Se los tragó el río Cauca
El primer cadáver fue recuperado a 15 kilómetros del lugar de la tragedia y correspondía a la señora Martha Ortiz, de 50 años. Un segundo cuerpo fue rescatado pocas horas después en proximidades del corregimiento de Bolombolo, identificado como Ana de Dios Ortíz, de 65 años.
Seis cadáveres han rescatado hasta el momento los organismos de socorro que realizan operaciones a lo largo y ancho del río Cauca en una gran extensión.
EJE 21 acoge la versión que publica este martes sobre este doloroso y lamentable accidente el periódico antioqueño "El Colombiano":
A toda una familia se la llevó el río Cauca
Gloria Luz Gómez O.-Lina Claudia Guarín T. –
Sin palabras, así están los familiares de las víctimas del accidente del vehículo que se precipitó al río Cauca la noche del domingo.
La tragedia, que enluta a los Ortiz, una familia de La Ceja, tiene consternados a todos en el municipio.
Hernán y Víctor Hugo, dos de los hijos menores de don Alfonso estaban en casa aún con la esperanza de verlos de nuevo, pese a que su hermano Wilson los llamó y les comentó que había que tener mucha paciencia y resignación.
Pero don Alfonso, que siempre era el despertador de Víctor, ayer no lo llamó como de costumbre a las 4:50 a.m. "Me cogió la tarde. Me desperté a las 5:30 de la mañana. Me extrañó que no me hubiera llamado", recordaba el joven de 22 años.
Con don Alfonso Ortiz Ospina se fueron su hijo mayor, Diego Raúl, sus cinco nietos, tres de sus hermanas y la suegra de Guillermo, otro de sus hijos.
Él era un hombre de 65 años, muy conocido en el pueblo por su puesto de verduras y legumbres en la plaza de mercado, el oficio que eligió luego de pensionarse con el municipio.
"Todo un señor", "el más responsable", "toda mi vida", decía Víctor Hugo, el hijo menor, mientras apretaba las lágrimas en sus ojos y recordaba el rostro de su padre cuando se despidió el domingo. "Él no tenía muchas ganas de ir. Se que no me quería dejar solo", relataba Víctor.
Pero Diego, su hijo mayor le había insistido en el viaje para que disipara la tristeza. Hace dos semanas Ana Pastora, la madre de don Alfonso, falleció de una penosa enfermedad.
Diego tenía que pagarle una promesa al Milagroso de Buga y estas vacaciones las quería aprovechar para darle las gracias por los favores recibidos. "Recuerdo que me dijo en el velorio de la abuela, -tiene que ser ahora que vaya a Buga porque sino no vuelvo a tener vacaciones-".
Efectivamente, organizó el paseo familiar, el que terminó en tragedia.
Diego también era un hombre reconocido por su labor en el canal de T.V. Comunitario de La Ceja. Estaba muy vinculado con la comunidad, le gustaba la locución y en la actualidad trabajaba en el archivo de la Secretaría de Minas de la Gobernación de Antioquia.
La alegría y la dulzura de Paula, la hija mayor de Diego ya no la volverán a sentir. Ella era la personera del colegio María Josefa Marulanda.
A Diego Alejandro sus tíos lo recuerdan como un niño "demasiado inteligente y encarretado con el Play". De Sarita, solo tienen palabras bonitas para describirla: dulce, tierna y calmadita. Del inquieto Carlos Mario, con 10 años y en quinto de primaria muchos son los recuerdos al igual que de Mateo, el menor de todos con 7 años.
A tres de sus tías también se las llevó el Cauca. Virgelina de 45 años, que fue la encargada de acompañar hasta los últimos días a su madre Ana Pastora, Martha de 50 y Ana de 60, de ellas los recuerdos también se agolpan en la mente. Con ellos viajaba Luis Fernando Jaramillo, quien conducía el carro y Erminia García Ospina, suegra de uno de los hijos de don Alfonso.
Los que quedan de la familia Ortiz, Jaramillo y García, solo esperan que encuentren los cuerpos. Ayer en la mañana una voz que decía que había pasado lo peor les cambió la vida por completo.