24 de septiembre de 2023

El sueño ministerial del padre Hoyos

27 de junio de 2010
27 de junio de 2010

Recordemos que el ingeniero Gustavo Robledo Isaza –el gran visionario sin fecha de vencimiento que más sabe de carreteras en Colombia–  fue siempre el candidato  del líder espiritual de los manizaleños, cuando llegara a Palacio un Presidente dispuesto a encomendarle esa cartera a un hijo de la comarca, ojalá desde el mismo día de su posesión y hasta la culminación de su mandato.

El archipreste de la Catedral Basílica y emblemático tambor mayor del civismo, a través de su muy amada Sociedad de Mejoras Públicas, veía en la consecución del apetecido cargo ejecutivo una salida efectiva a la problemática vial que enfrentaba antes de la doble segregación el departamento de Caldas. En esta materia la redención todavía no le llega a la querida provincia norteña que va de Neira a Aguadas y Arma.

adolfo, gustavo y german

En su orden, el padre Adolfo Hoyos, Gustavo Robledo y Germán Cardona

Robledo –dos veces alcalde de Manizales— estuvo 3 años, entre 1978 y 1981 (en los tiempos del presidente Turbay) como asesor del ministro Enrique Vargas Ramírez, posición que, sin embargo, no le dió el juego necesario para cristalizar sus principales empeños que eran los mismos del entrañable sacerdote fallecido en junio de 1970. También acompañó al ministro José Fernando Isaza Delgado en la construcción de la vía al Chocó entre Pueblo Rico y Tadó.  Por la misma cartera pasó fugazmente Rodrigo Marín Bernal, en la compleja gestión del presidente Samper.

El nombramiento del ingeniero Cardona Gutiérrez, anunciado 72 horas después de los comicios del 20 de junio, es un premio a la lealtad observada durante los 16 años en los que ofició como fiel escudero del electo presidente Santos, a bordo de la Fundación Buen Gobierno, creada por el ex ministro bogotano en 1994 para catapultarse al poder tres lustros después.

Conocedores de las ejecutorias del hijo de don Efrén Cardona Chica y de doña Ernestina Gutiérrez anticipan que sabrá ponerle su sello personal a la cartera que dirigirá a partir del 7 de agosto y que su modus operandi será bien distinto al de su antecesor, Andrés Uriel Gallego, el ministro más regañado en público por su nominador en los consejos comunales de los últimos ocho años, por el incumplimiento de las promesas hechas a los auditorios cautivos de los sábados, con televisión en directo y claros propósitos clientelistas.

Aunque no existe una norma sobre la representación territorial en los consejos de ministros, vendrá en cuarenta días el relevo de la obvia vocería caldense, en el gabinete del nuevo gobierno, con la asunción del ex Zar anticorrupción y se reintegrará de lleno al quehacer político el saliente ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, quien compartiría la dirección del partido de la U con el senador electo Juan Lozano.

Ocho palabras le bastaron al entrante Ministro de Transporte, Germán Cardona,  para proclamar su principal objetivo: “Vamos a metérsela toda a este apasionante reto”. ¡Buen viento y buena mar, doctor Germán!

La apostilla:
A propósito del emblemático Padre Hoyos, supimos que le encantaba esta anécdota: El legendario don Liborio Gutiérrez, dueño de prominente abdomen,  aguardaba una mañana a alguien  a dos metros de la puerta principal del antiguo Colegio de La Presentación, en inmediaciones de la plaza Alfonso López. De repente salió una monjita y le preguntó: ¿Qué le pasa, don Liborio?… ¿Está esperando una niña? Respuesta: “De ninguna manera, su reverencia… Yo siempre he sido así,  barrigoncito”.