2 de diciembre de 2024

A un año del final

25 de enero de 2011
25 de enero de 2011

Como se tiene programado, el próximo 30 de Octubre se realizará una gran jornada mediante la cual se llevarán a cabo las elecciones regionales en Colombia, para elegir  a sus dignatarios regionales (departamentales, municipales y distritales), tales como  Gobernador, Diputados a las Asambleas Departamentales, Alcalde, Concejales al Concejo Municipal, Alcalde Mayor de los Distritos o Zonas Metropolitanas, Concejales al Concejo Distrital y Ediles a la Junta Administrativa Local.

Esto en otras palabras significa que  solamente les queda un año para cumplir con las tareas programadas y los ofrecimientos hechos durante su campaña.

Digo yo, si es que todos alcanzan a terminar su período administrativo, porque como van las cosas y las investigaciones que adelantan algunos organismos de control del Estado, no todos le entregarán a su sucesor las llaves de los despachos.

Entre quienes estarían en “capilla” como dicen las señoras, están los alcaldes de Bogotá y de Medellín, investigado el primero por el Carrusel de Contrataciones y el cuestionado manejo de los dineros públicos destinados a obras de infraestructura y el segundo por haber incurrido en incompatibilidad e inhabilidad para el desempeño de su cargo.

Ellos, a quien les sigue los pasos muy de cerca la Procuraduría General de la Nación, serían entre otros los que no terminarían su gestión en el tiempo para el que fueron elegidos.

Claro, puede que las cosas cambien en el tiempo restante y esto no se dé, pero quienes están al tanto de los procesos, aseguran que de un momento a otro el ente fiscalizador podrá pronunciarse en su contra y en una fulminante decisión los inhabilite para el ejercicio de funciones públicas, lo que traería de inmediato un relevo instantáneo de sus funciones..

La imposición de sanciones no solo dejaría en claro la situación de los mismos, sino que se convertiría en un llamado de alerta para los electores colombianos, con el fin de tomar más en serio la selección de sus mandatarios, sin dejarse llevar por el fragor de la política y las promesas que hacen en el marco de sus campañas.

Igual ocurre con gobernadores departamentales, Concejales municipales, ediles, etc, quienes fueron muy amigos de los ciudadanos durante las campañas y una vez elegidos, se olvidaron de quienes con su sufragio los llevaron las altas posiciones.

Para  el caso de Bogotá para citar un solo ejemplo, en lo que resta de la alcaldía de Samuel Moreno Rojas, dudo mucho que alcance a entregar en un año la primera línea del Metro que tanto ofreció para conseguir votaciones. Dudo mucho que alcance a entregar las fases de Trasmilenio restantes, si tenemos en cuenta que todas las obras están retrasadas de acuerdo con el programa elaborado.

Sin ser “ave de mal agüero” no le veo mucho futuro a los cientos de obras iniciadas, cuyo resultado final no se ha visto hasta el momento y que por la lentitud de los trabajos tienen a la capital sumida en un caos de movilidad.

De lo que sí estoy seguro es que el Partido Verde de cuyas toldas salieron los tres últimos alcaldes de Bogotá, no volverá a tener esa misma opción. Con los resultados obtenidos por sus pupilos en la Alcaldía de Bogotá, el segundo cargo más importante del país, creo que a nadie le quedó deseo alguno de votar por ellos.

Que no salgan a decir los funcionarios  que por culpa de la tragedia dejada por las lluvias y el invierno en general, no alcanzaron a cumplir con su gestión. No señores. Una cosa es la administración de la que debe encargarse el Gobernador, el Alcalde, los concejales, etc, y otra es la emergencia.

De las emergencias se encargan la Defensa Civil, la Cruz Roja, la Dirección de Prevención y Atención de Emergencias, los hospitales, los Bomberos, la Policía Nacional, y todos los organismos creados para tal fin.

Del manejo del Estado se encargan los funcionarios elegidos a través del voto popular.