El pabellón de los quemados
Víctor Zuluaga Gómez
Con los resultados parciales que se conocen sobre los escrutinios, ya se puede hablar de unos candidatos y candidatas que sufrieron quemaduras de tercer grado.
En primer lugar el aspirante al senado por el partido liberal en Risaralda, Juan Carlos Valencia (foto), quien no contó con el apoyo del representante a la cámara, Diego Patiño Amariles, pero sí del exalcalde Juan Manuel Arango y el excongresista Octavio Carmona.
Juan Carlos Valencia, quien se presentaba como “El senador de todos”, finalmente fue de nadie, en la medida que con esa división dentro de su partido, contó además con el peso pesado del uribismo, Carlos Enrique Soto, quien obtuvo una victoria contundente en el departamento de Risaralda.
También dentro de las aspirantes al senado se encontraba Elsa Gladys Cifuentes (foto) Aranzazu, candidata de origen conservador, quien dio un salto a Cambio Radical y luego se acomodó en partido de la “U”, para sorpresa de sus seguidores. Digamos que ella fue más rápida que sus seguidores en materia de “cambio” y esto determinó que no alcanzaran a depositar el voto en la urna adecuada, porque los votantes, por lo general, cambian a un ritmo más lento.
Un caso extraño es el de la aspirante a la cámara vivian López, quien obtuvo una mayor votación que Ricardo Valencia, pero este último, en la medida que la votación del partido fue superior a la del liberalismo, le correspondió llegar a la cámara, con votación menor que la que obtuvo Vivian López. En este caso la división del liberalismo pagó un alto precio, pues por lo mismo se retiró Carlos Croswhite, quien hubiera podido captar algunos votos de opinión importantes para el partido y así poder aspirar a otra cámara, fuera de la de Patiño Amariles, por el liberalismo.
La doctora Martha Elena Bedoya (foto) se presentó como aspirante a la cámara por el Partido de la “U”, e hizo parte de una negociación entre Carlos Enrique Soto y María Isabel Mejía Marulanda en el sentido que ésta último no aspiraría al senado y dejaría el camino despejado para la aspiración de Soto, pero era evidente que el pupilo de Soto era Didier Burgos y fue a éste a quien Soto le endosó los votos. En el caso de Elsa Gladys y de Martha Elena sí podríamos hablar de quemaduras de tercer grado, pues ya han fallado en varios intentos. Elsa Gladys como candidata al senado por Cambio Radical y Martha Elena como candidata a la alcaldía de Pereira.
El caso de Sergio Fajardo, a pesar que las quemaduras no fueron de tercer grado, seguramente tendrá que someterse a reflexiones intensivas sobre su proyecto político, que tiene mucho de sello personal pero muy poco de partido como tal.
Triunfo arrollador de Carlos Enrique Soto (foto), quien tiene todo el poder del mundo en sus manos, lo mismo que Samy, quien tiene un hermano exitoso como negociante y de quien recibió todas las bendiciones del caso.
El partido verde, otro gran triunfador, sin maquinarias, con una gran fe en que podamos en el futuro cambiar el país, no de arriba hacia abajo sino de abajo hacia arriba, es decir, por medio de una educación ciudadana, tal como lo propone Antanas Mokus.
