La cabalgata: el abrebocas de la Feria
En la mañana el ajetreo en el punto donde se inicia la cabalgata era inmenso. Mientras unos montaban los aperos sobre los animales, otros peinaban la crin y la cola de sus caballos para exhibirlos con orgullo ante miles de espectadores que a partir de la una de la tarde se apostan sobre la carrera 22 y la Avenida Santander para apreciar el paso de los corceles y las bellas amazonas que aprovechan este acto para mostrarles a los manizaleños su belleza.
A su paso por la carrera 22, desde la calle catorce hasta el sector de Fundadores, los caballistas recibieron el aplauso cerrado de una multitud que admiró la destreza de los chalanes y la imponencia de los animales que trotaban o simplemente caminaban como ofreciéndole a la ciudad el espectáculo de su belleza.
Caballos de todo tipo se pasearon por esta vía que año tras año se llena de curiosos que quieren ver desde ejemplares de exposición hasta animales sin ningún pedigrí cuyos dueños solamente quieren divertirse por unas cuantas horas aprovechando el ambiente de feria que empieza a vivirse en la ciudad desde el momento mismo en que se prepara la cabalgata.
El centro de Manizales prácticamente se paraliza mientras los caballos recorren los cinco kilómetros que separan la Plaza de Toros del sector del Cable. A lo largo de estas 50 cuadras se ubican miles de manizaleños que no quieren perderse el paso de los animales y las personas que las montan. Niños y ancianos, amas de casa que nunca han montado un ejemplar, personas con alguna discapacidad, se dan cita a lo largo de la vía para entretenerse mientras pasa la cabalgata.
Ese ambiente de feria que se vive desde las horas de la mañana cuando llegan los primeros ejemplares, se extiende hasta pasadas las ocho de la noche, cuando la cabalgata llega al sector del cable. La emoción de las personas es la misma durante todo el recorrido. Sólo que al inicio los ánimos apenas se están prendiendo entre los participantes. En cambio, cuando están llegando al sitio donde culmina la cabalgata ya los jinetes y las amazonas han entrado en una especie de furor festivo como consecuencia del licor que consumen durante las casi ocho horas que dura el evento.
La cabalgara es el mejor abrebocas de la Feria de Manizales. Es el termómetro que mide cómo va a estar la afluencia de público a los espectáculos populares programados durante la feria. En este caso, Manizales se desbordó de entusiasmo al paso de los bellos ejemplares que se exhibieron durante la cabalgata.