29 de marzo de 2024

La pena de muerte

10 de noviembre de 2010
10 de noviembre de 2010

El hombre salió del país y no hubo poder humano que lo hiciera regresar a pagar su fechoría. Bastó declarar que era un perseguido político y se quedó en Europa, más exactamente en España, desde donde mandó la razón a sus parientes para que le enviaran unos palos de golf para poder superar los momentos de angustia que le producen el estar de torneo en torneo (de golf), jugando con unos “palos” que no son los que siempre tuvo cuando jugaba en Colombia.

En el caso de Colpuertos, hubo también por parte del esposo de una representante a la Cámara, un desfalco multimillonario y como es apenas lógico, se le decretó la pena de muerte…política, fue un tiempo a la cárcel y luego, feliz y dichoso a disfrutar de los dineros que había seguramente enviado al exterior, posiblemente a Suiza, país a donde van a parar los dineros mal habidos de dictadores y ladrones de cuello blanco  de todo el mundo.

Y no está mal recordar lo sucedido con los dineros que se esfumaron de Agro Ingreso Seguro, mientras la cabeza visible en el Ministerio de Agricultura cuando se produjo tamaño despropósito, sigue como la figura de un licor, “tan campante”. Con seguridad, si la justicia llega, puede condenar al exministro a una “muerte política” y todos los corruptos muertos de la risa. El tamaño del agujero desde el Ministerio de Agricultura en la época del exministro Arias es, para hablar sólo en materia de publicidad, de diez mil millones de pesos. ¡Óigase bien: diez mil millones de pesos! Para hacer propaganda a Agro Ingreso Seguro, de acuerdo con las cifras dadas a conocer por el actual Ministro Juan Camilo Restrepo.

En el caso de los Nule, la situación es tan horripilante, que incluso chistes se oyen al respecto. Alguien me decía que la adjudicación de tantos contratos a los Nule se había debido a un error. Cuando le pregunté por qué, me respondió que debido a que un funcionario, cuando preguntó qué hacía con unos contratos, el jefe le respondió: “ Anule”, es decir, que los anulara, pero el funcionario entendió “ A Nule”, y se los adjudicaron.

Ahora los Nule, fuera del país, se han declarado “perseguidos políticos” (¡qué raro!) y de villanos han pasado a ser los héroes que lograron acaparar una enorme cantidad de contratos, en un medio tan corrupto como el colombiano. Por eso mismo, han salido para los Estados Unidos y para Italia, para estar lejos de un ambiente tan corrupto como el nuestro.

También cercano pero más lejos en el tiempo, fue el caso de la acciones de energía del Municipio de Pereira, puestas en una agencia de valores que de manera inexplicable quebró y los pereiranos perdimos la platica, mientras el dueño de la agencia quebrada, se da la gran vida en los principales clubes sociales de la ciudad.
La pregunta final es: ¿Basta con declarar la pena de muerte a los corruptos, cuando con los bolsillos llenos se van o se quedan disfrutando de su botín? Así cualquiera está dispuesto a “morir por la patria”, es decir a que lo condenen a 20 años o más sin poder ser elegido para un cargo público, cuando sabe que tiene todo el dinero del mundo repartido debidamente entre amigos o parientes o en bancos extranjeros.

En este caso se debería aplicar la justicia Embera: si robó, debe pagar y si no tiene, pues a la cárcel, ya que no se puede colocar en un cepo a la orilla de un camino transitado, con un letrero grande en el pecho que diga: “Por ladrón”.