28 de marzo de 2024

La Urbanización de La Aurora y el progreso en Manizales.

23 de marzo de 2017
Por Luis Fernando Rosas
Por Luis Fernando Rosas
23 de marzo de 2017

Por: Luis Fernando Rosas Londoño

Desde el año 2003 en las discusiones que se dieron por el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), los potreros de la finca La Aurora pasaron de  suelo rural a suelo de expansión, estudios que establecieron: “Se puede urbanizar y no afecta el ecosistema”. Lo mismo sucedió con las veredas como El Rosario por el peaje Las Pavas hacía Chinchiná, Kilómetro 41 y en el 2007 con lo sucedido en Morrogacho y Betania, cerca de Bosques del Norte. En esa ocasión la ciudadanía protestó y hoy es ejemplo de progreso y oportunidades de vivienda para muchas  familias.

Comprendo la preocupación de los habitantes del barrio Minitas, la Personería de la ciudad, algunos ambientalistas y red de veedurías; que si se sientan a dialogar con estudios y razones de quienes construyen, comprenderían que la reserva del Río Blanco no se afectará, lo que hay que hacer es defender la quebrada Olivares y no botar escombros como lo vienen haciendo algunos; las fuentes hídricas deben tener un plan de preservación por aquellas empresas que construyan allí.

La actual Personera de Manizales, la abogada salamineña Tulia Elena Hernández quien se  desempeñó como Delegada de la Personería para el Medio Ambiente, junto al grupo de ambientalistas y delegados  deben analizan sin juicios de valor y con razones referenciadas este proyecto, así  observarán que no se afecta la reserva del Río Blanco. También entenderán que Manizales es una ciudad con poca capacidad de crecimiento urbanístico. Recordemos lo que sucedió con el barrio Galán en épocas de invierno: deslizamientos, desplazamiento y muerte. Es por ello que se requieren zonas con mayor estabilidad para que personas de  escasos recursos puedan acceder a una vivienda digna, económica y con facilidades de financiación.

Estudié a fondo las posiciones y la propuesta de los constructores y opositores a dicho proyecto y concluyo que  construir en La Aurora  no afecta la biodiversidad, al proponerlo como una biociudadela, modelo moderno  que tiene relación  con el medio ambiente. Se ha demostrado que la reserva está por fuera  del río Blanco, no sufren las fuentes hidrológicas y en nada incide en el suministro de agua para Manizales, además se proponen más de 23 hectáreas de nuevos bosques y zonas verdes. Esto es excelente.

Según estudios Tierra Viva, fundamenta su propuesta como “Primer proyecto inmobiliario de Colombia que compensará la huella de carbono que es el impacto que deja la actividad urbana en el planeta cada día”. Considero que si se siembran más plantas, se hace pedagogía con  quienes se oponen a esta ciudadela y  se comprometen entre todos a separar los residuos en la fuente y defender los afluentes (ríos), todo funcionará bien.

Esta columna la escribe alguien que fue autor como concejal de Bogotá del acuerdo 197 de 2005, que creó para toda la existencia humana en la Capital la Semana del Medio Ambiente del 1 al 7 de junio, con actividades lúdicas en entidades del gobierno, colegios y escuelas  para sensibilizar a los Bogotanos en el cuidado de los recursos naturales como el agua, aire y tierra, además autorizamos presupuesto para el comité técnico Interinstitucional llamado CIDEA, para obligar a realizar estas actividades en plena época de cambio climático. En Manizales los invito a dialogar y no oponerse sin razones a proyectos tan significativos. Este proyecto es una oportunidad que no debe aplazarse.