Yo no me llamo Joaquín
Me explico: En el portal de lasillavacia.com dedicado al quijotismo de adecentar la política criolla denunciando pilatunas contra los códigos, cuando hablaban de la familia Valencia Cossio, confundían a este servidor con don Joaquín, el bravero abuelo fundador de la dinastía.
Enemigos y acreedores, principalmente, me hicieron llegar sus condolencias, y el enlace en el que aparecía mi foto suplantando la de don Juaco.
Les expliqué a los responsables del portal que tengo razones para afirmar que no soy el abuelo que amenazaba a sus nietos con meterlos en la guandoca si se excedían en la cuota de pernicia urbana.
También les aclaré: Me llamo como dicen en su portal, soy de Montebello, como varios de los Valencia Cossio, crecimos en el mismo barrio Aranjuez, estudiamos en la escuela José Eusebio Caro, conocí a su padre, don Luis, varón probísimo, excelente educador. Pero de ahí a ponerme como tronco de esa manifestación que es la ilustre familia del Ministro del Interior, hay mucho trecho.
Ignoro si el ministro Fabio Valencia rectificó a los de la Silla y exigió poner la verdadera foto del abuelo.
Estoy a años luz de la importancia del Ministro pero, modestia aparte, y sin ofender, no soy tan feíto. Yo soy yo y mi circunstancia facial, digamos con esos "tres" grandes filósofos españoles llamados José, Ortega y Gasset.
La foto que publicaban, lo digo en desagravio a mis padres que se fajaron a la hora de amasarme, no me hace justicia.
Entiendo que uno tiene la cara que puede, no la que quiere. De niño, al contrario de Peter Pan, deseaba crecer para parecerme a Tony Curtis o a Burt Lancaster, "muchachos" de las películas de barrio que veíamos desde la aristocracia de gallinero.
Debo repetir que me ha ido mal con mi cara de retrato hablado, de eNeeNe. Mi centenaria abuela me decía "Pacheco". Mi padre no me bajaba de Serpa. El ex ministro Gilberto Echeverri me apodó Groucho, por el mostacho. Alguien dice que soy copia de Eduardo Pizarro, hermano de Carlos, el asesinado jefe del M19. Para la revista Consigna fui Germán Rojas, guerrillero del Eme.
La Patria , de Manizales, me confundió con el ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga. Somos tocayos pero antípodas políticos: él es furibista clase A. Yo tampoco. No creo que haya una tercera presidencia. Me lo dice mi olfato, o sea, mi nariz quevediana.
Finalmente, los responsables de La Silla Vacía reconocieron que nada tengo que ver, genealógicamente hablando, con mis ex vecinos los Valencia Cossio y retiraron el retrato. Lo hicieron después de que los amenacé así: Devuélvanme mi identidad. Cambian esa vista o se las tendrán que ver con este chinche de la 92 de Aranjuez que cuando se arrebata, es tan bravo como don Joaquín.