28 de marzo de 2024

La historia de Laura Antonelli: de mito erótico del cine a indigente

5 de junio de 2010
5 de junio de 2010

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Así ha respondido la actriz a la carta que publicó ayer Banfi en el diario “Corriere de la Sera”, en la que lamenta el estado en el que se encuentra Antonelli, de 69 años, a quien vio recientemente después de intentar localizarla durante varios años, preocupado por su salud.

En la carta, Banfi, uno de los actores cómicos más conocidos de Italia, cuenta que se le encogió el corazón cuando acudió a su casa después de 22 años sin verla y ella le confesó: “No creo que me quede mucho por vivir, pero me gustaría vivir dignamente”.

Según el actor, Antonelli, quien saltó a la fama en 1973 con el largometraje “Malicia”, del director Salvatore Samperi, o intérprete de cintas como “El inocente”, de Luchino Visconti, vive con una pensión de 510 euros al mes.

Antonelli estuvo retirada del cine durante años, por causa de una depresión y después de sufrir una condena de tres años y medio de prisión tras ser detenida por los carabinieri que hallaron en su casa 40 gramos de cocaína, lista para ser consumida por la actriz y los invitados a su fiesta. Laura fue absuelta después de nueve años de proceso judicial, y su vida ha permanecido en el punto de mira mediático.

Además, para la que iba a ser la película con la que retomaría su carrera, “Malicia 2000”, la actriz acudió a un especialista estético, que le inyectó colágeno en su rostro, lo cual luego de una reacción alérgica se lo desfiguró. Con ello terminó definitivamente su carrera. Lo último que se supo de ella es que, tras superar una profunda depresión, estaba dedicada a la oración.

Nacida el 28 de noviembre de 1941 en Pola, Istria (territorio antes italiano y ahora croata) y criada en Nápoles, Laura Antonaz [apellido que modificó por el más italiano Antonelli] fue modelo publicitaria hasta que debutó en el cine, a los 23 años, con “Le sedicenni”, de Luigi Petrini. Su esplendor empezó con la década siguiente, la de los años 70, donde brilló primero al lado de Lando Buzzanca en “El mirlo blanco”, de Festa Campanile. Luego vinieron “Sin móvil aparente”, “Doctor Casanova”, “Malicia”, “¡Dios mío, cómo he caído tan bajo!”, “Divina criatura” o “El inocente”, de Luchino Visconti.

La actriz ha agradecido el llamado de Lino Banfi al ministro de Cultura italiano, Sandro Bondi, y al primer ministro Silvio Berlusconi para que se hagan cargo de su situación, pero a través de su abogado ha dicho que no quiere volver a hacer entrevistas o salir en televisión.

“Agradezco mucho a Lino Banfi, porque la ayuda podría brindarme una vida más serena, pero lo que de verdad quiero es que todos me olviden”, afirmó tajante la mítica actriz desde su doloroso retiro.