Carlos Hoyos: un genio de la fotografía
Carlos Hoyos fotógrafo |
Recuento |
por Eduardo Mendoza Carlos Hoyos es un fotógrafo caldense que inventó un sistema de fotografía aéreo, para el cual construyó un pequeño helicóptero al que ha adaptado cámaras que le permiten registrar todo tipo de situaciones, construcciones o panoramas desde puntos de vista desconocidos. No sobra recordar que, a partir de 1858, Nadar realizó registros fotográficos desde un globo, lo que pone de relieve la antigüedad del reto de la fotografía aérea y que, a lo largo de la historia, ha habido cada vez una tecnología más apta para captar el mundo desde el aire. Sólo ahora, sin embargo, gracias al aporte de este fotógrafo colombiano, pueden realizarse fotografías aéreas desde vehículos que, además de lograr permanecer estáticos a alturas determinadas, son de tan pequeñas dimensiones que consiguen introducirse por ángulos, resquicios y rincones donde no puede maniobrar otro tipo de transporte aéreo.
Aparte del sistema de control remoto que lo faculta para dirigir el helicóptero, Hoyos ha dotado sus cámaras con un mecanismo que le permite manipularlas, girarlas, precisar los encuadres y corregir el foco por medios inalámbricos. El fotógrafo utiliza cámaras comerciales que somete a ciertos ajustes y transformaciones para hacerlas, por ejemplo, más livianas y permitir su acopla miento en el helicóptero.
Pues bien, a través de esta ingeniosa manipulación de aditamentos, Hoyos se ha dedicado a hacer fotografías con ambiciones artísticas, especialmente de paisajes urbanos y rurales, aunque también de edificios y de monumentos. En todas ellas, el fotógrafo demuestra un claro sentido del equilibrio y de la simetría, una especial aptitud para elocuentes ángulos y encuadres y una innata atracción hacia las formas definidas y hacia un luminoso, y en ocasiones contrastante, cromatismo.
Hoyos imprime sus imágenes, por lo general de formato horizontal, apaisado en papel de acuarela, poniendo de relieve su inclinación por el pictorialismo fotográfico, es decir, por esa vieja corriente que nació con el mismo Fox Talbot y cuyos adeptos practican una fotografía que se asemeja a la pintura en su presentación, valores y apariencia. Pero no es sólo por el papel que sus fotografías parecen acuarelas, sino también por su luminosidad y transparencia, así como por el acento un tanto lírico de sus temas.
Su exposición constituye una interesante amalgama de experimentación tecnológica y artística que, además de permitirnos contemplar vistas inéditas de lugares familiares y desconocidos, pareciera proveernos un par de alas para mirar el mundo.
Tomado de la Revista Verus No. 01, octubre de 2005 |
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El nuevo aterrizaje de Carlos Hoyos
Carlos Hoyos, el colombiano creador de un reconocido sistema aéreo para cinematografía, decidió incursionar en la fotografía artística desde hace algún tiempo. Después de haber participado en cerca de 100 películas y 200 comerciales en Estados Unidos, este foto-cinematógrafo quiso volver a sus viejas lides de fotógrafo. Sin embargo,. ahora no toma fotos en la Plaza de Bolívar de Bogotá sino que maneja el helicóptero y el equipo que él mismo diseñó, para conjugar la fotografía tradicional con la tecnología.
Hasta el momento, son tres los estudios fotográficos que ha realizado. El primero lo desarrolló el año pasado. en Cartagena y fue exhibido en varias galerías alrededor del mundo; el segundo es una se lección de arte fotográfico de aviación y el tercero es el que está presentando por estos días, denominado Botero. Este último consiste en una se lección de fotos de las esculturas del maestro Fernando Botero que se encuentran en Medellín.
"Los ángulos desde el aire -cuenta Hoyos- son diferentes porque la gente siempre mira estas esculturas de abajo hacia arriba. Con estas fotos, las personas tendrán la posibilidad de ver las esculturas como solo Botero las ha visto. Él mismo me dijo que era la primera vez que un fotógrafo captaba sus esculturas en esa forma y estilo"..
Además de este trabajo, que se expondrá inicialmente en el Museo de Antioquia, Carlos Hoyos está adelantando algunos proyectos entre los que cabe destacar la experimentación de impresión fotográfica en varios papeles como el de guadua y papiro, y un proyecto fotográfico en la región cafetera de Colombia que posiblemente se materializará en una exposición y en un libro.
Tanto ha sido el reconocimiento de Carlos Hoyos con su obra, que incluso su amigo y documentalista Fernando Riaño está realizando una película sobre él.
Tomado del periódico El Tiempo, 22 de octubre de 2004
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Fotografías para enamorar a Hollywood
por Sergio Ramirez
Promocionar al país como destino fílmico es una buena oportunidad para recibir divisas y mejorar la imagen
Colombia es un gran destino fílmico en potencia", asegura Carlos Hoyos. Según el fotógrafo, un país en el cual a una hora en avión se pueden tener montañas, nevados, dos océanos y modernas ciudades se convierte en una oferta atractiva para cualquier producción. Por eso desde hace algún tiempo ha comenzado el proyecto de un libro que funcione como catálogo para promover el país. "Cartagena ya se ha visto mucho, pero tenemos otros lugares como Bogotá, el Eje Cafetero o Medellín que pueden resultar atractivos. Lo que tenemos que hacer es dejar en la mente de los productores que aquí pueden hacer la película que quieran".
Para ello Hoyos tiene planeado exponer sus fotografías en tres de los eventos que reúnen a los representantes de la industria fílmica. El Acfi Locations Trade Show, la más importante muestra de locaciones y recursos para la industria fílmica, organizada por la Association of Film Comissioners International, en Santa Mónica (California). Entre el 12 y el 15 de abril reunirá este año a más de 260 expositores de unos 30 países.
Las fotos de Colombia también estarán en la convención de la National Association of Broadcasters (NAB), que se realiza en Las Vegas entre el 14 y el 19 de abril, y en la Cine Gear Expo, entre el 21 y el 23 de junio en Los Ángeles.
Gracias a su particular técnica para realizar fotografías aéreas, mediante una cámara adaptada a un helicóptero a control remoto, Carlos Hoyos ha participado en unas 100 películas y 200 comerciales en los Estados Unidos. Ahora ese helicóptero vuela tratando de dar una nueva visión de Colombia que atraiga a directores y productores.
Después, Hoyos seguirá con su idea de crear un libro que sirva como un gran catálogo de locaciones colombianas, algo similar a lo que ya está preparando con las comisiones fílmicas de Argentina y México, que lo contrataron para hacer fotografías aéreas de sus territorios.
Después de 10 años en la meca del cine está convencido de que el país donde nació puede convertirse en un destino atractivo para la industria cinematográfica, algo en lo que parece estar de acuerdo con el vicepresidente Francisco Santos, quien presionó para que el Gobierno se metiera la mano al dril para coquetearle a Hollywood.
Tomado de la Revista Cromos No.4646, 26 de marzo de 2007
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Colombia bajo el lente del fotógrafo Carlos Hoyos
Una nueva y única visión de los mejores y más representativos lugares colombianos es lo que reúne la nueva exposición del fotógrafo colombiano Carlos Hoyos “Expresiones” que estará a partir del 28 de noviembre en Quinta Galería de Bogotá.
Luego del éxito de la exposición y del libro “La Tierra del Café”, Carlos Hoyos presenta esta nueva exhibición que contempla un estudio fotográfico en gran formato en la técnica de duotono y en la cual expresa con un lenguaje cinematográfico y artístico, la belleza y variedad de los distintos sitios de nuestro país como Cartagena, el Parque del Gallineral o la Ciénaga, entre otros.
UNA NUEVA VISIÓN DE COLOMBIA PARA EL MUNDO
Esta nueva exposición fotográfica de Carlos Hoyos “Expresiones” hace parte de un proyecto que el artista está realizando para promover al país como destino fílmico a nivel internacional. Es por ello, que esta misma selección se presentará el próximo año en importantes galerías y eventos cinematográficos en Los Ángeles y Miami.
Según Carlos Hoyos , su trayectoria y experiencia le hizo entender como nuestro país no tiene una imagen memorable y eso es uno de los objetivos de la exposición, crear para Colombia una identidad propia ante el mundo.
SU TRAYECTORIA
Carlos Hoyos es inventor, visionario, cinematógrafo colombiano quien ha desarrollado diferentes sistemas especiales de cinematografía y conceptualizado una nueva forma de arte fotográfico, aportando así al desarrollo del cine, la televisión y la fotografía. Considerado como uno de los visionarios de la industria de Hollywood con sus inventos ha participado en numerosas producciones alrededor del mundo durante los últimos 8 años. Su labor ha sido reconocida por diferentes medios como Discovery Channel, CNN, NBC, The History Channel, HBO, Los Angeles Times, New York Times, entre otros.
Con su capacidad creativa y talento innovador está demostrando su aporte al arte con sus recientes y exitosas obras fotográficas, las cuales están siendo exhibidas en importantes museos y galerías reconocidas internacionalmente. Día a día sigue en la búsqueda de una nueva forma de ver el mundo a través de su particular óptica y visión. Carlos Hoyos ha recibido importantes reconocimientos nacionales e internacionales como el premio Portafolio en la categoría Innovación en el 2005.
Así, la nueva exposición “Expresiones” de Carlos Hoyos que se presentará en Quinta Galería de Bogotá, se convierte en un paso importante para lograr proyectar la imagen de Colombia a nivel internacional.
Información gentilmente suministrada por Quinta Galería, 2007 |
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por Eduardo Serrano
Carlos Hoyos es un fotógrafo de talante diferente al de la mayoría de sus colegas. Para Hoyos la tecnología es el complemento preciso para sus imágenes, pero no solo por las posibilidades difusoras que se han hecho infinitas en esta era `puntocom', sino porque en su sentir la tecnología ha estado estrechamente imbricada con el arte, por lo menos, desde el Renacimiento, y más aun en relación con la fotografía en cuya esencia se encuentra un componente tecnológico el cual ha sido invocado con frecuencia para negar le su pertinencia como práctica artística.
Las primeras fotografías de Hoyos que se conocieron en el país llamaron la atención no solo por sus valores formales, sino por tratarse de tomas aéreas las cuales no han sido muy comunes en Colombia. A este respecto solo pueden citarse como sus precursoras las tomas realizadas en 1920 por Lasche y Hubach, técnicos de la Scadta, primera empresa aérea que funcionó en el país, en cuyos registros puede apreciarse la ubicación geográfica y la vista en picada de varias ciudades, y, por supuesto, las excepcionales fotografías de Rufolf Schrimpff, cuyas imágenes permitieron a los colombianos conocer panoramas y regiones como la sinuosa cresta de las cordilleras cuya superficie es imposible registrar desde la tierra.
Ha habido, desde luego, otros fotógrafos aficionados y profesionales que, bien por encargo de casas editoras, o bien por iniciativa propia, han realizado esporádicas tomas desde aviones y helicópteros, pero el caso de Hoyos es no solo consistente sino singular. Sus fotografías aéreas difieren ampliamente de las mencionadas en presencia, intención y contenido, en primer lugar, porque Hoyos inventó un sistema de fotografía aéreo para el cual construyó un pequeño helicóptero al que ha adaptado cámaras que le permiten registrar todo tipo de situaciones, construcciones o panoramas desde puntos de vista desconocidos. Y en segundo lugar, porque sus registros no son obligatoriamente a gran altura y porque su helicóptero, además de poder permanecer estático a elevaciones predeterminadas, es de tan pequeñas dimensiones que consigue introducirse por ángulos, resquicios y rincones donde no puede maniobrar otro tipo de vehículo aéreo.
Aparte del sistema de control remoto que lo faculta para dirigir el helicóptero, Hoyos ha dotado sus cámaras con un mecanismo que le permite manejarlas, girarlas, precisar los encuadres y corregir el foco por medios inalámbricos. Y a través de esta ingeniosa manipulación de aditamentos, Hoyos se ha dedicado a hacer fotografías con ambiciones artísticas, especialmente de paisajes urbanos y rurales, aunque también de edificios y de monumentos. En todas ellas, al igual que en las fotografías tomadas desde el suelo, el fotógrafo demuestra un claro sentido del equilibrio y de la simetría, una especial aptitud para elocuentes ángulos y encuadres, y una innata atracción hacia las formas definidas y hacia un luminoso, y en ocasiones contrastante, cromatismo.
Hoyos imprime un buen número de sus imágenes -por lo general de formato horizontal, apaisado- en papel de acuarela, con lo cual revela su inclinación por el pictorialismo fotográfico, es decir, por esa vieja corriente que nació con el mismo Fox Talbot y cuyos adeptos practican una fotografía que se asemeja a la pintura en su presentación, valores y apariencia. Pero no es solo por el papel que sus fotografías parecen acuarelas, sino también por su luminosidad y transparencia, así como por el acento un tanto lírico de sus temas. Hoyos, además, ha sometido sus imágenes al laboratorio digital para balancear los colores intensificando o disminuyendo su saturación, y para dimensionarlas de acuerdo con la conveniencia de la locación o de la toma. Podría decirse que Hoyos, como un buen número de pintores contemporáneos, parte de la relativa objetividad que se facilita alcanzar por medio de la cámara, para aportarle consideraciones subjetivas, preferencias y apreciaciones que no solo hacen elocuentes los registros en relación con sus propósitos, sino que han redundado en la consecución de un estilo fotográfico particular y estrechamente vinculado con sus temas.
Tomado del Suplemento Lecturas, de El Tiempo, mayo de 2008 |