Juanes reclama nueva política antidrogas y diálogo en Colombia
Colombia fue en 2008 el segundo país por número de víctimas a causa de minas terrestres, con 777, sólo por detrás de Afganistán, recordó Juanes, al llamar la atención por el hecho de que ambos países son los principales productores de droga en el mundo.
"Hay que ir al problema de raíz" porque "los grupos alzados en armas", organizaciones que en Colombia son tanto guerrilleros como paramilitares, utilizan las minas antipersonales "para proteger sus cultivos" de hoja de coca, señaló.
El cantante y activista, creador de la Fundación Mi Sangre, expresó que "todo viene por la droga" y resaltó que mientras Colombia es el mayor productor de cocaína, Afganistán lo es de adormidera, la materia prima de la heroína.
Para Juanes, la solución al conflicto colombiano, y por ende al grave problema de las minas, el desplazamiento y la violencia, pasa por la despenalización de las drogas y el diálogo.
"Nosotros queremos una Colombia de paz (…). Para ser realistas, mi opinión es que el tema de la droga tiene que replantearse, de otra manera no es justo para el país, para nuestros hijos, para las víctimas", indicó durante una rueda de prensa.
"Yo les pediría por lo menos humanizar el conflicto", señaló al determinar cual sería a su juicio la actuación del Gobierno colombiano, al que también le dijo que "debería pensar en otras maneras de dialogar con esos grupos alzados en armas". De lo contrario, "van a pasar otros 50 años más" de conflicto.
"Lo primero es la despenalización, no irresponsable, sino como salida al conflicto, que las drogas sean un tema de salud. De lo contrario seguirá la guerra, la lucha, convirtiendo dinero en arsenales, muerte y sangre", agregó, al dejar claro que las drogas desembocan en corrupción, mafias y violencia.
Para Juanes, "estamos viendo siempre las mismas historias en las que sólo cambian los protagonistas. ¿Nos vamos a quedar así cuanto tiempo más?", se preguntó.
Asimismo abogó por una nueva política colombiana dirigida a buscar acuerdos humanitarios: "cuando se piensa en esos muchachos de 13 o 14 años, su única misión es formar parte de un grupo alzado en armas, hay que ponerse en su lugar, tratar de entender y buscar formas de dialogar", insistió.
Juanes había participado anteriormente en una mesa redonda con víctimas de minas, en las que se escucharon dramáticos testimonios y denuncias sobre la falta de asistencia a los afectados por parte del Estado y las trabas administrativas que afrontan.
El Tratado de Ottawa prohibió en 1999 el uso, fabricación y almacenamiento de minas antipersonales, y en su segunda revisión, que comenzó el lunes y concluye este viernes en Cartagena de Indias, se ha establecido que ha llegado el momento de las víctimas.
Los 156 estados parte de la Convención firmaron hoy la Declaración de Cartagena, por la que se comprometieron a dar más apoyo a las víctimas después de diez años enfocados en el desminado.
También acordaron seguir trabajando en la universalización del Tratado para la Prohibición de Minas Antipersonales, por lo que deberían lograr que los 39 países que aún no se han sumado, entre ellos Estados Unidos, China, Rusia y Cuba, lo hagan.
Esta declaración reconoce que no ha sido posible cumplir con las víctimas y por eso los estados parte reafirmaron su compromiso "de poner fin al sufrimiento causado por las minas antipersonal y lograr un mundo libre de minas".
No obstante, entiende que gracias a la destrucción de 42 millones de minas en los últimos diez años y a la limpieza de extensas zonas contaminadas se han evitado un sinnúmero de vidas y mutilaciones.
En el mismo sentido se expresó la Nobel de la Paz Jody Williams, quien en una entrevista con Efe se congratuló de haber cambiado el mundo junto a su Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonales (ICBL).
A sus 51 años, se mostró convencida de que antes de morir verá un mundo sin minas.