17 de marzo de 2025

Queridos Pola y Polo

18 de marzo de 2010
18 de marzo de 2010

Sus taitas decidieron que no van a averiguar si son mujercita o varón. Prefieren la sorpresa. Ya les tienen fecha para el doble "acigüeñizaje". Claro, se pueden adelantar o atrasar. Ustedes mandan.

Por lo pronto, por decisión de mamá cangura, los llamaremos Polo y Pola, en honor de una heroína de nuestra independencia que la tramó por su capacidad de sacrificio.

Cuando la abuela Gloria oyó la noticia de la llegada de ustedes pegó un grito que dejó sordas a las tórtolas del barrio. El abuelo quedó zurumbático.

La abuela jura que derramó una furtiva lágrima. Él dice que no. Bueno, el acontecimiento amerita todas las lágrimas de felicidad del mundo.

Cuando colgamos el teléfono, pusimos música australiana: Geoffrey Gurrumul, Paul Kellys y Peter Sculthorpe. Ya nos son comunes.

Ese día celebramos con un concierto de Heitor Villa-Lobos. La orquesta nos deleitó con Ciranda das sete notas, para fagot y orquesta de cuerdas.

Cerró la velada la soprano Sarah Cullins. Se dejó venir con Bachianas Brasileras n.° 5, para orquesta de chelos. Sarita canta hasta con la boca cerrada. Nos dio la impresión de que se había tragado uno de los chelos. (No es que el abuelo sea una persona culta: se limitó a copiar del programa).

Para redondear la faena, brindamos en un restaurante del bogotano Centro García Márquez, un mentiroso que les encantará cuando lean sus ficciones. (La abuela instruyó a los antropólogos Josephine y a Juan para que les hablen en español. Nuestro inglés no va más allá del "zenquiú" y el "gudbay". Loro viejo ?).

Y así, güetes, vemos pasar los días después de saber que hemos empezado a ennietecer. Ya no nos dejaremos vacilar de los demás abuelos de la familia. Los amigos no nos preguntarán: ¿Ya los hicieron abuelos?, sino: ¿Es rubia la nieta, el nieto ya empezó a mudar, a quién se parecen?, ¿canguritos o chibchombianos?

Ustedes llegan en momentos en que la aldea global se da contra las paredes. Tenemos algunas guerritas inútiles en varios lugares del mundo. Como pobres, en Colombia no nos falta nuestro propio tierrero.

Confiamos que Obama, un gringo de pelo quieto que nos tiene ilusionados, se maneje bien y no salga con un chorro de babas.

El mundo anda loco. Pero no importa, con el aporte de ustedes le iremos arreglando el tornillo que tiene suelto.

Les compartimos este pensamiento de un paisano suyo, aborigen australiano: "Todos estamos de visita en este momento y en este lugar. Hemos venido a observar, aprender, crecer, amar y volver a casa". Que la práctica intensa de estos verbos los acompañe de por vida.

Pásenla bien en el hotel cinco estrellas de mamá, coman bien, duerman bien. Pola y Polo, nos vemos pronto.