29 de septiembre de 2025

A los caldenses

8 de marzo de 2022
Por Humberto de la Calle
Por Humberto de la Calle
8 de marzo de 2022

Las actuaciones recientes de la Fiscalía en relación con actos de corrupción presuntamente cometidos por personas que se desenvuelven en el entorno del senador Mario Castaño han llenado de estupor a la comunidad de Caldas y de los departamentos vecinos. También ha causado alarma en la nación entera.

Como dijo la Corporación Cívica de Caldas en reciente comunicado, será la justicia la que decida sobre la responsabilidad final de esos hechos, incluida la evaluación penal de la conducta del mencionado Senador.

Pero lo que es inocultable es que el ejercicio de la política en Caldas ha venido sufriendo una progresiva degradación. Lejos están aquellas épocas de juventud, cuando nos enorgullecíamos de ser el Departamento Modelo de Colombia.

De Aquilino Villegas, Fernando Londoño, Hernán Jaramillo Ocampo, Ramón Marín Vargas y Guillermo Ocampo Avendaño, entre otros destacados líderes, al día de hoy, es mucha el agua que ha corrido bajo los puentes, y no propiamente el agua más pura. Por el contrario, esas aguas vienen recogiendo la miseria de una política sumida en la corrupción.

Creo que el domingo hay una oportunidad para corregir el rumbo. Los caldenses deben reflexionar sobre la necesidad de encauzar el ejercicio de lo público dentro de linderos éticos claramente definidos. Exigir honestidad y cumplimiento del deber, no debería ser el objetivo de la discusión pública. Por el contrario, debería ser apenas una base obvia, un punto de partida.

Caldas y su capital, Manizales, tierra de mis raíces, ha perfeccionado su crecimiento por la línea de la educación, la investigación y el gran potencial que esto implica. Propuse hace poco, recogiendo iniciativas de distinguidos caldenses, la creación de un Instituto para la Prevención de Desastres. Imagino algo de talla mundial. Tenemos el músculo académico y la experiencia, acumulada desde la época de la Corporación para la Defensa hasta las vicisitudes que ha causado volcán nevado de El Ruiz. Es un sueño, pero es un sueño posible.

Para esto necesitamos unión, confluencia de voluntades, creatividad y voluntad política desde lo público y lo privado. Pero nada de esto podrá ser realidad, si lo público es apenas un botín para el enriquecimiento personal y para la orgía de gasto electoral que es el primer paso para instalar la corrupción como la madre del sistema político. Si alguien habla de invertir miles de millones de pesos en una campaña, ¿qué espera ese alguien? Con seguridad por su mente no pasa el bien común, ni el servicio público. Es hora de reaccionar.