28 de marzo de 2024

Cuando el rabo es de paja

3 de junio de 2010
3 de junio de 2010

Decía Gardeazábal que el presidente Gaviria era un hombre pragmático, pero utilizando el término de una manera peyorativa y en referencia a su actitud frente a los narcoterroristas como Pablo Escobar. Posteriormente, en el mismo conversatorio y ya por olvido o por otro motivo, el escritor de “Cóndores…” expresó que cuando era alcalde de Tuluá, había tenido una situación bien difícil con la presencia de narcotraficantes o “paramilitares” como se les conocía de una manera un poco eufemística, pero que finalmente había sorteado la situación, permitiendo que esos ciudadanos con mucho dinero invirtieran en Tuluá.

Todo esto lo traigo a colación porque los colombianos padecemos de una desmemoria bien curiosa. Resulta que el señor Alvarez Gardeazábal ha dicho y escrito que sería inaudito que los colombianos olvidáramos que el doctor Mockus, en un arrebato de ira, se bajó los pantalones delante de los estudiantes de la Universidad Nacional. Añade además, que no puede ser posible olvidar que también el mismo personaje se orinara desde un balcón en la Universidad de Manizales, echara agua en la cara de Horacio Serpa durante un debate político y se vistiera de un superhéroe cuando hacía campaña para la alcaldía de Bogotá.

En síntesis, dice Gardeazábal, sería inaudito que los colombianos fuéramos a elegir a una persona como Antanas Mockus, persona que ha incurrido en hechos tan bochornosos como los que se han enumerado anteriormente.

Pero cuando la memoria es flaca y tenemos rabo de paja, dice el refrán popular que debemos cuidarnos de no arrimarnos a la candela. Y a pesar de que los escritores gozan de buena memoria, el señor Gardeazábal se arrimó a la candela, teniendo rabo de paja, pues basta leer en el periódico El Tiempo edición digital de Occidente, el día 15 de mayo de 2010, lo siguiente: “

“En menos de 15 años dos gobernadores y dos alcaldes de Cali no han podido terminar su mandato.

Gustavo Álvarez Gardeazábal fue acusado de enriquecimiento ilícito en 1999. Tuvo que dimitir del cargo de Gobernador de los vallecaucanos al ser condenado a seis años y seis meses de prisión”.

Me quedo pues con Mockus, con su Parkinson y su mostrada de nalga, que con el amigo de alguien que ha tenido cuentas pendientes con la justicia y no precisamente por mostrar las nalgas.