Preguntas para la bola de cristal
A quién le corresponderá en el futuro la dispendiosa tarea de restaurar el orden institucional resquebrajado en los tres o más mandatos del presidente Uribe?
Están fríos o calientes quienes aseguran que el Referendo pasará en la Corte Constitucional por seis votos a favor y tres en contra?
¿Después de los tres o cuatro mandatos de Uribe, vendrán, por fin, las presidencias de sus herederos Juan Manuel Santos y Andrés Felipe Arias?
¿Los conjueces impedirán que el Consejo Nacional Electoral castigue los desbordes de los promotores de la consulta reeleccionista?
¿Uribe saldrá para el tercer mandato con la fórmula vicepresidencial de Pacho Santos?
¿Habrá alguna posibilidad de que elija nuevo compañero en el tarjetón, entre Noemí, Santos o Arias?
¿Quedó herida de muerte la candidatura de “Uribito” con el bochornoso escándalo de los subsidios de Agro Ingreso Seguro?
¿La aplanadora uribista impedirá que pase la moción de censura contra el ministro Andrés Fernández?
¿Ganará Uribe en primera vuelta, en mayo, como lo vislumbran algunos encuestadores?
¿Tienen posibilidades de triunfo Sergio Fajardo, Germán Vargas, Rafael Pardo y Gustavo Petro?
¿Habrá peligro de que el “otro ratico” para la seguridad democrática, pedido por Uribe en Apartadó, no sea de cuatro sino de ocho años?
¿Si el Uribismo vuelve a barrer en las presidenciales y en las parlamentarias, vendrá el principio del fin de la oposición en Colombia?
¿Tiene alguna posibilidad de recuperación el partido Liberal? ¿Será capaz el partido Conservador de cortarse el cordón umbilical uribista?
¿Podrán blindarse los partidos políticos para evitar la infiltración de narcos y paramilitares en las listas de candidatos al nuevo Congreso?
¿Sobrevivirían en un tercer mandato de Uribe los dos únicos ministros (Educación y Transporte) que permanecen de la camada con la que debutó en el 2002?
¿Uribe seguiría con Valencia Cossio en el Ministerio del Interior o aprovecharía los resultados electorales para cambiarlo?
¿No sería lo ideal barajar de nuevo y volver a repartir cartas ministeriales para llegar con un equipo fresco, remozado, al 7 de agosto de 2010?
¿Se resignarían a repetir ministerios o embajadas los frustrados aspirantes presidenciales del Uribismo?
¿Ve a Juan Manuel Santos como embajador en Washington y a su primo Pacho Santos de embajador en España?
¿Tendrá algún fundamento la presunción que tienen viejos amigos de Uribe, en el sentido de que quiere quedarse en Palacio hasta el 2018?
¿El Uribismo querrá perpetuarse en el poder por los siglos de los siglos, después de que acepte jubilarse su máximo líder, como lo plantean sus ideólogos?
¿Volverá a Palacio, como consejero, el polémico José Obdulio Gaviria o se convertirá en senador de la U a partir del 20 de julio?
¿Mantendrá Uribe el control de instituciones como el Congreso, la Corte Constitucional, el Consejo Superior de la Judicatura, el Consejo de Estado, la Junta del Banco de la República, la Comisión Nacional de Televisión?
¿Seguirá contando con fichas claves en las llamadas “asustadurías” como la Procuraduría, la Contraloría y la Fiscalía?
¿Continuará Uribe cooptando mediante nombramientos en la muelle vida diplomática a columnistas y periodistas que le son esquivos?
¿Continuarán con su periodismo reptante la Dávila y la Gurisati?
¿Responderá alguna vez Uribe lo que le preguntan los periodistas o mantendrá ese absoluto desprecio por los cargaladrillos?
Y a propósito: ¿habrá alguno en el futuro alguien que se atreva a contrapreguntarle a Uribe y no trague entero todo lo que él dice?
¿Se atreverá el procurador Ordóñez a sancionar a alguno de los integrantes del sanedrín uribista?
La apostilla: ¿Vislumbra la Bola de Cristal una futura aspiración presidencial del próspero empresario Tomás Uribe Moreno, porque hijo de tigre sale pintado o lo que se hereda no se hurta?