¿Una promesa incumplida?
Al cese de actividades que mantiene en dificultades a una ciudad de más de 10 millones de habitantes, ha generado entre otras cosas lo que se pudiera denominar como un “bajonazo” en las ventas del comercio formal con el consiguiente perjuicio para propietarios y trabajadores.
Además, una ciudad paralizada con problemas de orden público muy serios, ataques con piedras a los buses por parte de turbas enardecidas, bloqueos de calles y avenidas por algunos transportadores, no tiene ninguna presentación.
Lo más preocupante es que el gobierno que encabeza el alcalde Samuel Moreno Rojas, no ha podido darle solución a esta dificultad por la que atraviesa la capital de los colombianos.
Pareciera y así lo ha demostrado el gremio transportador, que ellos son los que tienen el “sartén por el mango” y hacen de la movilidad de la capital lo que mejor les parece, mientras el burgomaestre Samuel Moreno, trata de buscar una solución adecuada al problema.
Esta no es la primera vez que hay un paro de transportes en la ciudad. Muchas veces ha ocurrido lo mismo con graves perjuicios para los usuarios.
Yo no sé con exactitud qué hay detrás de todo esto, pero según lo dio a entender un conductor que habló por televisión en las últimas horas “el gobierno nos ha incumplido con las promesas”.
De qué promesas estaría hablando ese conductor?. No quiero ni pensar lo que ha en el fondo de todo esto.
El rumor callejero señala, que con promesas que no ha podido cumplir, habría logrado el actual burgomaestre hacerse a la votación caudalosa por parte del sector transportador y que como resultado lo pusieron en la posición de Alcalde de Bogotá.
Como no hay un entendimiento entre el gobierno local y los transportadores, las cosas amenazan con seguir de la misma forma.
El hecho que el paro sea levantado hoy mismo, no garantiza que la ciudad vuelva a la normalidad, al menos por las siguientes semanas. El tiempo y el dinero perdido con esta situación, no se recuperan de un día para otro.
Bogotá no puede ser el escenario de enfrentamientos entre conductores enardecidos y la fuerza pública. A varias personas que generan los disturbios y los enfrentamientos con la policía, se les ha detenido con los cargos de “daño en bien ajeno y lesiones personales”.
Mi pregunta en este punto es:
Si amedrentar a las personas que tratan de movilizarse de cualquier manera a sus sitios de trabajo, destrozar los vidrios de los vehículos, hacer disparos con armas camufladas contra la fuerza pública, romper comercios, destruir un CAI (Centro de Atención Inmediata) de la Policía en Bogotá, es solamente un daño en bien ajeno, entonces qué es T E R R O R I S M O ?
Si lo que ocurre en las calles con esta delicada situación y que los televidentes de todo el país han podido ver a través de los diferentes canales, no es terrorismo, entonces qué es Terrorismo?
Esto que está ocurriendo sirve de ejemplo para quienes por estos días hacen campañas políticas para lograr escaños en el Congreso o buscan electores para lograr importantes cargos en la Nación.
A los ciudadanos o dicho de otra manera, a los gremios no se les pueden hacer promesas que no se puedan cumplir, que aparentemente es la razón de los gravísimos problemas que hoy enfrenta Bogotá.