24 de septiembre de 2023

El paseo a Guadalajara… Cuánto se gastó?

1 de diciembre de 2009
1 de diciembre de 2009

En otras palabras, cuánto dinero se tiró a la basura, aspirando ser la sede de este evento deportivo a sabiendas que algunas de las ciudades contrincantes estaban muy por encima de Bogotá. (esto no es un secreto).

Nadie se atreve en los medios allegados al gobierno  a señalar en pesos o en dólares el verdadero costo de la fallida operación, la que no tuvo eco pese a la presencia del presidente Alvaro Uribe, quien demandó en su discurso la solidaridad de otras naciones para obtener el número suficiente de votos en la ODEPA y lograr la aspiración.

Algunos aventurados en calcular las cifras, aseguran que estas sobrepasaron los 1.500 millones de pesos, si se tienen en cuenta los costos de pasajes, hospedajes, alimentación, cartas de presentación, invitación a funcionarios del gobierno, concejales de Bogotá, deportistas, artistas, atenciones “lobby” y todo un tren humano, para tratar de convencer a los asistentes de que la mejor opción era Bogotá.

Lo que si tengo muy claro es que el costo del paseo a Guadalajara (México), será trasladado a nosotros (los contribuyentes) que cumplidores del deber ciudadano, estamos pagando estricta y puntualmente todos los impuestos que el  Distrito Capital exige, tales como predial, valorización, fondo del deporte, gasolina, etc para no citar sino unos pocos.

Toronto (Canadá) obtuvo 33 votos en la convocatoria y resultó ganador.

Bogotá apenas logró 7 votos y quedó clasificada en el último lugar.

EL CUENTO DE LOS BLACKBERRY

Al finalizar el evento quien encabezó la delegación por Bogotá, es decir el Alcalde  Samuel Moreno, en declaraciones a los periodistas presentes para tratar de disculpar el fracaso dijo:

“Voy a resumir esto con lo que vimos, el regalo que nosotros le trajimos a los jefes de los comités olímpicos fue un libro del escritor Gabriel García Márquez. Toronto por su parte les regaló un Blackberry y es obvio que eso influye mucho”.

Discúlpeme señor Alcalde, pero eso no fue precisamente lo que influyó. Quizás para muchos asistentes, el obsequio del libro de García Márquez fue muy importante y de un valor incalculable.

Lo que pienso realmente es que las estadísticas de violencia, inseguridad en Bogotá, robos de vehículos, homicidios, una red vial destrozada, una movilidad con graves problemas, un parque automotor castrado (pico y placa), un sistema de transporte masivo a medias, para no citar más, ahuyentan a cualquiera.

Quizás usted por la posición que detenta, las seguridades y escoltas que lo protegen y el sitio donde vive, no se da cuenta de la realidad de quienes viven en otros estratos y con otras condiciones.

Pero aventúrese a soportar la experiencia de una secretaria a la que le “raponean” su bolso en el centro de Bogotá, a vivir como el cliente de un banco que a la salida del mismo lo están esperando los “fleteros” para quitarle a balazos su dinero, a arriesgarse a montar en bus con la incertidumbre de saber si va a ser víctima de un atraco colectivo.

Eso es otra cosa.

Así que no hay motivo distinto para analizar el por qué de los resultados en la ODEPA.

Quienes alguna vez hemos ido a Toronto (Canadá), tenemos muy claro que por ahora, no hay punto de comparación entre las dos ciudades. La ganadora muy limpia, segura, organizada, sin mendigos ni vendedores ambulantes, mientras que Bogotá tiene lo contrario y mucho más.