Doctor Eduardo Kronfly: Aproximación a un Gran Maestro, presente en Oriente y Occidente
Cuando lo escuché la primera vez, quedé embelesada. No sólo era un goce intelectual escuchar el lúcido discurso de un ser con tanta y diversa cultura, sino el acercarme a un gran hombre, un hombre de principios, de luchas por lo justo, empático con toda la humanidad y defensor sin tregua por lo que la define: la dignidad humana.
Hablaba sin detenerse, con una precisión perfecta en los tonos, una voz cálida y a la vez contundente, y la fluidez sin límite de su pensamiento, dejaba asomar sin reservas, la fuerza de quien no renuncia a sus sueños. Improvisaba sin esfuerzo alguno, y el placer de escucharlo era igual al de escuchar un maravilloso contador de historias. Las suyas eran enriquecidas por esa amalgama de conocimientos que derrochaba en sus conferencias.
Conocía el planeta al dedillo y podía con su mente recorrer el mapamundi, para darle siempre este contexto geográfico a los hechos. Amaba la filosofía, la literatura y el arte, y sus referencias a ellos siempre estaban presentes. Nuestra historia completa estaba en su cabeza, como estaba la condición humana y la divina, pues también conocía con precisión las religiones, y libros como La Biblia y el Corán.
Su capacidad de análisis crítico estaba en todos los temas, sustentado en el saber y no en las distorsiones del mismo, que se han hecho para manipular nuestra visión del mundo. Era un espíritu libre que no se dejaba atrapar en ningún fanatismo o ideología, que podía escuchar o exponer con objetividad las diferencias, pero que tenía esa bandera de la integridad en la defensa de las justas causas. Un hombre que le daba todo el valor a la palabra y al respeto a los otros. Un gran Maestro, un gran ser humano, un enaltecedor ciudadano del universo. Me refiero a quien tuve la fortuna de que fuera mi Maestro, al doctor Eduardo Kronfly Kronfly, quien para dolor de todos ha partido, pero de quien es imposible despedirse pues queda en nosotros por siempre, como también queda su valioso legado a la academia.
Soñaba con la posibilidad de hacerle una entrevista, y unos días antes de su muerte en un evento que realizó la Embajada de Palestina, hablamos de ello y la aceptó gentilmente, por lo que empecé a prepararme de inmediato. Pero la vida nos negó ese proyecto, y ahora, en deuda y agradecida inmensamente con él por todas sus enseñanzas y calidades humanas, sólo puedo intentar aproximarme a su historia, sus enseñanzas y pensamiento, como un pequeño homenaje. Trataré de reseñar algunos de los temas que más lo apasionaban y de los que siempre aceptaba hablar generosamente, a sabiendas que había que educar con ellos, así tuviera que repetirlos. Y ojalá motivar a quienes no lo conocen, para acercarse a tan valioso Maestro, y con él a la historia e importantes aportes del medio oriente, y a Palestina, desde su historia milenaria, hasta la realidad que vive ahora, mientras da al mundo el ejemplo de la resistencia inmensa de un pueblo arraigado en sus raíces y que defiende lo suyo, lo que aún no le han quitado, así el mundo lo deje solo en su lucha.
La llegada de los Kronfly a Colombia

La historia y cultura de Colombia, al igual que la de muchos países de Suramérica, están enriquecidas por las migraciones del exterior, que llegaron desde finales del siglo XIX, y una de las más importantes es la árabe.
En el Medio Oriente se vivía desde esa época y aún antes, el declive del imperio otomano, que tenía entre sus dominios la denominada Gran Siria, y los árabes luchaban por su libertad. Los franceses e ingleses en su desbordado colonialismo y su avidez por ese estratégico y valioso territorio, engañaron a los árabes haciéndoles creer que lucharían por su causa contra los otomanos, lo que en efecto hicieron, pero planeando apoderarse luego de la región. Y así fue. Cuando los árabes creían que alcanzaban su libertad, aparece una historia de confabulaciones, declaraciones, acuerdos y tratados, que desde 1914 tendría además como telón de fondo, el inicio de la primera guerra mundial.
La situación para los habitantes de esta región se volvió muy difícil e incierta. Para los árabes sería pasar de una colonización a otra. Buscando salidas y la posibilidad de una vida sin zozobras, muchos decidieron emigrar a América. Me cuentan que la mayoría no sabía a qué país llegarían y que al arribar a Cuba, unos iban hacia el norte y otros hacia el sur. Y entre los migrantes, ellos sí conociendo su destino, llegaron los Kronfly a Colombia.
Para hablar de la vida del doctor Eduardo Kronfly Kronfly, recurro a la bella semblanza que le hiciera su hijo y tocayo el doctor Eduardo Kronfly David, también un brillante profesor y humanista, en las excelentes tertulias académicas y cursos, que ofrece la Embajada de Palestina en Colombia. A ellos dos y a otros excelentes maestros, muchos hemos podido acercarnos, gracias a la Embajada.
Supimos por el doctor Eduardo que los padres del Maestro llegaron de Siria en 1922. Familiares de la señora Kronfly ya habían venido a establecerse acá unos años antes. La pareja había partido de la ciudad de Homs, de reconocida importancia histórica. La primera percepción de esta tierra, tan generosa en su riqueza natural, los emocionó, al llegar a Barranquilla en barco, después de un viaje de varios meses. Luego debían continuar hacia el interior del país, por el río Magdalena, como lo hiciera Jiménez de Quesada siglos antes. Tenían familia en el interior del país y fueron a buscarlos para instalarse de forma definitiva en nuestra tierra. Así llegaron a Honda. Dejada la vía fluvial, debían continuar por la compleja topografía del país, a lomo de mula, en viajes de algunos días de un pueblo a otro. Colombia a principios del siglo XX era muy rural y apenas empezaba a asomarse a lo que se denomina desarrollo.
En el viaje nació el doctor Eduardo, el mayor de siete hijos, y fue registrado en Manizales. La familia continuó hacia Pereira y luego a Cartago, donde se establecieron. Su padre descubrió desde su infancia, la capacidad y pasión de su hijo por el estudio, y decidió, terminado el bachillerato, enviarlo a estudiar a Bogotá, donde inició Derecho en la Universidad Nacional. Siendo estudiante, y recomendado por un profesor que le había reconocido sus dotes de redacción, empezó a escribir en el periódico El Siglo, y se vinculó a la política en el partido Conservador. Su carrera de abogado la concluyó con tesis laureada. En el periodismo pudo acercarse a los más destacados políticos e intelectuales de la época y su inteligencia y liderazgo lo llevaron a ocupar importantes cargos desde muy joven. Primero fue concejal en Cartago y ya en Bogotá concejal de la ciudad dos veces. Fue desde presidente de las juventudes del conservatismo, hasta Representante al Congreso.

Acá me detengo porque cuando conocí su hoja de vida y supe de esto, deduje que él y mi padre, otro hombre a quien admiro sin límites y quien también estuvo en el Congreso en esa época por esa colectividad, tuvieron que haber sido amigos, lo que me emocionó profundamente. Conservadores como ellos no responden al imaginario de una visión conservadora del mundo. Eran intelectuales humanistas de firmes principios, que amaban la literatura y en especial la poesía. Sus discursos políticos por tanto, estaban enriquecidos con su cultura y son muchas veces piezas literarias. Hombres de honor en su palabra, pero que además la amaban en su belleza, riqueza y precisión.
No es de extrañar que la Academia terminó cautivándolo y acogiéndolo del todo. Fue profesor desde 1953 y a lo largo de toda su vida en muchas universidades. Sus conferencias académicas las pudimos escuchar hasta sus 100 años con desbordante lucidez. Pero su tarea fue más allá y fundó la Fundación Universidad San Martín y fue Decano en la misma, fue rector de la Gran Colombia y la Universidad Libre, y decano de Derecho de esta última. Profesor de casi todas las disciplinas que el Derecho comprende: Derecho Constitucional, General, Internacional, Probatorio, Diplomático, de Minas y Petróleos, además de Geopolítica y cátedra sobre Tercer Mundo, y cátedras del Mundo Árabe y el Mundo Islámico.
Vio la necesidad de asumir la misión de divulgar conocimientos sobre la historia y cultura de Oriente, y la importancia definitiva que tuvo en la de occidente. Y asumió lo que se convertiría en un liderazgo, como el profesor que más difundió la historia de oriente y en especial la de Palestina. Muy consciente era el Maestro de nuestra gran ignorancia sobre oriente, también fomentada por la prepotencia de occidente con la suya. Hizo parte de importantes organizaciones árabes como Fearab, COPLAC y Asoárabes.
Pienso ahora que aún en muy buenas bibliotecas que miraba fascinada desde niña, nunca vi un libro que se titulara La sabiduría de Oriente. El que sí estaba en todas era La sabiduría de Occidente, de Bertrand Russell, que por supuesto atrapaba. Y aunque en los estudios básicos de Historia del colegio se mencionara, en los orígenes de la escritura e inventos como la rueda, a la primera y gran civilización sumeria, pasábamos de largo por ella y por otras, para centrarnos luego en los griegos. Poco se nos dijo y aún ahora muchos desconocen, como los griegos se enriquecieron con todo ese legado que les llegaba de estas culturas, a través de los árabes. Después, como ocurrió tantas veces en la historia, se manipulan o ignoran conocimientos que se asocien con otras religiones o que pongan en riesgo la verdad que sobre la religión ya se ha construido.
El caso es que Oriente se intentó desdibujar, dejándolo tras un velo, como los del imaginario colectivo de la bailarina sensual cubierta con uno, en un mundo literario como las historias de las Mil y una noches o simplemente se lo ignoró. Los que amamos las letras, entre los pocos libros de escritores árabes que leímos en la juventud, estaban Omar Khayyam en el Rubaiyat y Khalil Gibran, quien nos cautivó con El loco, o El profeta, y que vivió la mayor parte de su vida en USA. Aunque en occidente conocimos a Khayyam como poeta, Oriente lo exaltó como matemático, astrónomo y filósofo.
Vuelvo al Maestro. En relación a sus dos realidades, sus fuertes raíces árabes y colombianas, su hijo se refiere a su sincretismo. Su inmenso amor por Colombia, pero siempre teniendo presente su lugar de origen y al Medio Oriente que amaba tanto también. Y como dijo en esta semblanza de su padre, “el mundo académico e intelectual le permitieron trabajar estas realidades”. Y aclara, “pero también se necesita un amor propio, por la humanidad, por la historia, por el territorio, por el origen, y no todos los seres humanos tienen esa consideración hacia su pasado, hacia sus raíces, hacia su origen, pero también, pocas veces, hacia su presente, hacia su patria, hacia su realidad. No solamente quiso un mundo árabe mejor y luchó y sigue luchando por ello, sino también una Colombia mejor por la que luchó y sigue luchando, sin pensar que eso es oriente y esto es occidente, sino que hay una manera de hacer mejor la vida que es vivir con amor el tiempo que habitamos, sabiendo recordar de dónde venimos y sabiendo proyectar para dónde vamos”.
En la Iglesia al despedir a su padre, dijo que había sido “un hombre ludomistético, un hombre de lucha. Me refiero a la virtud de la valentía. A ese arrojo con el cual el hombre que conquista el universo, debe asumir su realidad. Un hombre que sabe descubrir ante la adversidad, una posibilidad más para seguir creciendo. Esa lucha debe ser con mística, pensada, con valores, con principios, con trascendencia… Un hombre ludomistético también sabe luchar con estética. Limpio, puro, con buenas maneras y formas, con altura, respetándose a sí mismo, pero también respetando al adversario. Un hombre ludomistético es aquel que reconoce en el otro su dignidad y en ese momento demuestra también su dignidad. Esa es la estética de la lucha. Y con esa mística, el triunfo o la derrota deben asumirse para seguir avanzando. Mi papá es un hombre de causas. De causas justas, de causas nobles, de causas verdaderas, de causas ciertas”.
“El libro nació en oriente”

En sus conferencias y clases magistrales sobre los aportes del Medio Oriente a Occidente, insistía en el hecho de que occidente inicia la historia de la humanidad con Alejandro Magno y con los griegos. Y luego, siempre expresando emoción por esa historia anterior, empezaba a hablar de esas primeras civilizaciones de los sumerios y los acadios, ubicados en el corazón de ese medio oriente, lo que convertía su territorio en puente entre Asia y Europa, Asia y África y África y Europa. Sumeria estaba ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, por lo que le darían el nombre de Mesopotamia, palabra que significa entre dos ríos.
Los aportes de sumerios y acadios a nuestra historia y cultura son invaluables, y gracias a las expediciones y excavaciones arqueológicas de estos siglos últimos, han sido reconocidas. En tablillas de barro, donde con signos diseñados como cuñas, aparece el legado de la escritura cuneiforme y de esta cultura, descubrimos su mitología, sus matemáticas, su poesía y su literatura, consagrada en el Gilgamesh. La historia épica de un rey intrépido, el de Uruk, y donde se narra también un diluvio, leyendas que seguramente fueron recogidas de la tradición oral. Los sumerios crean las primeras grandes ciudades y la arquitectura de los templos, alrededor de los cuales se manejaba el poder político. Religión y poder estaban unidos, y legitimado el segundo en la primera.
Hace unos meses en la Feria del libro de Bogotá, donde tuvo dos magistrales intervenciones, el Maestro decía: “Estamos aquí en la feria del libro y de la cultura, y es bueno recordar o que se sepa, que el libro nació en el medio oriente, que la literatura nació con los sumerios, que la filosofía y la religión, la ciencia, las matemáticas, nacieron en el medio oriente con los sumerios y acadios. El primer libro que el hombre escribió fue el poema de Gilgamesh, y el segundo, el poema de la Creación. Son la primera manifestación del espíritu, la primera acrecencia del alma, la primera muestra del conocimiento y de la poesía, en estos libros primigenios del medio oriente.”
Se detenía en todas las invasiones y colonialismos de que ha sido objeto el medio oriente. Llegan los sumerios, los acadios, los asirios, los babilónicos, los egipcios, los istros, los persas, Alejandro, los romanos, y el imperio turco otomano hasta el fin de la segunda guerra mundial. Vendrían luego los colonialismos ingleses y franceses. Y en este siglo Israel sigue colonizando a Palestina ante la indiferencia de la comunidad internacional, y grandes potencias extranjeras intervienen en el medio oriente propiciando o impulsando guerras, en defensa de sus intereses.
De Alejandro el Grande, contó sobre los genocidios que cometió a su llegada al medio oriente, y también cómo se enamoró de esta región, donde se quedó a vivir y murió. Dos siglos, después de Cristo, en el largo dominio romano, se detenía en el Emperador Constantino, y en la historia de su madre Helena, quien después de visitar la tierra santa, terminó convenciendo a su hijo de adoptar el cristianismo, el cual se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano.

De personajes de occidente que se enamoraron de oriente, citaba por ejemplo a Napoleón Bonaparte, a quien definía como el más grande colonialista de todos los tiempos y genocida en Egipto y en Siria, quien se fascina tanto con la cultura antigua de los egipcios y de las antiguas civilizaciones, que resuelve llevar a Francia a los más importantes científicos de la época. Y también los más famosos poetas y escritores franceses como Rimbaud, Verleine, Mallarmé, Chateubriand, Lamartine, escriben amorosamente sobre el medio oriente. Se refería al gran pintor Delacroux, pues sus más importantes y bellas obras están referenciadas al mundo de los árabes. Deteniéndose en Machado citaba este fragmento de un poema: Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron/ -soy de la raza mora, vieja amiga del sol-, /que todo lo ganaron y todo lo perdieron, / tengo el alma de nardo del árabe español.
“No nos enseñan que el Derecho romano viene de oriente”
Uno de sus reclamos como gran abogado y docente, era decir que poco se contaba a los alumnos, que el Derecho romano que se enseñaba, no era de origen romano, sino que nace en el Medio Oriente. Cinco siglos después de haber llegado al medio oriente, los romanos tienen necesidad de articular su mundo jurídico. Para esto, narraba cómo fueron convocados por Justiniano, emperador romano de origen griego, los grandes juristas del medio oriente, Tribuliano y Modestino, de origen sirio ambos.
Fueron los sirios los padres del derecho romano y quienes emprendieron la tarea de integrarlo en un texto, mucho después de estas primeras civilizaciones del medio oriente donde se llegó hasta el famoso código de Hammurabi. Hablaba de Teodora, esposa de Justiniano, quien sostuvo el poder gracias a ella, cuando enfrentó a una sublevación venciendo a los alzados y siendo declarada como heroína. “A partir de ahí ella gobernaba más que él”, recalcaba, y fue crucial su papel en la unificación del Derecho romano.

Mujeres de Oriente
Se detenía en otras valiosas mujeres, la mayoría muy poco recordadas, que tuvieron un importante protagonismo en la historia del medio oriente y el mundo árabe semita. Bellas, inteligentes, valientes, como la Reina de Saba, quien al visitar al Rey Salomón para acuerdos comerciales, lo deja enamorado y le inspira el famoso Cantar de los Cantares. De Dido, o Elisa, quien debe huir de su tierra después de que su hermano matara a su esposo por robarle su riqueza, pero enamora a otro Rey, el de Jarbas, que le brinda hospitalidad y luego tierra, para fundar el reino Cartaginés, a Cartago. La reina geómetra usó su talento ante la pregunta del rey de cúanto territorio quería, para pedir la extensión de una piel de camello, sorprendiendo al rey, pues hizo un hilo con la piel del animal y tuvo un territorio extenso.
De Semíradis, quien llegó a gobernar ese gran reino creado por Sargón en el medio oriente. Intelectual, políglota, y a la vez una guerrera que extendió el imperio hasta Irán, la antigua Persia y todo el norte de África. Gran gobernante y desconocida en el mundo occidental. De Zenobia, reina de Palmira, creadora de su imperio y de la ciudad a la que daría inmensa belleza, y que expandiría su reino, después de sublevarse a los romanos. Una mujer extraordinaria conocida como la reina guerrera y de profunda formación académica, que enfrentó por varios años al emperador Aureliano, defendiendo su estratégico territorio, hasta que fue apresada. Reconocida como filósofa, matemática, física, alquimista y astróloga.

En las Cruzadas, un precursor del DIH
No olvido su completa y elocuente historia de las siete cruzadas, a las que subyace la indignación que muchos compartimos, de que en nombre de la Iglesia, y con una bandera con el símbolo de Cristo, se pudieran desatar tamañas violencias y oprobios. Yo quería contarle una historia de rebeldía infantil que seguro le suscitaría una sonrisa, cuando las monjas del colegio en pleno Siglo XX, quisieron imponernos ser cruzadas. De ellas había escuchado a mi padre decir que eran violentas y guerreras, lo que corroboré con el himno que nos enseñaron de forma obligada. Me negué entonces a pertenecer a ellos y por fortuna mi padre me defendió con las exaltadas monjas. Imagino su sonrisa si la hubiera escuchado. Las cruzadas surgieron con el objetivo de recuperar para la cristiandad los lugares sagrados, que estaban en manos de los turcos, pero pronto prevalecieron sus intereses económicos sobre los religiosos. Y con fundamentos supuestamente espirituales, llegaron a matar, a destruir y a robar sin culpa o compasión alguna. Fueron convocadas por Papas y lideradas por reyes europeos. Narraba como Godofredo de Bouillion, en el siglo XI en la primera cruzada, maravillado por el esplendor territorial de esa zona por su fertilidad, escribió a los franceses, “Aquí hay unos productos que no los conocemos y cuyas semillas debemos trasladar a Europa.
Una a una narraba las ocho cruzadas, pero se detenía en la tercera. Lo escuchamos varias veces, hablar con emoción de Saladino, el Sultán de Egipto, de quien decía, era el precursor de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. Saladino gobernaba Jerusalén después de recuperarla. En esta tercera cruzada que emprendió Ricardo Corazón de León, Saladino no solo apoyó a Ricardo con un caballo cuando murió el suyo en combate, para estar en igualdad de condiciones, sino que al estar enfermo le dio tregua en la batalla y lo ayudó a recuperarse. Cuando estuvo preso al final y este le preguntó si lo mataría, Saladino respondió: “Un rey no mata a otro rey”. Y después de un armisticio le dio tierra a Ricardo y a su gente para que se establecieran. Aclaraba que lo de Corazón de León fue un calificativo que le dio el mismo Saladino. Ricardo era rey de Inglaterra, Ricardo I. Saladino llegó a ser admirado por cristianos y musulmanes por su carácter caballeroso, prudente y sabio. Tuvo un manejo de conflictos desconocido hasta entonces, donde se podía conciliar y hasta tener gestos de generosidad con sus contrincantes, desde que logró vencer a los cruzados en Jerusalén que ya llevaban nueve décadas y permitió que los vencidos pudieran abandonar la ciudad.
Partición y ocupación de Palestina

Palestina, estado del que recibió con sobrados méritos, su calidad de ciudadano honorario, fue sin duda uno de los grandes amores del Maestro.
Narraba el contexto de la historia de su partición desde el siglo XIX, con el tema de la problemática de los judíos y Europa. Insistía en la confrontación que siempre existió entre judíos y cristianos en ese continente desde el siglo XIX, y recordaba como la persecución a los judíos alcanzó notoriedad con el famoso juicio de Dreyfus, cuando los franceses fueron derrotados en la guerra del 70 a finales del siglo XIX por los alemanes, y en un proceso contra Dreyfus, Secretario del Estado mayor francés, de religión judía, por espionaje y traición, fue degradado y en un segundo juicio fue revocada la sentencia condenatoria.
Este episodio produjo un escándalo de resonancia mundial que fue aprovechado por los judíos, para una intensa propaganda de pueblo perseguido. Pero también contaba de esa prevención que tenía Europa con los judíos, en los que no tenía confianza, y llegaba hasta lo que a muchos daba argumentos: el hecho de que los judíos habían entregado a Jesús a los romanos, para su juicio y muerte.
Teodoro Herzl, un periodista judío austríaco, publicó el libro El Estado judío, y promovió las reuniones de los judíos, al fin de ese siglo e inicios del XX, para conseguir ese Estado para ellos. Poco después, se produjo el Acuerdo secreto Sayks Picot, entre el Reino Unido y Francia, representados por los funcionarios cuyos apellidos le dieron el nombre Mark Sykes y François Georges-Pikot, con el que dividieron el territorio del medio oriente y otros, para ocupar lugares estratégicos para el comercio mundial. Traicionaban así a los árabes y a su lucha por la libertad, antes de terminarse la primera guerra mundial, pues fue firmado en 1916, y formalizado en 1920 por la Sociedad de Naciones, al ser vencedores de la guerra que concluyó en 1918. Condición para ponerlo en marcha. Pero se suma a esto la Declaración Balford. Por la cual la corona británica aparecía ofreciendo un territorio que no era suyo a los judíos, el palestino, para que establecieran su hogar nacional. En la manipulación de la declaración Balford estuvieron el ministro Balford de relaciones Exteriores, judío, el señor Beiskman, un judío inglés muy importante en el proceso armamentista durante la guerra, y quien fuera gobernador de Palestina mientras los ingleses gobernaron y el banquero Rothschild a quien iba dirigida la carta y en la que se consignaba “la generosidad inglesa” que les ofrecía el territorio palestino.
“Los ingleses estaban siendo ya inducidos por unos intrigantes del mundo judío, no semitas ellos”, subrayaba el Maestro, muy importantes en la época. “Esta declaración tenía solo dos párrafos cortos. En el primero Inglaterra, que no tenía una historia en el territorio palestino, lo ofrecía a los judíos como si fuera suyo. En el segundo, mañosamente decía, que no se debían perjudicar los intereses de los nativos, sin mencionar a los palestinos”. Esta nefasta declaración sentenció la problemática tan dolorosa que viven países como Siria, Líbano y Palestina e Irak.
A partir de ahí, con la figura de Mandatos quedarían instituidos los de Inglaterra y de Francia, y se crearían los países que ahora conforman la región. Mientras tanto se discutía el lugar que sería escogido para la “nación judía”. Herzl había formalizado con este nombre esa mezcla de Estado y religión, y a la vez el sionismo. Recordemos que el judaísmo es una religión. Sin embargo, se hablaba de un Estado judío, lo que es una contradicción. Y el sionismo se volvió el brazo político de Israel, y es respaldado por una continua maquinaria de propaganda, denominada Hásbara. El sionismo logró que se perpetúe formalmente esta denominación un siglo después, en 2018, cuando por aprobación de ley, Israel se declara Estado Nación Judío, lo que deja por fuera de derechos a la comunidad árabe y musulmana que también la habita.
Pero volviendo a los inicios de esta historia, otros judíos buscaban opciones para ese Estado, como Argentina, o el Congo, y contaba el Maestro que Ben-Gurión buscó a Hitler para solicitarle Madagascar. Pero la suerte para Palestina ya estaba echada con esta intervención temprana de los británicos para escogerla y ofrecerla. Y también a partir de ahí, se iniciaron desplazamientos de judíos europeos a Palestina, en una proporción que aumentaba con el apoyo del mandato inglés.
El mandato británico en Palestina también generó violencia y éxodo. “Cuando termina la segunda guerra mundial, los ingleses ya están exhaustos e incapaces de detener los enfrentamientos entre palestinos nativos y judíos invasores, e informan su decisión de entregar el gobierno de estas tierras a la ONU recién creada”.
La Carta fundacional de la ONU se firmó el 26 de junio de 1945. Foto: ONU/Yould
En su historia del siglo XX, y después de explicar todos los hechos y ardides que se produjeron los primeros siglos y que determinarían la suerte de Palestina, narraba en detalle cómo llegó la ONU en 1947, tan recién creada, a proponer la partición de Palestina, desde los antecedentes que se venían dando en los inicios del siglo XX y el propósito de grandes potencias de disponer del medio oriente y en este caso de Palestina. Es cierto que se intentaba resarcir a los judíos de Europa, ya nacionalizados en muchos países, de las persecuciones y del holocausto. Dos años después de nacer la ONU en 1945, después de la segunda guerra mundial se propuso la partición de Palestina, en proporciones que no eran justas. No sólo no se consideraba a los nativos para dividir su territorio, sino que se les daba menos porcentaje de tierra. “Y la menos fértil”, insistía el Maestro. Los judíos poco después declararon constituido el Estado de Israel, e invitaron a pobladores de todo el mundo con el mínimo parentesco, a llegar a esa tierra. También llegan judíos europeos de muy diversos países y pocas raíces en ese territorio.
En la declaración de su origen, Israel se declara como un país laico, es decir que separa religión y Estado, pero la realidad es que la religión judía sigue siendo la condición para la nacionalidad inmediata. El sionismo y la Hásbara, lograron utilizar la historia vivida en Europa y la Biblia. Se reafirman ideas como la tierra prometida, el pueblo elegido, el pueblo de Dios. Para la mayoría de nosotros es difícil concebir un Dios con preferidos y que acepte los métodos violentos para conseguir territorios ajenos.
En estos hechos que se dieron en la ONU y que contradecían la Carta fundacional que la regía, el Maestro siempre resaltó la postura de Colombia, representada por Alfonso López Pumarejo, liberal, Embajador ante la ONU en el gobierno de Mariano Ospina Pérez, presidente conservador. Insistía en la vergonzosa manipulación que ejerció EEUU con los votos latinoamericanos, en total 20, ya que eran un gran porcentaje frente a un total de 57, total de miembros ese año, consiguiendo que muchos votaran a favor. Y en detalle contaba con un sentir de orgulloso colombiano, cómo Colombia fue uno de los países que se abstuvo con contundentes argumentos, que el doctor López, parte también del Consejo de Seguridad por nombramiento de la Asamblea pero sin derecho a veto, expuso en la Asamblea.
“Colombia no vota la partición porque en la Carta de la ONU no está autorizado que este organismo pueda crear, partir o desaparecer Estados. Sería mejor y menos costoso ahora que Europa estaba en paz, que los judíos puedan volver a sus países con apoyo económico para reiniciar sus vidas. Y sería una gran injusticia histórica decidir quitarle a un pueblo parte de su ancestral territorio”.
Pero la resolución fue aprobada y Palestina se partió, además de forma inequitativa para sus habitantes con la promesa de creación de dos Estados. El de Palestina nunca se hizo efectivo, mientras poco después de la resolución Israel crearía su nuevo Estado. Para los palestinos empezaría la Nakba, o la catástrofe, que desplazó a más de 700.000 personas. Los conflictos y enfrentamientos que se dieron durante el gobierno británico entre los nativos palestinos y los judíos europeos que llegaban, continuaron y se acrecentaron después de una partición, que para nada consideró la opinión del pueblo afectado.
Y ante una historia injusta y dolorosa que después de 75 años aún no se resuelve, sino que se acrecienta con la ocupación de Israel después de la guerra del 67 y que aún continúa, el Maestro repetía una frase que era como un grito de resistencia y esperanza: “Palestina fue, es y será”.

Después viene una historia de ocupación, más allá de lo otorgado, por parte de los israelíes, que se fortaleció después de la guerra de 1967, cuando al ser vencedores se apoderaron de territorio que no devolvieron, y que sigue día a día, poco a poco, con los asentamientos de colonos que no se detienen, en una abierta, ilegal y continua ocupación de territorio, cometiendo con los habitantes palestinos todo tipo de vejámenes. Un actuar ilegal que va en contravía de lo estipulado por la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Una ocupación y apartheid que no se detienen, que ha dejado miles de muertes y destrucción en Palestina, y ha llevado a un enfrentamiento desigual en fuerzas, entre los que tratan de defender su territorio y los invasores.
Cualquiera puede ver en los mapas cronológicos de Palestina, hasta qué punto se ha perdido su territorio y en muchas zonas apenas quedan puntos de resistencia en el mapa. Por ser una causa absolutamente justa la de Palestina, se vuelve tan incongruente cuando se habla de derechos, la indiferencia de la comunidad internacional frente a este genocidio lento. Una causa que debe ser de todos los defensores de derechos del mundo, una causa de la humanidad. “Han pasado 75 años y los árabes palestinos, hay 4 millones, situados en la periferia de su antigua patria, siguen luchando por recuperar los suyo”. “Al salir de Palestina cada palestino lleva la llave del portón de su viejo hogar. La conserva en el sitio del exilio que esté como símbolo con el sueño de algún día retornar. Israel hoy es militarmente el tercer Estado más poderoso sobre la tierra. No sólo produce armas con el auxilio científico de Inglaterra y de los occidentales, sino que reciben permanentemente en términos de dólares y de armas físicas, el auxilio de los Estados Unidos. Las fuerzas sionistas tienen hoy su centro en New York y proveen a Israel de préstamos constantes en cantidades sin límite del gobierno norteamericano y también a la contribución alemana, obligada a pagar so pretexto de indemnización, la tragedia de los judíos en la época del régimen nazista… 75 años y han ocurrido guerras producidas por el colonialismo norteamericano y el colonialismo europeo, en múltiples lugares: En Corea a la cual partieron, en el Viet Nam, donde inicialmente lo partieron, en Eritrea, en la India, en Paquistán, en Siria, en Afganistán, en Irak, en Irán, en Yemen. Guerras en esos lugares a donde van las tropas del mundo occidental con los EEUU, guerras cruentas, pero temporales. No confrontaciones tan atemporales, tan prolongadas como la de Israel y Palestina”
Sobre Organismos Internacionales
El maestro mostró siempre, como es natural con los que estudiamos el tema, una gran decepción de los organismos internacionales creados para la defensa de la paz y los derechos humanos, y resaltaba que hayan sido tan inoperantes frente a la causa palestina. “Han pasado 75 años y la ONU nunca creó otro Estado y no ha acometido la tarea de resolver el conflicto entre judíos palestinos y árabes palestinos que lleva tan prolongado tiempo”.
Aunque la asamblea de la ONU mayoritariamente se solidariza con Palestina frente a las acciones ilegales y violentas de Israel, sabemos que las decisiones efectivas se dan por resoluciones vinculantes emanadas del Consejo de Seguridad.

Este Consejo tiene cinco países con posibilidad de veto y permanencia incuestionable, como atribución que se dieron los que se denominaban vencedores en la segunda guerra mundial, al reglamentarlo cuando se creó la ONU: Francia, Inglaterra, EEUU, Rusia y China, y en esta lista presente el aliado incondicional de Israel. “La ONU ha sido insensible ante semejante tragedia. Siempre, cuando los israelíes comenten actos genocidas como nunca antes en la historia, y son llevados estos crímenes al Consejo de Seguridad de la ONU, EEUU, apoyado por el Reino Unido, veta el proyecto de Resolución destinado a darle término al conflicto. 70 votos norteamericanos han hecho imposible que el Consejo de Seguridad, resuelva el conflicto y les otorgue a los palestinos sus derechos históricos”, repetía el Maestro.
También resaltaba como los medios de comunicación distorsionan la información del medio oriente o simplemente la ignoran, así sean diarias las noticias de palestinos asesinados.
Aclaración de conceptos
Le gustaba precisar conceptos, conociendo la confusión de términos e imaginarios que aún nos rigen. Aclaraba la diferencia que existe entre el mundo musulmán y el mundo árabe. Recalcaba siempre que musulmanes son quienes practican el Islam, una religión que cobija a 1.700 millones de personas, de muchos países. Los árabes son 300 millones y practican distintas religiones incluido el islam. Palabras como israelitas, del Antiguo Testamento e israelíes, ciudadanos de Israel. Conceptos como antisemita, la palabra siempre manipulada y escuchada, cuando alguien cuestiona o critica algo de Israel, término del que se hizo dueña la nación judía, cuando los semitas son ante todo árabes. Y de las acepciones de semitas, como descendientes de Sem o como raíz lingüística de diversas lenguas. Fue crítico de las empresas bélicas de la Iglesia Católica y como cristiano, siempre así se definió; crítico de ese Dios vengativo que se retrata en el Antiguo Testamento, que hablaba con ira y deseos de aniquilar a todo el que fuera un infiel pecador.
Insistió siempre en esa coexistencia que se daba en la región y que se sigue dando, de las tres grandes religiones monoteístas. Nadie le impedía a un cristiano visitar lugares sagrados y ahora para los palestinos muchos están vetados, o por muros y puestos de control no pueden acceder a ellos, cuando toda la historia apasionante de Cristo fundada en el amor al prójimo, se dio en tierra palestina.
A esto se suman los imaginarios creados en los últimos siglos por la desinformación manipulada y la falta de estudio del tema, que hace afirmar a algunos que los musulmanes o los palestinos son terroristas. No se cuenta como a media noche ocupan las casas de los palestinos o las destruyen, o como otros están hacinados en una cárcel amurallada a cielo abierto, como lo que vive Gaza. O como les queman sus cultivos de olivo tan ligados a sus raíces y a su corazón. Y a pesar de ser tan desigual la lucha, nadie puede negar un legítimo derecho a la defensa cuando se ocupa su tierra y se ataca sin piedad a sus habitantes, incluidos los niños palestinos a quienes se mata o se apresa como un rito cotidiano, sin ninguna compasión ni respeto por sus derechos.
“Nos ocultan a grandes filósofos”

Refiriéndose a la filosofía, otra de sus pasiones, y a los filósofos árabes que tanto aportaron a Europa, empezando por España donde llegaron a establecerse, afirmaba el maestro: “No nos enseñan que el racionalismo comienza filosóficamente con Aberroes, Algazel, Abicena, Alkindi, Alfaradi, Avespace, entre muchos otros. Nos ocultan estos grandes filósofos. Y no nos enseñan que ellos antecedieron a los grandes filósofos europeos como Kant, Hegel, Nietzsche. Estos filósofos árabes eran además médicos, astrónomos, sabios en la ciencia, matemáticos. Llevan a occidente los números arábigos y le entregan al mundo el sistema métrico decimal que es el que nos gobierna”.
Decía que cuando nace la cultura nace una nueva explosión del espíritu, y el Corán que subsigue a la Biblia, recoge de ella muchas cosas. Y aunque se nos dice que fue Marco Polo quien inició la ruta de la seda en el siglo XVI, enfatizaba que en la época de Mahoma ya transitaban esa ruta y aún antes, los comerciantes de oriente, quienes la recorrían desde el centro de África, hasta los confines del mundo occidental por las riberas del mediterráneo.
Agricultura, arquitectura, idioma
Los árabes también llevan a occidente los grandes sistemas agrícolas y frutas como los cítricos, limón, naranja, mandarina, peras, duraznos, uvas. Enseñan a sembrar y trasladan el sistema de riego del medio oriente de los sumerios y acadios. Desde los sumerios los árabes cultivaban el arroz, el trigo, la cebada y con ellos el pan y la cerveza, y con sus olivos el aceite. Supieron crear y utilizar el riego, a partir de sus grandes ríos. Y con esos aportes que recibió España, se lleva esta cultura gastronómica a toda Europa. Pero también llegó la cultura, el arte, la hermosa arquitectura. “Los turistas, comenta, en sus viajes a España, buscan visitar Sevilla, Granada, Córdoba para embelesarse con el aporte arquitectónico artístico que los árabes dejaron. Y esa cultura también llegó a Colombia a través de los españoles y encontramos arquitectura árabe en muchos lugares del país, como el barrio La Candelaria en Bogotá y en Villa de Leyva, Monpox, Cartagena, Popayán etc. No olvidemos que los árabes fueron expulsados de España en 1492, el mismo año en que poco después llegan los españoles a América”.

Esta arquitectura del medio oriente la define, como una arquitectura que nace con el arte, con el gusto y el sabor de una arquitectura romántica, poética, parte de una cultura que luego exaltarían los ingleses. Cita a Toynbee, famoso historiador británico y filósofo de la historia, quien al referirse a las culturas, se refiere a la cultura árabe como la más brillante y la califica como la cultura mágica. “Esa cultura nos llega a América con Cristóbal Colón, con el idioma, con la gastronomía, el arte y la arquitectura. No olvidemos que cuando los reyes católicos derrotan a los árabes, salen los gobernantes árabes, pero los árabes españoles que se desarrollaron en la península durante 800 años, allá quedaron y muchos llegaron con los españoles”.
“Nuestro idioma tiene entre 4000 y 5000 vocablos árabes y como afirma el secretario perpetuo de la Academia de la Lengua, entre las voces más románticas, más poéticas, más musicales del idioma castellano son las voces árabes. Y son muchos los apellidos de origen árabe en nuestra cultura iberoamericana, también fonéticamente hermosos, así como existen muchos sustantivos comunes que son palabras árabes incorporadas a nuestro idioma”
“Las raíces de nuestra cultura están en oriente”
“Las raíces de la cultura están en el medio oriente. El gran legado civilizatorio del mundo occidental está en el medio oriente, pero el mundo occidental se obstina en ocultar estas raíces tan hermosas que vienen para enriquecer y crear cultura en el mundo de occidente europeo, cultura que es la que nosotros en América hemos recibido como legado de occidente. Somos cultura occidental, pero nunca nos llevan a sus raíces, raíces del medio oriente que extiende su cultura hacia el oriente , hasta el indo y más allá del indo, por el mar Negro y el mar Caspio hasta el norte central de Europa, por el mar mediterráneo al norte de África y por España hacia Europa occidental. Yo los invito a que adentren un poco su conocimiento con la aprehensión de esta cultura meso-oriental, donde el hombre por primera vez aprendió a hablar, donde el hombre por primera vez aprendió a escribir, donde el hombre por primera vez le dio como gran legado el primer libro a la humanidad y los primeros versos. Cultura completamente ignorada. Los invito a que traten de conocer los antecedentes de la cultura de occidente, que es la que nos ha llegado con el arte, con la poesía, con la literatura, con la ciencia y con la filosofía”.
Concluyo con la cita de Kipling, que citara el Maestro, de quien decía abogaba por ese desencuentro, “oriente es oriente y occidente es occidente y nunca se encontrarán”, que sin duda pretendía quitarnos la posibilidad de encontrar y aprender nuestra historia completa, lo que no podemos aceptar. Partir la visión del planeta es dejarnos también con medio mundo. Conocer la historia a medias es no conocerla.
Como le escuché decir tantas veces, “lamento tener que ir a zancadas porque cada tema amerita uno o más capítulos”. Así me tocó ir por algunas de sus enseñanzas que son innumerables y que se pueden recrear muchas veces.
Presente siempre
Fue como bien lo expresó su hijo, un patriarca, de la familia, de una gran comunidad árabe y colombiana, de la causa Palestina. El Canciller del Estado de Palestina, S.E. Riad Malki, lo definió como “el mejor Embajador de Palestina en el mundo”. El Embajador de Palestina en Colombia, S.E. Raouf Almalki, expresó que “no existen palabras para expresar su grandeza” y que “la humanidad perdió a una de sus más cálidas almas”. El Presidente de la COPLAC, Rafael Araya, dijo que “era un genio”.
Palabras que sin duda merece, como los homenajes y condecoraciones que recibió en su vida y ahora después de su muerte. Tuvo distinciones como la Gran Cruz de Oro, otorgada por el Congreso y la Gran Orden de Jerusalén, entre muchas otras, y este 10 de noviembre en el Congreso, en un foro especial por Palestina, se le otorgó la Condecoración Póstuma Orden Mérito a la Democracia, en el grado de Gran Comendador.
El gobierno de Palestina le otorgará la Medalla de la Amistad y la Embajada de Palestina en Colombia anunció que creará el premio Eduardo Kronfly Kronfly, para enaltecer aportes a la causa palestina.
Creo que el homenaje que podemos hacerle todos, es aproximarnos a sus enseñanzas y en lo posible divulgarlas. Buscar un despertar que el mundo necesita, para unirnos fraternalmente, defender lo justo y luchar por ello. Saber que no podemos renunciar al sueño de una Palestina libre. ”Mi generación no va a ver el restablecimiento de los derechos del pueblo palestino. Pero la juventud, como en la época del Sultán Saladino, verá que los extraños algún día saldrán, y asistirá al restablecimiento del hogar palestino y al ejercicio total de la soberanía de cada uno de los países árabes, sistemáticamente atacados por el mundo occidental”.
Que este gran hombre, que Brecht hubiera definido como imprescindible, porque toda su vida luchó con integridad y con el sustento de sus inmensos conocimientos, sea un ejemplo para todos y se mantenga en un presente siempre, porque sin duda lo está y lo seguirá estando.
Reproducido de: palestinalibre.org