Suplementación con silimarina conservaría mejor el semen porcino refrigerado
Por: Agencia de noticias Unal
En porcicultura la biotecnología más utilizada para la reproducción es la inseminación artificial, que en un 95 % se lleva a cabo con semen refrigerado. “Cuando hay refrigeración cambian todas las condiciones naturales a las que estaban expuestos los espermatozoides en el sistema reproductor masculino. Al disminuir la temperatura se afectan parámetros como la movilidad y el potencial de la membrana mitocondrial, es decir que se afectan el funcionamiento y la capacidad fertilizante de la célula”, explica Kelly Vanessa Zapata Carmona, magíster en Ciencias – Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.
Esto sucede especialmente porque hay un desequilibrio entre los antioxidantes propios del semen y las “especies reactivas de oxígeno”, que cuando se acumulan disminuyen la capacidad fertilizante de la célula y hacen más difícil que la reproducción sea exitosa.
En este contexto, la investigadora planteó suplementar los espermatozoides de los cerdos con silimarina, un extracto natural obtenido de las semillas del cardo mariano (Silybum marianum).
“Este componente se había estudiado en células hepáticas y cardiacas, y también en algunas investigaciones con espermatozoides bovinos, ovinos, humanos y porcinos pero a nivel terapéutico, es decir añadiéndoles a los espermatozoides una sustancia tóxica para evaluar el efecto protector de la silimarina”, explica la magíster.
En este caso, la magíster Zapata estudió la silimarina y tres de sus componentes (silidianina, silicristina y silibinina) como protectores durante la refrigeración. “En la Estación Agraria San Pablo de la UNAL Sede Medellín nos ayudaron a recolectar 15 eyaculados de 5 machos porcinos (3 eyaculados por animal), a los que se les realizaron pruebas de movilidad y cinética espermática, y además de funcionalidad de la membrana plasmática, es decir su calidad”.
Así se realizó la evaluación
Durante 5 días, por 96 horas, teniendo las muestras a 16 °C. “A partir de estas evaluaciones se determinaron las mejores concentraciones de silimarina y sus componentes. Dichos tratamientos formaron parte de una segunda fase, en la que se evaluó el perfil oxidativo en las mismas condiciones de almacenamiento, es decir, el efecto de la refrigeración en la producción de especies reactivas de oxígeno, en la capacidad antioxidante total y en la actividad mitocondrial”, agrega.
“Así encontramos que la silimarina y las otras tres moléculas pueden mejorar la calidad de los espermatozoides sometidos a refrigeración, siempre y cuando se utilicen cada una de ellas en las concentraciones adecuadas. Por ejemplo, con la silidianina a 10 y 20 micromolares obtuvimos mejores valores de movilidad total y progresiva, aunque en cantidades más altas, como 60 micromolares, había una reducción en la calidad espermática”.
La silidianina fue la molécula con efectos de mayor protección. Con ella, en todas las concentraciones (10, 20, 40 y 60), la disminución de la calidad espermática fue menor. “A mayor concentración de esta se logró incrementar la capacidad antioxidante total y un mayor porcentaje de actividad mitocondrial. La silicristina, por su parte, al aumentar las concentraciones fue la molécula que mayor impacto negativo generó”.
Estos resultados son promisorios, entre otras cosas porque se trata de un antioxidante natural que sería más amigable con el medioambiente. “Además, la búsqueda de un medio de refrigeración que permita conservar mejor la calidad espermática persigue el objetivo de no tener que usar el semen inmediatamente, a los 3 o 5 días, sino que el efecto protector sea tan bueno que pueda refrigerarse por más tiempo. Esto nos llevará a una reproducción más exitosa, a un mejor aprovechamiento del macho y a una mayor rentabilidad en la producción porcícola. Nosotros tuvimos dosis que al quinto día todavía conservaban muy buena calidad, lo que nos da indicios de que podrían seguir almacenadas por más tiempo”, agrega la investigadora.
En este mismo sentido, el Grupo de Investigación en Biotecnología Animal (GIBA) de la UNAL Sede Medellín y el profesor Giovanni Restrepo Betancur siguen estudiando otros antioxidantes alternativos para la conservación de semen porcino, no solo en refrigeración, sino también en condiciones de congelación.