Qué pena con Brasil
Por las razones que fueren, no deja de ser impactante, desde el punto de vista noticioso, que el poderoso Brasil, pentacampeón mundial de fútbol, tenga que pasar en blanco las dos fechas FIFA del mes de septiembre por no haber encontrado “rivales dignos” para juegos de preparación. Eso era impensable hasta ahora, porque nunca faltaba una extensa fila de países que querían y nunca podían tener una oportunidad ante la canarinha. Como quien dice, de vez en cuando, a los ricos también les toca llorar.
Se afirma que el problema radica en que no se pudieron encontrar selecciones de peso, y en consecuencia, el técnico Mano Menezes optó por reunir en Barcelona a 22 de los jugadores que actúan en Europa, para un microciclo “productivo”, que sin duda incluirá sesiones de trabajo frente a oncenos regionales de menor nivel, y a puerta cerrada. En familia.
Menezes dijo a la prensa de su país que la FIFA no ve con buenos ojos el llamado “matching” del fútbol, con exceso de cruces entre las grandes potencias. Se trata, sin duda, de una excusa para explicar lo sucedido, que por cierto no parece tener asidero, sobre todo si toma en cuenta que Argentina pudo montar un partido nada menos que contra España, el brillante campeón de Sudáfrica 2010. Cuando las uvas están verdes…
En el fondo puede ser que Menezes no quiera hacer ensayos ante contendores de tercera clase, según su leal saber y entender, para dedicarse por el momento a la tarea de observación tranquila de los nuevos valores. Ya se sabe que la Confederación Brasileña quiere un radical viraje de recambio, tras el desplome con Dunga en canchas sudafricanas. Para ello puede servir un tranquilo retiro en la ciudad condal.
De hecho, Menezes declaró para O Globo (1) que después de esta etapa inicial de labores, espera sacar conclusiones valiosas que apuntalen el arranque definitivo a partir del mes de enero del 2011, cuando ya confía en poder disponer del plantel base y de una idea clara de lo que pretende.
En la concentración de Barcelona solo estarán “europeos”. Se olvidó del contingente doméstico, con sentido práctico.
El juvenil atacante Philippe Coutinho, del Inter de Milán, figura entre las novedades. También llaman la atención el portero Diego Alves, del Almería de España, y los centrocampistas Douglas Costa y Fernandinho, quienes vendrán del frío de Ucrania, donde actúan con el Shakhtar Donetsk, para mostrarse en los terrenos de Cataluña.
Philippe Coutinho, de 18 años de edad, tuvo destellos en el Vasco da Gama antes de saltar el charco y unirse a las finales interistas. Todavía, como es obvio, se encuentra en proceso formativo, y se presume que no ha expuesto su máximo potencial técnico y físico. Una estrella en ebullición.
En síntesis, Brasil se ve obligado, por sustracción de materia, a una convocatoria sin encuentros amistosos oficiales, lo que no tiene antecedentes en su historial, y el técnico Menezes se las ingenia para sacarle el mejor provecho a la inesperada circunstancia. Al mal tiempo, buena cara.
Colombia sí…
En cambio, Colombia, que otras veces ha sufrido el azote de la crítica por sus problemas para conseguir rivales de prácticas, no afronta el menor problema en tal materia, porque ya confirmó los partidos de las cuatro fechas FIFA en lo que resta del año 2010. También queda abierta la opción de un cotejo adicional entre noviembre y diciembre.
Como cosa rara, y positiva por lo demás, la Federación se puso las pilas (según el lenguaje popular), hizo la tarea y fijó un calendario consistente.
Venezuela será el encargado de medir las fuerzas del grupo tricolor el 3 de septiembre en el estadio de Puerto La Cruz, a las siete de la noche. Cuatro días después, en el Universitario de Monterrey, México, se llevará a cabo el compromiso contra la escuadra azteca que dirige Efraín Flores de manera interina.
Para el mes de octubre están previstos los partidos ante Ecuador (viernes 8) y Estados Unidos (martes 12), siempre en escenarios de Nueva York.
Lo lógico sería que para entonces, el técnico Hernán Darío Gómez ya tenga despejado el camino sobre lo que quiere para sentar bases hacia la Copa América 2011en Argentina y el Mundial 2014 en Brasil. Ello supondría la existencia de un plantel remozado y básico, al que únicamente haya que hacerle ajustes menores con el paso de los meses y la intensificación del plan de adiestramiento.
Hasta ahora, a pesar de que suma tres partidos informales desde cuando reasumió funciones el estratega paisa, se puede decir que Colombia sigue sin pisar tierra firme. Apenas se han dado algunos pequeños pasos y el balance es de poco sustento para lo que debe ser el nuevo impulso prometido.
Se espera que después de octubre el panorama encuentre claridad y marque un horizonte que permita crear un clima de tranquilidad y confianza. Es lo mínimo en medio de las expectativas creadas con el regreso de Gómez.
Vistazo a los estadios
Se produjo una nueva visita de inspección a los escenarios y ciudades que el año entrante serán sedes del campeonato mundial para jugadores menores de 20 años. Todos los informes locales hablan bellezas y revelan que se cumple el organigrama previsto. ¿Será verdad tanta belleza?
Falta por saber cuáles fueron las recomendaciones de la comisión que encabezó el chileno Maximiliano Sánchez, consultor de FIFA y experto en estos aspectos de infraestructura de escenarios. Un principio razonable de duda nos deja espacio para anotar que siempre existen recomendaciones indescartables.
El torneo Sub20 le brinda al país una inapreciable oportunidad para adecuar los estadios, de tal manera que cumplan con todas las exigencias de orden arquitectónico y estructural. Bien se sabe que no hay en Colombia un solo centro del fútbol que supere en el ciento por ciento las exigencias de un recinto moderno. Eso no se puede ocultar, y de ahí que resulte indispensable un control severo sobre las intervenciones que se adelantan.
Sin necesidad de caer en comparaciones con los gigantes coliseos futbolísticos de Europa, Asia y África (que acaba de sortear la prueba mundialista de mayores), bastaría mirar el entorno regional para comprobar que la tarea es dispendiosa y queda bastante por hacer. Los estadios de hoy tienen que ser centros funcionales, cómodos y confortables, en franco romance con la ecología y el ambiente. El aficionado debe sentirse mejor que en casa. Es la tendencia que impulsan la FIFA y el estilo de vida imperante.
Aunque no hace parte del grupo mundialista, constituye una lastima, por ejemplo, que la empresa constructora del estadio del Deportivo Cali en Palmira, cuyo proyecto se basó en modelos exitosos de otros países, hubiera dejado por fuera la instalación de una silletería de punta, al estilo de la que se emplea en el mundo para que el espectador se sienta a gusto. En las tribunas generales predomina el frío cemento. Mala cosa, economía frustrante.
Bogotá, para colmo, perdió la ocasión cimera de su historia reciente al no construir un flamante templo del fútbol con proyección futurista. El pretexto del Mundial era inestimable, pero sus dirigentes enterraron la cabeza y optaron por la línea de los remiendos y las reparaciones locativas en El Campín, sin pensar en grande como les correspondía ante el reto histórico. Se mantuvo el viejo libreto. No hubo decisión política y faltó el coraje para meterse en esta empresa. El cuento del gallo capón.
Se entiende también que el enfoque renovador no se reduce a tribunas remodeladas, camerinos, zonas de prensa, cafeterías, ascensores y estado del campo de juego, entre otras acometidas. También entran en la cuenta las vías de comunicación, medios de transporte, hotelería, seguridad, sitios de parqueo, mercadeo, televisión y todo lo demás que se requiera frente al buen desarrollo del campeonato.
Una vigilancia estrecha, severa e implacable, para evitar el despilfarro o el mal empleo de los recursos, tiene que estar en el orden del día. No habrá la menor excusa para un incumplimiento. Los ocho estadios deberán quedar como tacitas de plata.
Abrumadas por la realidad, crítica y afición podrían unirse a la veeduría oficial para seguir de cerca el avance de las obras y lanzar la oportuna voz de alerta si observan que algo no anda bien. No se debe permitir que se desperdicie un solo ladrillo ni que se empleen materiales de baja calidad, perniciosas y letales costumbres en la que buena parte del país es un experto. Triste liderazgo.
Tiros cortos
*Don Vicente del Bosque, el apacible técnico de los campeones mundiales, reveló la fórmula del éxito en Sudàfrica 2010. La última charla antes de la final contra Holanda no fue una invitación al heroísmo, el repaso táctico o al deber de luchar por el país. Según indica en el diario portugués A Bola, "sólo les dije que el nuestro era un fútbol romántico, que se habían ganado el derecho a participar en la gran fiesta del fútbol y que había que hacer todo lo posible para aprovechar esta oportunidad única en nuestras vidas". Una lección de humildad y sabiduría propia de quienes saben lo que hacen. No viven del cuento.
*Fueron simples aspavientos. El barullo por las parrandas de algunos jugadores del Júnior, que provocó la airada reacción del técnico Edison Umaña, parece que va camino del olvido. Después de las amenazas de drásticas sanciones, todos los protagonistas aparecieron frente al Deportivo Cali, como si nada hubiera pasado. Por lo visto, se acudió a la excusa de que la necesidad tiene cara de perro, y, en últimas el fin justifica los medios, porque Junior no podía afrontar desmantelado un encuentro de tamaño corte. Se habla ahora de establecer una especie de alcoholímetro para controlar los posibles desvaríos de la diversión en los llamados días libres. Habrá que ver si a tales intenciones no se las lleva el viento. Mientras tanto, queda la imagen de la “folclórica” celebración del grupo de alegres compadres tras el primer gol ante Deportivo Cali. Les salió impecable. Al fin y al cabo, la tenían ensayada.
*Se repite hasta el cansancio que los jugadores también son humanos y guardan derecho al desahogo. Algunos, inclusive, consideran que el hecho de tomarse unos tragos en horas libres hace parte de su vida privada. Sin embargo, para no ejercer de catones a ultranza, digamos que por lo menos tendrían que cuidarse de los excesos y del escándalo. Es lo mínimo que se podría esperar, aunque, en el fondo, un deportista profesional debe entender que tiene deberes irrenunciables y por encima de todo, la obligación de cuidar la buena fama y el estado físico. Una noche de farra puede dar al traste con un trabajo metódico de varios meses. Por su oficio y exigencias laborales no puede darse ciertas licencias. En carta blanca, nada peor que un futbolista enguayabado detrás del balón y en cancha llena. Deplorable.
*Mano Menezes, el técnico del Brasil, celebró que el juvenil centrocampista ofensivo Neymar hubiera rechazado una jugosa oferta del Chelsea de Inglaterra, para seguir en las filas del Santos al menos por otra temporada. Menezes es partidario de que los jugadores talentosos que apenas se asoman al estrellato, permanezcan un tiempo razonable en sus clubes de origen, antes de dar el salto hacia las grandes ligas. Quizás navegue sobre las aguas de la utopía, pero bien vale la pena insistir en el intento. Por la propia seguridad del futbolista, porque no siempre termina bien esta aventura. A veces los ponen a cabalgar en equipos de segunda y nunca reciben la oportunidad soñada. Un poco de madurez mientras llega la hora de meterse en la leonera no hace daño.
*Esperamos que el colega Carlos Antonio Vélez tome la mejor decisión sobre su horizonte profesional en RCN, y entre tanto haga oídos sordos ante la jauría implacable que le cayó encima después de su retiro temporal de Futbolmanía. Como decía el viejo filósofo, Vélez dista de ser monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, en particular dentro de una actividad esencialmente de crítica y conceptos con alto grado de subjetividad. Le toca aguantar el chaparrón y seguir firme en lo que sabe hacer. Polémico y combativo, terco o soberbio, como lo quieran encuadrar en los preconceptos, Vélez es una figura que ha dejado huella en la radio y la televisión de Colombia.
*El tenis colombiano celebra por estos días la medalla de oro del bogotano Juan Sebastián Gómez en los llamados Juegos Olímpicos de la Juventud, que este año se cumplen en Singapur. Fue la primera pero no la única. El ciclismo agregó otras dos, con Jonathan Botero y David Oquendo, y la cuenta estaba a punto de subir. De 18 abriles y la dirección técnica de Jaime Cortés, Juan Sebastián ha hecho carrera bajo los aleros protectores de la Liga de Bogotá y el incansable apoyo de su padre, William Gómez, quien sin duda lo aconseja y critica si es indispensable, con el matiz que le impone su amor fraterno. Juan Sebastián, lleno de nervios, mordió la medalla mientras se envolvía en el tricolor. Un gesto propio de la intensa emoción que le provocó el sonado triunfo en tierras asiáticas.
*Ante la ingenuidad de algunos enfoques periodísticos sobre hechos del día, sería hacer bueno recordar manuales. Por ejemplo, ¿cómo llegar a campeón mundial? Si es en el boxeo, y no obstante la proliferación de organizaciones internacionales (AMB, CMB, FIB, OMB, CUB y otras de menor cuantía), no hay golpe de suerte que valga. Asi se trate de un fuera de serie, una especie de fenómeno, se impone una severa mezcla que puede ir desde las condiciones técnicas y físicas, la experta asesoría y el sacrificio en el gimnasio, hasta la experiencia sobre el tinglado ante contendores calificados. Por eso conviene andar con cuidado a la hora de hacer proyecciones para no caer en la trampa de las ilusiones de verano. La temida lona amortigua pero no evita las caídas.
*Los problemas económicos, deportivos y laborales del fútbol colombiano son de vieja data. Por estos días vuelven a escena con los mismos síntomas: atrasos en los salarios, incumplimiento en la seguridad social, pagos fiscales y parafiscales, protestas justas de los jugadores, indisciplina de los jugadores y pésimos manejos directivos. Habrá que retomar la ruta y pensar en soluciones de fondo, antes que en remedios temporales de eficacia volátil. A Coldeportes, que estrena administración, y a las otras entidades competentes del gobierno les corresponderá enfocar la crisis y aplicar las normas con el rigor procedente. Se vive una situación de mentira, de artificio y de falsas expectativas que exige medidas radicales y no de simples buenas intenciones.
*Si de osos se habla, el primer puesto lo ocupan hoy los directivos del América de Cali, por su torpe manejo en el caso del técnico Jorge Bermúdez, y del Junior de Barranquilla, que antepusieron los intereses materiales o comerciales por encima de la autoridad y el decoro ante flagrantes violaciones de orden disciplinario. Primero los puntos y después…veremos.
(1) Deportes, agosto 21-2010.
(Verbienmagazin)