovación digital como respuesta.
En Colombia, los escándalos de contratación pública se repiten con alarmante frecuencia. Ante esta realidad, la pregunta es inevitable: ¿Podría Colombia aprovechar la experiencia albanesa e implementar un “Diella criollo” para vigilar sus recursos públicos?
Un sistema de estos podría detectar sobrecostos injustificados o patrones de colusión entre empresas, garantizar transparencia publicando cada paso del proceso de licitación en plataformas abiertas y accesibles para la ciudadanía, y asistir imparcialmente a funcionarios y usuarios, reduciendo la necesidad de intermediarios que, con frecuencia, terminan siendo facilitadores del soborno.
En Colombia existen herramientas como SECOP II y sistemas de control de la Contraloría General de la República, pero su eficacia se ve limitada por la falta de interoperabilidad, la saturación de información y la resistencia de ciertos actores políticos a perder espacios de discrecionalidad. A lo mejor con Diella podríamos, ahí sí, acabar con los penosos sistemas de licitaciones “sastre” que tanto atacamos de la mano de la Cámara Colombiana de Infraestructura.
Sin embargo, sería ingenuo pensar que una “ministra digital” resolvería por sí sola un problema tan complicado. La corrupción en Colombia forma parte de un entramado político y económico que involucra a partidos, contratistas y estructuras criminales. La IA puede cerrar puertas a prácticas corruptas, pero necesita un marco normativo sólido, supervisión independiente y, sobre todo, voluntad política.
Replicar el modelo albanés sin los debidos ajustes es caer en un espejismo tecnológico. De hecho, allá están pendientes de su aprobación por parte de las autoridades judiciales. Si los algoritmos no son auditables ni transparentes, podrían reproducir sesgos o incluso abrir nuevas brechas de manipulación. Cualquier intento debe incluir controles ciudadanos, veedurías civiles y un compromiso serio del sistema judicial para sancionar con rigor.
Colombia no puede seguir atrapada en el círculo vicioso de los escándalos, la indignación y el olvido. Incorporar la inteligencia artificial en la lucha anticorrupción sería una apuesta audaz que pondría al país a la vanguardia de la innovación pública en América Latina. Ojalá haya autoridades que piensen en esto en Colombia.
Diella es todavía un experimento. Pero su existencia envía un mensaje potente. Colombia tiene la oportunidad de mirar ese espejo y preguntarse si está lista para dar un salto hacia un Estado más transparente, eficiente y confiable.
TOROS:
Muy triste ver cómo la Corte Constitucional nos quitó para siempre la oportunidad de seguir siendo una ciudad taurina. Ese golpe nos dará muy duro a partir del 2027. Tal vez nos hizo falta tener parlamentarios amigos de la tauromaquia, como Luis Emilio Sierra o Luis Guillermo Giraldo, al menos en la época en que fui alcalde de Manizales.
¿Cómo se van a ambientar las ferias anuales del futuro si no hay temporada taurina? Será muy difícil que lleguen visitantes nacionales y extranjeros en la primera o segunda semana de cada enero a ver festivales de la trova o campeonatos de tango.