La cabalgata prende hoy la 56 Feria de Manizales
En efecto, sus fundadores llegaron a este territorio montañoso tras vencer con el machete y el hacha las innumerables dificultades que les planteó una naturaleza agreste y terriblemente hostil.
El caballo, símbolo de la colonización, abrirá la 56 Feria de Manizales. La cabalgata arrancará a las doce del día en el Hotel Carretero y llegará a la parte de atrás del Inem luego de pasar por el edificio Panorama (Avenida Santander), la recta del Coliseo, la avenida Linsay y el parque de La Gotera en la Universidad Nacional.
Este payaso divirtió con sus ocurrencias en la tarde de ayer domingo en el parque de Caldas a chicos y grandes. Es el ambiente preferial que vive Manizales.
La tradición cultural
La Feria de Manizales se posicionó hace muchos años como el evento carnestoléndico más importante de Colombia. La tradición cultural de la capital caldense se pone de manifiesto durante esta semana de enero en que todos los manizaleños se vuelcan a las calles para vivir una feria auténtica, diferente a todas las que se realizan en el país. El certamen de Manizales no se puede comparar en calidad con la Feria de Cali, ni con la Feria de las Flores que se realiza en Medellín, ni con el Carnaval de Barranquilla, ni con el Festival de Blancos y Negros de Pasto, ni con el Festival de la Frontera de Cúcuta. La de Manizales es una feria única, con identidad propia.
La Feria de Manizales es un evento que convoca el torrente turístico del país, sin lugar a dudas. El despliegue periodístico que las grandes cadenas radiales y los canales nacionales de televisión hacen de ella es una prueba de que este evento es seguido con atención en todo el país por la calidad de los espectáculos presentados. Durante este mes Manizales se exhibe orgullosa ante 40 millones de colombianos por la tradición de esta feria que en su versión 56 ofrece atractivos diferentes. La información que aquí se origina con relación a la feria aumenta el rating de los canales de televisión.
El Reinado Internacional del Café es un certamen ferial que le ha permitido a la ciudad proyectarse internacionalmente. La presencia en las calles de Manizales de hermosas mujeres que compiten por obtener la corona le proporciona a la feria un sabor cosmopolita. Este es un evento que rescata un poco las tradiciones de la región cafetera, mostrando a propios y extraños la importancia del producto que mueve nuestra economía. La temporada taurina, por su parte, es uno de los espectáculos que mayor número de turistas convoca en las calles de Manizales. Los toreros que aquí exhiben su arte son los más cotizados.
Los aficionados que asisten a la plaza de toros llegan desde diferentes lugares del país atraídos por la calidad de los encierros que aquí se lidian, y por el profesionalismo de los toreros que cada tarde hacen alarde de valor en el ruedo, despertando admiración en los tendidos. De otro lado, el festival de la trova es una oportunidad para que los repentistas que interpretan las costumbres de la raza antioqueña se muestren en toda su autenticidad. Este es otro de esos espectáculos populares que han posicionado nuestra feria en el contexto nacional. La improvisación que caracteriza el arte de trovar es una manifestación clara de la inteligencia.
Quien esta columna escribe ha tenido la oportunidad de asistir a muchos de los certámenes carnestoléndicos que cada año se realizan en diferentes regiones del país. Y debe decir con orgullo que el único evento que lo ha impresionado por la calidad de su programación es la Feria de Manizales. Y no por simple regionalismo. La verdad monda y lironda es que nuestra feria es única en el país. Ningún evento ha alcanzado la proyección que hoy tiene la Feria de Manizales. Con decir que la temporada de feria se siente desde las primeras horas de la mañana en cualquier rincón de la ciudad. Durante esta semana de enero Manizales se contagia de alegría.
En la feria de Cali, por ejemplo, no se vive ese jolgorio que caracteriza a la de Manizales. Para sentir esa feria es necesario salir a la carrera sexta, o asistir a las corridas en Cañaveralejo, o presenciar el Festival de Orquestas en el Parque de la Caña. En los barrios populares no se siente ese ambiente de fiesta. La Feria de Manizales, en cambio, es todo lo contrario. En cada barrio se vive el evento con alegría. Por donde el turista camine se siente el ambiente ferial. La carrera 23 es un río humano que le da identidad al certamen. Por esta arteria transita toda una ciudad que vive alborozada el evento anual. Algo que no tienen los demás certámenes, definitivamente.