Las flaquezas graves e insólitas del Presidente.
No voté y tampoco votaría la reelección del mandatario actual por las razones que expondré, sin que haya influido ni creído en ningún momento ese cuento ‘chino’ y descabellado de que Santos es un traidor de la causa uribista, ya que se arrogan su total elección en aras de la nefasta seguridad democrática, a propósito, no conozco la filosofía de esa causa que unos enajenados mentales al servicio de unas ideas amorfas lanzan como gruñidos a la luna.
Me asiste todo el derecho que me llevó a inferir inequívocamente que estas debilidades van en contravía o no están acordes con una buena administración gubernamental para lograr una colaboración armónica entre las ramas del poder público, caso concreto en la administración de justicia, habida cuenta de que le corresponde al Presidente de la República, con la participación del Fiscal General, el diseño de la política del Estado en materia criminal y presentar proyectos de ley al respecto.
En Mayo 2 de 2011- el Presidente Santos, con cara transfigurada, denunció desfalcos monumentales en el sector de la salud’, y manifestó que las defraudaciones no eran de millones sino de billones de pesos, y qué con el concurso de los órganos de control e investigación se iniciaría una lucha frontal contra esas ‘ratas de cuello blanco’, situación que tuvo gran impacto por tratarse de unos dineros sagrados para la salud de todos los colombianos; al mes largo de este pomposo anuncio, y que nada pasó, presentó a la Corte una nueva terna para Fiscal reemplazando la entregada por el gobierno anterior, y tuvo la osadía, la irresponsabilidad, la falta de carácter y el irrespeto para con esa institución y para con el país entero de postular a Eduardo Montealegre .
El doctor Montealegre al momento de esa inexplicable postulación era el Abogado defensor de SaludCoop- EPS, entidad que había dado el zarpazo más grande a la salud, y dicho profesional ya había arañado en esta ‘operación’ la bicoca de 6.000 millones de pesos, a través de un contrato leonino de servicios profesionales, siendo esta astronómica suma parte del ilícito que él estaba defendiendo, situación conocida de antemano por el señor Presidente quien lo ternó, y por una Corte Suprema poluta que lo eligió. Y, después, se rasgan las vestiduras Tirios y Troyanos aduciendo que la impunidad nos está asfixiando.
Es incomprensible la actitud tan extremadamente pasiva, muy propia de un nefelibata, que el Presidente Santos asumió frente a la perjudicial y ominosa reelección del Procurador General de la Nación, ternó para ese cargo, más por obligación legal que por voluntad, el nombre de la doctora María Mercedes López, joven y bonita, goda pero no sectaria, como relleno y para salirse del paso, no hizo el menor esfuerzo para imponer su candidata y así prestarle el gran servicio al país evitando esa nociva reelección haciendo prevalecer su investidura y su gobernabilidad a través de la ‘Unidad Nacional’. El Procurador se convirtió en otro enemigo más al proceso de paz que adelanta este gobierno; en un blog anterior para un caso análogo manifesté: que los cuervos no distinguen los ojos de la persona que procura su crianza. (. (Ver http://www.eltiempo.com/blogs/la_pringamoza/2013/05/algo-va-del-alcalde-petro-a-la.php ))
El señor Ordoñez Maldonado por su modo de pensar y de hablar tiene una inequívoca actitud y vocación retrógrada, su aversión extrema por otros cultos y organizaciones diversas son notorias, sus ciegas y apasionadas creencias religiosas son innegables por lo que su comportamiento encierra un peligro latente para la comunidad, lo que riñe ostensiblemente con el desempeño cabal de sus funciones como Procurador frente a una efectiva protección de los derechos humanos y la defensa de los intereses de la sociedad y atenta contra el carácter laico del Estado colombiano, o sea, en lenguaje coloquial no es apto para el cargo.
La reelección del actual Procurador es un retroceso en el espacio, en el tiempo y en el desarrollo normal y cambiante de una sociedad pujante con ideas de avanzada. La actitud insólita, clientelista, vergonzosa y traidora a sus ideales que tomó la bancada del Partido Liberal es indescriptible. Estos ejemplares de esta burda “sinecura” están dándole sepultura de tercera categoría a éste que en otrora fue el Gran Partido. Por mi parte, ya hice foro por el mutis, y otros cinco de mi familia, también.
Por regla general, la mayoría de los gobernantes cuando llegan al poder desconocen una serie de normas y protocolos que rigen las relaciones diplomáticas entre los Estados, es por ello que se procura el nombramiento de Cancilleres de carrera, conocedores de los intríngulis diplomáticos y profesionales en Derecho Público Internacional, a fin de contar con su permanente asesoría y que velen celosamente por evitar el más mínimo detalle que pueda ser susceptible de ocasionar reclamos diplomáticos.
El Presidente ha mostrado unas cualidades que desconocía la opinión, entre otras, buen conciliador, en tiempo record limó asperezas con las otras instituciones dentro del mutuo respeto y colaboración, recompuso las relaciones diplomáticas y comerciales con los países vecinos que estaban resquebrajadas, mejoró la imagen del país a nivel mundial y se hizo merecedor a gran audiencia, respeto y consideración del resto de sus homólogos.
Los anteriores aciertos y reconocimientos no conceden patente de corso como para que el Presidente pierda su cordura y no controle sus emociones, creyendo erróneamente que su actitud lo coloca frente a sus detractores como una persona de envidiable fortaleza e independencia y que su imagen mejora ostensiblemente contrarrestando sus ataques o criticas, en procura de aumentar en las encuestas la favorabilidad para su reelección. Este juego Uribe se lo ganó en lontananza.
Y esto fue lo que exactamente ocurrió con la audiencia que concedió Santos al candidato de la oposición venezolana, Henrique Capriles, no obstante el gobierno colombiano, junto a los demás países miembros de la Unasur, de manera apresurada, habían reconocido el triunfo de Nicolás Maduro, como Presidente de Venezuela; y, claro por supuesto, el país vecino se incomodó y aprovechó, ni corto ni perezoso, para adicionar la comedia y agregar por cuenta de Bogotá unas gotas de cicuta al bebedizo que se le daría a Maduro. No se pretende sostener que el presidente Santos deba pedir permiso a ningún gobierno extranjero para recibir a alguien, pero en este caso concreto, las relaciones diplomáticas pueden sufrir fisuras, que se deben de evitar a toda costa. Y, a propósito, mientras esto ocurría dónde estaba María Angela Holguín?.
¡Qué carajos! Busca Colombia en la Otan? Qué interés puede tener Colombia con esta propuesta que incomoda a todo el bloque de países de América del sur? Estos dos pasos en falso, el de Capriles y Otan, sólo buscan crear zozobras innecesarias en el continente. Y lo más grave, ni regalados nos reciben, los estatutos de la Organización no lo permiten. La dignidad y el carácter no se pueden menoscabar por aparentar lo que no se es.
Apostilla: Sería que al presidente Santos se le olvidó que César Gaviria se negó a recibir en ese entonces al candidato a la Presidencia de Venezuela, Hugo Chávez Frías, por los años del 93 o 94?
Manizales, junio 8 de 2013.