Feria de Manizales, un certamen sólido
Espectáculos como la temporada taurina, la feria artesanal, tango-vía, el festival de la trova, expo-granja, para no citar sino unos pocos, le han dado al certamen una identidad y un prestigio que ya nadie le arrebata. Bien por Manizales y su Feria.
Visitantes a granel
¿Cuántas personas llegaron a la capital caldense con motivo de su Feria? ¿Quién calcula el número? ¿300.000? ¿400.000? ¿500.000? De todas maneras un número muy grande. Hay que decirlo, sin alegrarnos, obviamente, mucha gente que inicialmente había pensado irse a las playas de la costa caribe cambió sus planes por el invierno que aún afecta a esa región y se vino para Manizales a disfrutar su incomparable Feria. Aquí no encontró mar pero sí hermosos paisajes, gente hospitalaria y querida,
buenos hoteles, magníficos servicios públicos y una programación que, como en botica, tiene de todo.
No le fallaba
José Pardo Llada, el cubano que quiso a Cali como a su adorada tierra, no le fallaba cada año a la Feria de Manizales. Por su volumen sobresalía entre la clientela del bar del hotel Las Colinas. Y se hacía más visible cuando hablaba. Le salía un vozarroooon. Pardo hacía parte del elenco taurino de RCN y compartía set con Loperita. Allí empezaba todos los días de feria la información taurina con notas de ambiente de las corridas, entrevistas con los toreros y el público y su cultura sobre toros que era inmensa. Sacaba datos de su memoria como de un computador. Pardo es hoy uno de los grandes ausentes de la Feria Taurina de Manizales.Falleció en agosto de 2009 en Cali por complicaciones derivadas de una úlcera estomacal, a la edad de 86 años.
Comentarista taurino por excelencia
Pero también hay que destacar a los que todavía vienen pese a su edad y quebrantos de salud. Don Ramón Ospina es, sin lugar a dudas, el comentarista taurino por excelencia. Desde que se iniciaron las ferias taurinas en Manizales no falta en la temporara taurina de enero. Llueva, truene o relampaguée, aquí lo vemos. Manizales para él es lo máximo.Puede estar enfermo y acostado pero si hay toros en Manizales no tiene problema alguno en levantarse y venirse. Así es este don Ramón, raizal, resuelto, echado pa'delante.
Pero escuchar a don Ramón es delicioso. Claro como el agua que baja del Ruiz, preciso, castizo, sencillo. Cada transmisión suya es una magistral cátedra de periodismo taurino que fluye nítidamente por las ondas hertzianas. La emoción de la faena la traslada impecablemente al micrófono para que el oyente la viva y la sienta. Por eso entristece la noticia de que, tal vez, esta sea la última temporada a la que viene don Ramón. Si don Ramón es parte ya de nosotros. ¡No puede ser! Le pedimos al Santísimo que no sólo le de vida sino salud a don Ramón. ¿Y cuándo Manizales le va a hacer el homenaje que nunca le ha hecho? La ciudad está en deuda con él. Los homenajes se hacen en vida.
Termómetro ferial
Definitivamente, la carrera 23 es una de las vías que se convierten en epicentro de la Feria de Manizales. Desde la esquina de la calle 14 hasta el Parque Fundadores esta vía se convierte en un verdadero río humano. Hay momentos en que se hace difícil caminar. Todo porque las aceras están ocupadas por todo tipo de vendedores que aprovechan el certamen ferial para ganarse unos cuantos pesos. Desde vendedores de manzanilla y chorizos, hasta estatuas humanas que llaman la atención por la originalidad de las figuras, de todo se ve en la carrera 23. La gente sale a comer obleas con arequipe, o a comprarse un sombrero, o a disfrutar de una mazorca. Esta vía es un termómetro para medir la aceptación popular de la feria. Porque allí se consigue desde una baratija cualquiera hasta un poncho o una bota para llevar a la corrida.
Se lució con la decoración
En esta versión de la Feria de Manizales hay que destacar el diseño de las carrozas en las que desfilaron por la Avenida Santander y la carrera 22 las candidatas al reinado Internacional del Café. Rubén Darío Ocampo se lució con la decoración. Sobre todo por la originalidad y el colorido. Las carrozas fueron un homenaje a la biodiversidad. Y le mostraron al público que las vio durante el desfile la riqueza de la fauna y la flora en diferentes regiones. Los diseños jugaron alegremente con el paisaje natural. Las figuras de animales fueron bien logradas. Por el ejemplo, el gigantesco oso panda que adornó la carroza en homenaje al Parque Natural de los Nevados impresionó al público por lo bien elaborado.