19 de enero de 2025

Las nostalgias de Eucario (2)

7 de junio de 2009
7 de junio de 2009

La última vez que estuvo en la urbe entrañable lo invadió la tristeza: vino en compañía de su inseparable esposa Luz Elena, de su exilio voluntario de Miami, a dar sepultura a su señora madre, Margarita Ramírez, en su condición de unigénito. Eucario tiene a Manizales en la primera fila de sus afectos. Hombre siempre grato, no olvida que aquí estuvo su Cabo Cañaveral que lo catapultó como una de las figuras de la radio colombiana, de la que es leyenda viva.

En esta segunda y última entrega del Contraplano evocamos otros pasajes de la vida, pasión y músculo de este colombiano que ha puesto en alto el nombre de la radio de su país en los medios estadounidenses.
Recuerda con mucha gracia a su casi "tocayo" Albeiro Cadavid. Por un buen tiempo fueron locutores del noticiero de Leonidas Trujillo. Los presentaban como “El dúo de oro, Eucario y Albeiro”. En la parte periodística les daba apoyo otro “sin tocayo”, llamado Tein Jaramillo.

De la radio antañona manizaleña rememora al periodista Jorge Arias, a Evelio Arroyave (el técnico estrella con el que se hacía a golpe de grabadora de cinta el programa dominical Canal W); Gabriel Pineda, Carlos Alberto Mejía, Jaime Torres, Carlos Mejía Saldarriaga, Gilberto Sanabria, Helena Benítez y Carlos Arturo Duque.

De los amigos de ayer, aparte de los colegas de la radio, menciona a los inolvidables Javier Ríos, Gabriel Molano, Gustavo Castaño, Alberto Chica, Antonio Jaramillo, don Arturo Arango, Rodrigo Jaramillo, Rafael Lema, Ovidio Rincón, monseñor Augusto Trujillo y los padres Pacho Giraldo y Rodrigo López.

Invitado a resumir su palmarés, Eucario habla del número uno: el de la elección y coronación de Luz Marina Zuluaga, en Long Beach, como Miss Universo, proceso que le abrió paso a nivel nacional cuando Carlos Pinzón, durante la noche de elección, que fue un verdadero acontecimiento radial desde Estados Unidos, lo bautizó "el locutor real de Colombia", y la dedicatoria y reconocimiento que le hizo Miss Universo desde allá en ese memorable acontecimiento, nunca más repetido para Colombia. Otros momentos estelares: las grandes jornadas informativas de la Feria de Manizales, desde que la inició el irrepetible Óscar Hoyos Botero.

Al haber trascendido nacionalmente su trabajo en Manizales, recibió la inesperada invitación del presidente de Caracol, don Fernando Londoño Henao, para trasladarse a Bogotá. Confiesa que fue muy difícil desprenderse de la ciudad, su gente y sus amigos. Empezó como locutor de Última Hora y director de emisoras Nuevo Mundo y al fallecimiento lamentable del recordado Julián Ospina Mercado asumió la dirección general de Caracol.

El mismo don Fernando, dado el éxito de "Tierra Colombiana", en la radio, le propuso hacer en televisión el primer programa folclórico de la patria. Le tocó, de paso, el inicio de Caracol TV como programadora para la que hizo, además, Gran Sábado Gran, con el chileno Alejandro Michel Talento y más adelante el noticiero TVhoy y las transmisiones del Reinado Nacional de Belleza, desde Cartagena, donde ofició varios años como maestro de ceremonias, incluido el comienzo de la TV a color desde el corralito de piedra.

Otros momentos estelares: La transmisión de la llegada del hombre a la luna, en la que alternó con Julio Nieto y José de Recansens, desde la Nasa, y el trágico septiembre negro en las olimpiadas de Munich, Alemania.

Reserva espacio para enumerar a sus mejores amigos en Bogotá: Chucho Álvarez, Gustavo Cárdenas, Antonio Pardo, Armando Osorio, Enrique París, Timoleón Gómez, Samuel Ospina, César Mancipe, El Pana Meléndez, Juan Harvey Caicedo, Alberto Piedrahíta, Juan Monroy, Henry Soto y Eduardo Robayo, los dos últimos socios de Bermúdez en el restaurante “Tierra Colombiana”.

A la pregunta sobre la razón de haber abandonado el país y establecerse en Miami, Florida, precisa don Eu: “Tantos años en la televisión me hacen suponer que merezco ser programador. Reúno todos mis recursos económicos; los uno a mis pretensiones de éxito; participo en la licitación y no me adjudican absolutamente nada. Y me hice esta reflexión: si no merezco estar en la televisión de mi país, no merezco seguir en mi patria. Y me marcho. (Y eso que era el locutor oficial del noticiero TV-hoy)”.

La apostilla: Como el talento no se jubila, Eucario Bermúdez se levanta a las 4 y 30 de la madrugada, de lunes a viernes, a moler periodismo en Caracol Miami, faena que prolonga, con los bríos y el entusiasmo de un mozalbete, hasta las dos de la tarde.