Murió Rafa Galindo, ex cantante de la Billos Caracas Boys
El músico también hizo vida artística en Colombia y Panamá. Sus seguidores lo llamaban El Ruiseñor de la radio.
Galindo falleció a causa de un paro respiratorio. El músico, miembro de la Orquesta Sinfónica, había permanecido internado varios días en un hospital de la capital venezolana.
En un comunicado público, los directivos de la Sinfónica describen que el artista fue un “incomparable representante de nuestra mejor tradición musical urbana desde principios de los años cuarenta, época en la que impuso su estilo romántico-tropical, a través de la orquesta de baile más importante de Venezuela: la Billo’s Caracas Boys”.
El insigne artista había nacido en La Victoria. Comenzó su carrera como cantante muy joven, con el apoyo de su abuelo, quien amenizaba pequeñas fiestas con su agrupación. A partir de entonces siguió en el camino de la música, y más adelante se unió al Trío Antillano. Luego, formóparte de una agrupación más organizada: la Orquesta de los Hermanos Rivas. A los 18 años pasó a otra mucho más prestigiosa: la Venezuelan Boys. A los 25, fue contratado por la Billo’s, fundada por Billo Frómeta. Allí permaneció hasta 1946.
En 1947, forma junto a Víctor Pérez, la orquesta Rafa y Víctor, y en 1960 conforman la Sans Souci. También cantó con las orquestas la Belisario, La Tremenda, y Los Melódicos.
El director de la Sinfónica Municipal lo incluyó en el musical La canción de Caracas, con música de La Billo's y otras orquestas. Galindo permaneció activo prácticamente hasta su muerte. Resumen agencias.
Alfredo Gutiérrez, cincuenta años alegrando a Colombia
Por: Jorge Nain
Siempre he sostenido que Alfredo de Jesús Gutiérrez Vital, ha sido y será por mucho rato el mejor músico completo en la historia del Vallenato, el mejor acordeonero de todos los tiempos: por algo es el único que ostenta tres coronas del Festival de la Leyenda Vallenata.
Recientemente un columnista de este periódico desató una polémica y revivió una vieja rencilla entre músicos vallenatos y sabaneros, en la cual muchos me pidieron que terciara; no obstante, me abstuve de hacerlo, porque consideré que echarle leña al fuego no contribuía sino a ahondar una brecha que no existe y que folclorólogos de ambas regiones se han encargado de difundir.
Alfredo Gutiérrez, a mi parecer, con Alejandro Duran Díaz y Calixto Ochoa Campo, son los músicos en los que confluyen las características de ser vallenato y sabanero, al mismo tiempo. El hecho de haber nacido en Palo Quemao Sucre no ha mermado para nada su capacidad de tocar el acordeón como clásico vallenato, cuando se le da la gana, por eso aunque mi amigo Pascasio Puello dice que lo mejor de Alfredo es su “Raizal estilo sabanero” yo estoy convencido que es y será el único que se puede dar el lujo de interpretar música vallenata y sabanera, como el mejor.
Por estos días “El Rebelde del acordeón” “El Polifacético” “El Trirrey vallenato” ha recibido toda serie de homenajes más que merecidos, pues se encuentra cumpliendo cincuenta años de vida artística, hazaña que pocos alcanzan a cumplir, sobre todo que en el caso de Alfredo, se encuentra con más vitalidad y energía que todos los demás; recibo casi a diario el boletín de prensa donde anuncian sus presentaciones artísticas a lo largo y ancho del territorio nacional y me digo, ese señor que comenzó a tocar profesionalmente un año antes de mi nacimiento, todavía aguanta el trajín de tocar tres y cuatro bailes por semana; definitivamente hay que quitarse el sombrero.
En un hermoso escrito que me envió desde Cartagena mi amigo Pascasio Puello, me cuenta que “cuando Alfredo era apenas un niño recibió como primer apodo artístico “El Jilguero de la sabana”; luego integró al lado de Adonaís Díaz, Víctor Gutiérrez y Arnulfo Briceño, “Los Pequeños Vallenatos”; para el año 1961 ya hacía parte de “Los Corraleros de Majagual” tocando y cantando un Pasebol de sus autoría llamado Un Amor Viejo y una puya de Calixto Ochoa llamada La Puya Rayá, interpretada con bombardino y trombón; como cincuenta años después lo vienen haciendo Peter, Silvestre y otros.
Me cuenta también mi amigo que el conjunto de Alfredo recibió por allá en el año 1966 el nombre de “Los del Cesar” cuando para el sello Sonolux grabó un LP titulado Ingrata Vallenata; luego vinieron trabajos como El rebelde del Acordeón, La Cañaguatera, Romance Vallenato; en fin, han sido 105 trabajos musicales en sus cincuenta años de vida artística, lo cual es bastante difícil de imitar por otro artista Colombiano.
En pasados días, Alfredo recibió un glorioso homenaje de muchísimos artistas vallenatos en Bogotá en un evento denominado Cuarto Festival Vallenato de Bogota Homenaje a Alfredo Gutiérrez y luego en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán la edición 10 de los premios nuestra tierra se celebró en su honor; allí pudimos apreciar éxitos de toda la vida como Anhelos, Los Novios, La Cañaguatera, Festival en Guararé, Ojos gachos, Ojos Indios, entre otros.
Los Vallenatos y los Sabaneros, por igual, debemos sentirnos orgullosos de artistas como Alfredo Gutiérrez, que durante cincuenta años nos han alegrado la vida con su música, nos han hecho bailar por décadas y generaciones, pero especialmente han llevado el nombre de la cultura patria a rincones inimaginables del mundo.
COLOFÓN: Nunca se me cruzó por la mente que un Presidente de Colombia fuera a visitar a mi abandonado pueblo de La Loma dos meses en un mismo mes; bueno, sorpresas nos da la vida; lo triste es que lo hizo no voluntariamente sino casi obligado por los graves problemas sociales que condujeron a los habitantes de esa población a amotinarse y protestar; espero que todo no se quede en palabrerío, sino en soluciones efectivas y prontas que beneficien a mis paisanos y compensen, así sea en una minima parte, los efectos ambientales y sociales que produce la explotación de sus recursos naturales no renovables. El Pilón.