24 de enero de 2025

Notre Dame

Por William Calderón Z.
17 de abril de 2019
Por William Calderón Z.
17 de abril de 2019

El mundo se vio conmocionado esta semana con el trágico incendio de la Catedral de Notre Dame, en plena Semana Mayor, una de las iglesias más reconocidas del mundo, joya del estilo gótico, edificada entre los años 1163 y 1345 reformada durante el siglo XVII, dando entrada a elementos barrocos, en donde se coronó Napoleón Bonaparte en 1804 y se beatificó a Juana de Arco, en 1909, su Santidad Juan Pablo II oficio una misa en 1980. Es la  misma Catedral  que sufrió daños en otra conflagración en 1871, durante la Comuna de Paris.

RECORDAR ES VIVIR

Nostradamus, en sus profecías para 2019, escribió de su puño y letra: «Un símbolo de la Cristiandad en Francia o España arderá en fuego purificador . Nuestra Señora llorará por todos nosotros y brillará en la lejanía». Notre Dame, en francés, así se establece en el origen de Nostradamus.

ARDERÁ EN FUEGO

«Con la entrada de la primavera una Iglesia arderá en fuego, una gran Iglesia de todos los tiempos se quemará por los pecadores.

El  fuego quemará los símbolos que se han utilizado para el ego de los hombres y no en el nombre de Jesús».

«UNA GRAN IGLESIA SE QUEMARA PARA TRAER BUENAS NUEVAS».

LA CATEDRAL DE MANIZALES

Manizales tuvo 3 incendios seguidos como lo describe el científico caldense Gonzalo Duque Escobar. Sucedieron en los años.1922.1925 y 1926, en los que se consumieron alrededor de 34 manzanas, que representan una cuarta parte de la entonces aldea de Tapia Pisada. Llama la atención tras estos eventos la suerte de la Catedral manizaleña.

LOS SISMOS

Siendo un templo, la Catedral, fue derribada por el sismo de 1876, primer evento de un enjambre de movimientos telúricos que duró una década, y que no solamente derribara el Pórtico del nuevo recinto sagrado que se construía sino que también introdujo el uso del bahareque, cambiándole la fisonomía a la ciudad, para ser un poblado con tecnología temblorera, que usa la guadua como armazón forrado en esterilla de la misma bambusa para ser empañetada en una mezcla de limos inorgánicos y «cagajón»  y que luego se cubriría con cal blanca.

EL BAHAREQUE

La máxima expresión  Bahareque fue la Catedral de Manizales,  terminada en 1905, ocupando media manzana pues la otra parte la tenía el Banco Hotel Internacional que sería pasto del incendio del 25, pues La Catedral arderá al año siguiente, probablemente  por la acción de manos criminales.

LA ECONOMIA

Existen versiones no oficiales que, con el apogeo del café, al concluir la Guerra de los  mil días, en 1903. surgió la intención de la reconstrucción que buscaba sustituir la «Aldea Encaramada» por una urbe de mayores proyecciones arquitectónicas , pues no de otro modo se podría explicar la magnitud de las conflagraciones y menos aún la suerte de la Catedral reemplazada por una obra que fue el símbolo de una ciudad que actuó como eje y soporte del desarrollo del país, toda vez que la industrialización colombiana no fue fruto de la quina, el caucho o el tabaco sino del café.

EL FERROCONCRETO

Un año después de estos incendios que devastaron lo más preciado de Manizales, se tiene un plano arquitectónico y un proyecto para construir un edificio de 106 metros de altura en ferro-concreto, cuando en Colombia no existían edificaciones de esas dimensiones calificadas como faraónicas y menos se hacía uso del concreto reforzado.

EL CIVISMO

La obra se emprende, no con presupuesto de la Nación, sino producto de una acción cívica sin precedentes con aportes de particulares, a tal punto que en el año 36 se concluyen las 4 agujas menores, con nombres de Santos que emulan a los aportantes. En el 39 logra concluirse en un acto solemne, cuyas palabras estuvieron a cargo  del orador más encumbrado de toda la época, el doctor Fernando Londoño y Londoño, quien pronunció en 1939 una mayestática oración desde esa su  Colina Iluminada, haciendo uso de  la trayectoria luminosa de la palabra con este inolvidable final que todos recordaran:

«Señor, con tu ayuda. esto no ocurrirá ya más.   Cuando seamos polvo de la tierra y ya no quede ni rastro de nuestro paso en la memoria de los hombres. Que la GRAN BASILICA repercuta misericordiosa el rumor de estas plegarias. Que el seno lapídeo de naves y capillas, guarde hasta el fin el acento de nuestras quejas y alabanzas para mantener hasta el postrero día la continuidad espiritual de nuestras almas”.