La ley del péndulo
En el caso de América Latina, pareciera que dicha ley se estuviera confirmando. En efecto, hubo épocas en las cuales las dictaduras militares cercanas a la “Derecha”, se propagaron por toda América, con una rapidez inusitada. Pinochet fue el hombre más famoso y quien logró mantenerse en el poder por más tiempo. Ahora ocupa la presidencia de Chile una mujer socialista.
Pero mirando en conjunto de países latinoamericanos, no hay duda que se ha desatado una verdadera epidemia de “líderes libertadores” o “salvadores” que nada tienen que envidiarle a Perón a Somoza o a Pinochet. Porque si bien existen corrientes de derecha y de izquierda, el método para perpetuarse en el poder es el mismo: modificar la Constitución. Y he aquí la trampa en la cual cae fácilmente la opinión pública, que no es otra que la de los grandes medios masivos: se recogen firmas o se solicita un referendo y entonces se aduce que debe ser el pueblo quien decida si se cambia o no la constitución. Lo que no se dice es que quien detenta el poder tiene la capacidad de dispensar favores a diestra y siniestra, por medio de embajadas, ministerios, notarias, institutos descentralizados, contratos de obras civiles y otras miles de maneras. Total, quien está en el pode, tiene todas las garantías y posibilidades de que se le respalda en sus aspiraciones.
El presidente Chávez ha reformado la Constitución cuantas veces ha querido, el presidente Uribe tiene en el congreso y en la Fiscalía y en la Procuraduría, unas mayorías que aplastan y podríamos decir lo mismo del presidente Correa y de Evo Morales.
Dentro de ese contexto es necesario mirar lo que está ocurriendo en nuestro hermano país centroamericano en donde se acaba de producir un golpe de Estado a un presidente constitucional que no ocultó sus intenciones de hacer una consulta con el fin de modificar la constitución para continuar en el poder.
No podemos justificar la tomas del poder por la vía militar, pero tampoco estamos de acuerdo con la modificación de una carta Constitucional cuando se trata de obtener un beneficio para quien en su momento detenta el poder.
Ojalá no venga pronto una nueva oleada de dictaduras militares de derecha, que empiecen a pasar la cuenta de cobro por las reformas populistas que se han introducido en aquellos países en donde se está estrenando el “socialismo del siglo XXI”. Y entonces sigamos como el péndulo, de derecha a izquierda y de izquierda a derecha.