Los CIEN DÍAS de Luz Piedad
Sin embargo, en aras de estar arraigada en nuestro medio esta cortesana audiencia abordemos el tema de la administración de Armenia por tratarse de una ciudad que ha estado atosigada por la corrupción oficial de la mano de empresarios privados indolentes.
Tras un repaso sin profundidad todos sabemos, al menos que la actual alcaldía se haya desatendido del asunto, que las administraciones de la Milagro han sido en los últimos tiempos un nido de ratas. Para qué repasar si con solo advertir el sinnúmero de cacos en la cárcel con eso basta. Ah, claro y eso que falta lo que reventará en los próximos días en torno a otros u otra que han creído pasar de agache.
RELACIONES CON EL CONCEJO
La doctora Luz Piedad Valencia ha tenido, por razones de sobra, una luna de miel evidente con un concejo que nuevamente se constituye en una prolongación del ejecutivo. Esto nadie lo cambia mientras exista el bajo perfil y la poca o ninguna preparación de los agraciados ediles (así se les llamaba antes).
Las pequeñas gabelas y las dádivas traducidas en contratos y puestos sigue siendo la tradición mientras que el control político es una retórica empotrada en los manuales pero lejos de la práctica.
El resultado más contundente fue la elección de funcionarios para la contraloría y la personería mientras el trámite del plan de desarrollo y el presupuesto es vergonzante pupitreo. Discusiones marginales, mientras el presidente del concejo se ha convertido en un altisonante predicador de buenas costumbres como si estas no fuesen materia inherente a las obligaciones de sus pares.
Paz política por sustracción de materia.
CRISIS EN EPA
Dadas las circunstancias con que se ha abordado el tema de las Empresas Públicas la situación se repite y el mensaje es que aquí se hace lo que nos dé la gana y que esta entidad, aunque no resiste más tropelías, va por el mismo sinuoso camino de despelote por el que lo han llevado por décadas.
No se evidencia un aire nuevo.
La junta directiva es un cuerpo extraño de las entrañas de la administración, lo que de suyo no tendría que ser malo, pero en este caso sin autonomía y más un grupo de ‘Yes Men’
El caso no revelado oficialmente pero conocido soto voce de la remoción del gerente Juan Carlos Marín, es un hecho que dejó un mensaje negativo porque se trató de una improvisación o exceso de confianza familiar en su ratificación para un mes más adelante sacarlo por la puerta de atrás. En casos como este el ejecutivo no se puede dar el lujo de equivocarse porque demuestra falta de pulso gerencial.
Entretanto, no están claras las cuentas de las compras de los carros para la recuperación del aseo, su rentabilidad o no y el proceso de selección y contratación de los funcionarios para este menester.
La presidenta de la junta de las empresas públicas no sabe qué ocurre al interior de Acuaseo, una subsidiaria que se inventaron para robarse una plata e ignora el monto de los dineros invertidos irresponsablemente y que se perdieron en esta entidad.
La falta de información es el argumento, peregrino por demás.
Y para completar un sindicato que hace muchos años era digno y responsable de la vigilancia de los intereses colectivos hoy está cooptado gracias a las canonjías para sus dirigentes.
En términos generales en Epa no pasa absolutamente nada y la propuesta de reestructuración para convertirla en un eje del desarrollo local no pasó de ser un discurso de campaña.
Por su parte la nueva gerenta decorativa y ‘Yes Woman’
RELACION CON LOS GREMIOS
Por supuesto que los gremios son proclives al amancebamiento con las administraciones públicas, seguramente por razones obvias se convierten en un apéndice de hecho de quienes ostentan el poder.
No es mala la buena relación pero debe existir independencia de criterio sobre temas fundamentales.
Por el momento la relación con los exponentes de nuestro criollo empresariado son muy buenas y obedece al encantamiento sutil de un romance donde los temas sustanciales no se tocan.
Tangencialmente se habla del espacio público pero las respuestas son más retóricas y ambivalentes.
En estos primeros cien días la mutuanza en elogios son parte del desperdicio de tiempo.
ESPACIO PÚBLICO
Vaya dolor de cabeza.
Nada se ha hecho respecto a un tema que debiese estar preparado desde campaña para ejecutarlo en las primeras semanas de administración.
No existe en el país ciudad con más despelote en el manejo del espacio público que en La Milagro.
Esta ciudad, si así puede llamársele, es de nadie. Todos se apropiaron de las calles mientras designaron en la secretaría de gobierno a un taumaturgo que ha creído que con repasar diariamente los vericuetos con un discurso pueblerino puede lograr convencer a unos ciudadanos que necesitan del apoyo oficial y que deben generar recursos de subsistencia, a que dejen su trabajo, sin propuesta alguna que repercuta en su redención y la de todos nosotros.
Los parques son una vergüenza pública. No tienen dolientes. Invadidos por los malos olores y la desidia oficial, inundados por aguas sucias y enmalezados. Oh, memoria de Eunice Restrepo Arias o de la SMP.
Carecemos de sentido de pertenencia.
Los lotes de engorde esos a los que la plus valía les pasa de agache son otro foco de infecciones. En pleno centro se ven a tutiplén, pero no hay ornato no hay nada, así los efluvios malolientes lleguen desde sitios cercanos a los despachos oficiales y se confundan con los de ellos.
CIUDADES AMABLES
Nadie sabe eso con qué se come.
Se habla de millonarias inversiones. Las cifras superan cualquier cálculo, unos hablan para este año de sesenta mil millones, pero ahora solo anuncian que harán dos paraderos de buses.
Movilidad, tema insondable.
Dónde están las propuestas alternativas de vías para descongestionar una ciudad que aletarga con una solución cimentada en un pico y placa anacrónico.
Las veedurías, si es que no las cooptado aun, deben estar alertas para desentrañar las contrataciones y buscar la transparencia como objeto sustancial de reparo público. Se esperan audiencias de adjudicación a la luz plena del día.
Pero en estos cien días Ciudades Amables es bien poco lo que transmite.
Ojalá aprovecharan a un hombre serio e independiente como el arquitecto Camilo Casadiego para que les ayude a mirar por dónde deben ir las cosas.
INDIGENCIA
No existe ninguna acción tendiente a la solución de los problemas de los semejantes indigentes.
Todos los días arriban de ciudades vecinas camiones llenos de despojos humanos que sin ningún norte comienzan su divagación en medio de la alucinación de las drogas.
No hay siquiera un censo que permita saber qué hacer en un hecho sensible y doloroso.
Han hablado de 200 o saltan sin ningún disimulo a 700 aunque la única que trata de visibilizar este hecho social tan notorio es la defensora del pueblo Piedad Correal a quien pocas bolas le paran.
CONTRATACION PÚBLICA
Parálisis por análisis.
Concentración en una oficina jurídica sin elementos infraestructurales para asumir semejante reto lo que ha generado una parálisis objetiva.
Trabajadores en funciones sin aplicaciones legales lo que genera faltas disciplinarias que se vendrían tarde que temprano encima.
EDUA
Nadie sabe de sus funciones aunque designaron a un canchero como Rubén Darío Castillo más como un comodín burocrático del belencismo en subsidio a la colaboración electoral. Corbatín de primera línea. Esa es una de las instituciones que debieran borrar del organigrama municipal por inoperante e inoficiosa.
El ingeniero Castillo está de renuncia.
OBRA PÚBLICA
Anuncio del secretario de infraestructura, Carlos Alberto Naranjo, de la ejecución de tres contratos para resanar huecos en tres barrios de la ciudad.
Visión cortoplacista y muy pobre en materia de inversión.
COMUNICACIONES
Un boletín alusivo a las bondades de la administración, obviamente es su naturaleza. Estrategia no existe porque las buenas comunicadoras encargadas del asunto no tienen herramientas y no se las dan porque eso no importa. Y aclaro que lo de buenas no es peyorativo.
PEPESAN
Qué dolor tan grande.
RELACIONES INTERINSTITUCIONALES
Nulas
RELACIONES CON LOS MEDIOS
Despectivas y atorrantes (diría un argentino)
EL HOMBRE FELIZ
El único, el grande Emilio Valencia Díaz a quien no le cabe la dicha en el carriel.